El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la propuesta de Estados Unidos y Panamá para modificar la misión en Haití y transformarla en una nueva fuerza militar contra las pandillas.
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Haití: una fuerza reversionada
El máximo órgano institucional autorizó la transformación de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), como se conoció al despliegue en Haití, en una nueva Fuerza de Supresión de Pandillas (GSF) con mandato militar y mayores recursos.
El plan fue impulsado por Estados Unidos y Panamá, directamente afectados por la crisis de seguridad haitiana, y contó con la aprobación con 12 votos a favor y tres abstenciones por parte de China, Rusia y Pakistán.

La modificación llega tras el fracaso de la misión policial que contó con el apoyo de Kenia. La fuerza de seguridad que destinó sus esfuerzos a asegurar las instalaciones policiales en Puerto Príncipe como puntapié inicial de un plan de combate contra las pandillas iba a contar con la presencia de 2.500 efectivos, pero solo llegaron aproximadamente 800.
La GSF dispondrá ahora de 5.500 uniformados entre policías y soldados, y mayores atribuciones para actuar en el campo, con el uso de fuerza letal para recuperar el control de las calles de la capital haitiana. La fuerza militar podrá actuar independientemente de la policía haitiana para neutralizar o disuadir a las bandas criminales.
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Entre homicidios y caos: el frágil estado de Puerto Príncipe
El plan aprobado por el Consejo de Seguridad llega después de que las Naciones Unidas establecieron que las pandillas controlan el 85% del territorio de Puerto Príncipe y la violencia provocara la muerte de 5.600 personas en 2024, 1.000 más que el año anterior.
Las misiones que contaron con el apoyo económico de Estados Unidos no lograron revertir el complejo escenario, con un gobierno local y fuerzas de seguridad que no pueden garantizar la gobernabilidad ni el orden en las calles. Esto repercute directamente en la economía ante la imposibilidad de mantener operativos los sectores productivos y cualquier actividad económica relacionada.

La nueva operación también estará encabezada por Kenia y contará con el aporte voluntario de los Estados partícipes, que para la anterior intervención habían estimado un presupuesto de 600 millones de dólares y solo lograron recaudar 115 millones, de los cuales 54 millones provinieron de Washington.
Se espera que el aumento de la ayuda por parte de la comunidad internacional, pasando de menos de 1.000 agentes a 5.500, consiga resultados efectivos para garantizar la integridad de Puerto Príncipe, el aeropuerto internacional y los puertos de Haití, claves para recibir la ayuda humanitaria y el equipamiento necesario para combatir a las pandillas.