A través del primer ministro, François Bayrou, Francia anunció un importante ajuste en las arcas del Estado. El objetivo es conseguir un ahorro de miles de millones de dólares para reducir el déficit, aunque la decisión se toma semanas después de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fijara nuevas metas de gasto militar para sus miembros.
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El complejo déficit fiscal de Francia
En 2024, el déficit público alcanzó el 5,8% del PIB, que posicionó a Francia en el puesto 161 de 192 en el ranking de déficit respecto al PIB que se ordena de menor a mayor. Es decir, París se encuentra entre los países que profundizan su gasto más allá de lo que permite la recaudación y el presupuesto anual.
Esta situación proviene de años anteriores y no ha hecho más que agravarse. El gasto estatal en el segundo gobierno de Emmanuel Macron se volvió un problema hasta el punto de llegar a necesitar un recorte extremo.

El primer ministro François Bayrou anunció la congelación de las pensiones, la reducción de empleados públicos, e incluso la eliminación de dos días festivos para reducir el déficit. El objetivo es alcanzar un ahorro de 43.800 millones de euros, que si bien no salda el excedente de gasto estimado en 169.572 millones, le otorga un mayor margen a Macron.
La decisión suscitó la reacción negativa de la oposición y la líder de ultraderecha Marine Le Pen, inhabilitada para ejercer cargos públicos en marzo, instó a votar una moción de censura contra el Gobierno.
¿Más dinero para destinar a Defensa?
Una de las versiones que corren dentro del arco político es que el Estado francés busca destinar más dinero para acompañar el aumento del gasto en Defensa. Cierto es que la decisión se toma tres semanas después de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fijara nuevas metas de gasto militar para sus miembros.
Los 32 países deberán aumentar progresivamente su gasto al 5% del PIB para 2035, al mismo tiempo que el bloque militar asume aún más compromisos con Ucrania en el marco de su guerra contra Rusia. La meta de reducción del déficit anunciada por Bayrou coincide con los objetivos anuales fijados por la OTAN.

En ese sentido, el presidente Emmanuel Macron decidió aumentar el gasto militar adicional de 6.500 millones de euros para los próximos dos años con el objetivo de intensificar los esfuerzos para defender a Europa y apoyar a Kiev.
De esta forma, el presupuesto en Defensa para 2026 y 2027 se aproximará a 64.000 millones de euros, el doble de los de lo que se gastaba cuando llegó a la presidencia en 2017.
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Un tímido límite a la inmigración ilegal desenfrenada
Durante 2025, el gobierno francés adquirió una postura ligeramente más rigurosa contra el ingreso de extranjeros al país. El primer ministro François Bayrou exigió un endurecimiento de las consideraciones para nacionalizar extranjeros con pruebas de integración.
Además, Francia y Reino Unido sellaron un acuerdo migratorio para desalentar el paso de inmigrantes a través del territorio franco rumbo al canal de la Mancha y posteriormente hacia las islas británicas.
Bajo el esquema “uno dentro, uno fuera”, Reino Unido acogería a algunos solicitantes de asilo mientras devolvería a otros a Francia, al mismo tiempo que insta a Emmanuel Macron a modificar legislaciones para detener embarcaciones más allá de los 300 metros previstos por las leyes francesas.
Las condiciones parecen una desventaja para París y hay otros datos que indican que la inmigración ilegal todavía no es estrictamente atacada por políticas de Estado. En 2024 deportó a aproximadamente 22.000 personas, un 27% más que en 2023. Pese a esto, se concedieron 2.858.083 visados, un aumento del 16,8% en comparación con el año anterior, y se emitieron 336.700 permisos de primera residencia.