La segunda presidencia de Emmanuel Macron atraviesa un nuevo escenario de turbulencia en un año marcado por las derrotas electorales y la crisis política. El primer ministro de Francia, Michel Barnier, enfrentó dos mociones de censura de los dos extremos de la dirigencia nacional, Reagrupación Nacional y Francia Insumisa, y fue destituido por la Asamblea Nacional.
Barnier comparte el mismo destino que sus predecesores en el cargo, Élisabeth Borne y Gabriel Attal, quienes enfrentaron los costos del plan de Macron en 2024.
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Las mociones de censura contra Michel Barnier
Tras el revés electoral en julio y la pérdida de 82 bancas en la Asamblea Nacional, el gobierno de Emmanuel Macron dejó de ser la primera fuerza legislativa y encuentra dificultades para posicionar su agenda ante los parlamentarios.
El primer ministro Michel Barnier, en el cargo desde el 5 de septiembre, impulsó el presupuesto para el área de seguridad social por decreto, evitando de esta forma la votación de su financiamiento en el máximo órgano legislativo.

Esta decisión motivó a los dos grandes opositores a actuar contra Barnier y el gabinete de Macron. Reagrupación Nacional, el partido estrella de Marine Le Pen, y Francia Insumisa, la coalición de la izquierda, presentaron dos mociones de censura contra el primer ministro.
El Parlamento francés iba a tratar recursos puertas adentro, con el riesgo latente de que el el gobierno constituido hace tres meses caiga.

La primera en votarse fue la de la izquierda, que involucró de lleno al Nuevo Frente Popular, compuesto por los socialistas, comunistas y verdes, y fue apoyada por la ultraderecha, como había anticipado Le Pen. Los 325 votos que agrupan ambas fuerzas sirvieron de base para los 331 que decretaron la salida de Michel Barnier y su equipo de gobierno.
Ahora, el presidente Emmanuel Macron deberá ir en busca del cuarto jefe de Gobierno en tan solo dos años de gobierno.
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Borne y Attal, las otras víctimas de la crisis política en Francia
Élisabeth Borne fue la primera elección de un reelecto Macron para conformar el gobierno de Francia. Fue la segunda mujer en ocupar el cargo de primera ministra, aunque en enero de 2024 tuvo que renunciar.
La funcionaria fue presionada por las protestas en repudio a la reforma jubilatoria que aumentaba la edad de 62 a 64 años y la legislación de inmigración que buscaba fortalecer la capacidad del Gobierno para deportar extranjeros. La creciente presión social forzó una remodelación del gabinete para sostener el segundo mandato de Macron.
En reemplazo de Borne asumió Gabriel Attal, el primer ministro más joven de la historia. El ministro de Educación llegó para estabilizar la conducción y brindar gobernabilidad en un contexto de descontento generalizado y desventajas políticas.

Sin embargo, la imagen de Macron se desmoronó a nivel nacional y tuvo un duro revés en las elecciones para el Parlamento Europeo a mediados de año. Attal adelantó los comicios legislativos para salvar la representatividad de Juntos por la República en la Asamblea Nacional, ante el crecimiento del Nuevo Frente Popular y de la derecha representada por Marine Le Pen y Jordan Bardellla.
Pese a los esfuerzos, Emmanuel Macron y sus aliados quedaron en tercer lugar y aún más relegados en los tercios que componen el Parlamento. Como consecuencia de la significativa derrota, Gabriel Attal presentó su dimisión y dio paso a quien actualmente comparte su mismo destino.




