La cumbre de los BRICS permitió confirmar una obra de alto impacto en Latinoamérica. China y Brasil acordaron llevar adelante el proyecto del Tren Bioceánico para unir el Pacífico y el Atlántico. El ambicioso proyecto de infraestructura tiene como objetivo conectar la costa de Brasil con el puerto de Chancay en Perú, otro hito del comercio latinoamericano con inversión del gobierno chino.
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Así será el Tren Bioceánico ideado por China y Brasil
Tras años de expectativa y conversaciones bilaterales, Lula Da Silva y Xi Jinping firmaron un acuerdo para iniciar las obras del primer Tren Bioceánico de Latinoamérica. El gobierno de Pekín vuelve a mostrar su interés en el comercio internacional, esta vez por intermedio de los BRICS.
Ambos países se unen para conectar el Pacífico y el Atlántico desde el puerto de Santos en Brasil hasta el puerto de Bayóvar en Perú. Una vez construido, el tren recorrería una extensión que supera los 4.000 kilómetros y atravesaría cinco regiones peruanas y varios estados brasileños.
La obra ofrecería una capacidad operativa estimada de 40.000 toneladas de carga por día, por medio de cinco viajes diarios de trenes con 100 vagones de 80 toneladas. El principal impacto se evidenciará con el transporte de fosfatos del complejo de Bayóvar, uno de los yacimientos más grandes de Sudamérica. Se trata de un componente clave para la producción de fertilizantes y, a su vez, un producto necesario para potenciar la agricultura brasileña.

En un principio, el Tren Bioceánico movilizará la generación de empleo con la creación de 193.000 puestos de trabajo directos e indirectos, en sectores como la construcción, energía, siderurgia, maquinaria pesada y electrónica.
La megaobra impulsada por China y Brasil favorecería una red logística que impulse el desarrollo de territorios desconectados y poco desarrollados como el norte peruano y el corazón del territorio brasileño. Además, la conexión entre los océanos que rodean el continente permitiría llevar exportaciones de forma rápida y eficiente a las distintas costas, con un efecto inmediato en tiempos y costos.
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La conexión con el megapuerto de Chancay
En noviembre de 2024, China se hizo presente en Latinoamérica con la inauguración del megapuerto de Chancay, en Perú. El enclave del comercio marítimo fue la primera participación de inversores chinos en la región a través de la empresa estatal Cosco Shipping Company.

La construcción de 15 muelles, un túnel de salida para la carga y las obras de calado para facilitar la llegada de portacontenedores costaron 3.400 millones de dólares. La obra fue clave por dos motivos: la automatización de casi todos los procesos en las terminales y la reducción de 40 a 28 días los plazos de entrega en Asia.
Con el tren que unirá el Pacífico y el Atlántico, el megapuerto de Chancay podría tener un nuevo rol como punto de paso de las exportaciones chinas a Brasil, así como un punto aún más atractivo para el comercio internacional.
Los primeros estudios del Tren Bioceánico iniciarán en 2025 y todavía no hay plazos para su construcción ni para la culminación del ambicioso proyecto de China y Brasil, pero el Congreso peruano declaró esta iniciativa de interés nacional y movilizará recursos para facilitar la megaobra.