La guerra en Ucrania avanza y la naturaleza de la alianza entre Rusia y Corea del Norte es una de las máximas preocupaciones. Open Source Centre, un grupo de investigación sin fines de lucro con sede en Reino Unido, denunció la existencia de un acuerdo que vulnera las resoluciones de las Naciones Unidas y alarma a Kiev y a Occidente.
Guerra en Ucrania: el sustento económico detrás de Corea del Norte
Una de las dictaduras más longevas del planeta se encuentra en jaque con las sanciones internacionales y sus limitaciones para comerciar. Las imposiciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las resoluciones de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y países asiáticos como Japón implican el cierre de los mercados más importantes del mundo.
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Bajo el mandato de Kim Jong-un, Corea del Norte se convirtió en una industria armamentística marginal, sustentada en apoyar a ciertos bandos en algunos conflictos internacionales como Ucrania y Medio Oriente.
La dictadura norcoreana entabló conversaciones con Vladimir Putin que llevaron a la histórica firma de un pacto defensivo y los movimientos diplomáticos con Irán, envuelto en una escalada con Israel, sugieren un acercamiento armamentístico entre ambos regímenes.
Con China, la gran referencia comercial de Asia, tiene un tratado bilateral de amistad que en 2024 atraviesa uno de sus peores momentos. Mientras que Xi Jinping evita posicionarse a favor de Rusia en Ucrania, Corea del Norte se involucró de lleno y envió tropas a la región rusa de Kursk, invadida por Ucrania a mediados de año.
La discrepancia en la guerra en Europa y el desafío a la agenda de Pekín, llevó a un enfriamiento del vínculo que prácticamente no tuvo contactos de importancia durante el año.
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¿Acuerdo petrolero entre Rusia y Corea del Norte?
A raíz de la intervención militar de Corea del Norte en Kursk, la alianza con Rusia está siendo vigilada por Occidente, en lo que supone la llegada de un nuevo actor al conflicto que ya lleva dos años transcurridos.
Los términos del vínculo armamentístico entre ambos países no fueron visibles hasta que, Open Source Centre, un grupo de investigación británico, comenzó a ahondar en los movimientos de ambos países.
Su búsqueda llevó a que imágenes satelitales confirmen un acuerdo petrolero, que se presume formaría parte del intercambio y se suma a los envíos de armamento desde el país asiático. Todo esto a cambio de que Corea del Norte envíe tropas al frente de batalla más conflictivo para Rusia.
Según el equipo de trabajo, más de una docena de embarcaciones petroleras realizaron 43 viajes hacia el Este ruso, al puerto de Vostochny, en los últimos ocho meses. Tres semanas después, los buques arribaban con el crudo a Nampo. Este flujo resulta vital para el ejército norcoreano, que usa diésel y gasolina para sus pruebas balísticas, mientras que el resto de la población utiliza el carbón como fuente de energía.
Estas transferencias violan la resolución de las Naciones Unidas que limita a los países vender 500.000 barriles de petróleo por año a Corea del Norte, una cantidad inferior a lo que precisa el hermético país y que Rusia podría no estar acatando.
Por último, la investigación estima que los rusos podrían haber enviado más de un millón de barriles desde marzo de este año, un suministro constante que le permite a Kim Jong-un mantener el país en marcha y al igual que la industria armamentística que apoya a Moscú en Ucrania.
