Tras la anulación de la victoria de Călin Georgescu en los comicios de 2024 y la postergación, finalmente Rumania celebró elecciones que repercutieron no solo en el país, sino también en Europa. El ultranacionalista George Simion, quien reemplaza a Georgescu, alcanzó el 40% de los votos y disputará la segunda vuelta con el alcalde de Bucarest, Nicusor Dan.
- Te puede interesar: Rumania y Bulgaria ingresaron al Espacio Schengen tras una década de espera
Las elecciones en Rumania repiten el resultado de 2024
Después de que el Tribunal Constitucional de Rumania anulara los resultados de los comicios en diciembre de 2024 y dictara la inhabilitación de Călin Georgescu, se esperaba que los próximos tuvieran un resultado diferente.
El candidato original del partido Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR) fue detenido acusado de cometer seis delitos, entre ellos incitación a acciones contra el orden constitucional y apoyo a grupos fascistas. Su “gasto cero” en campaña también fue motivo de investigación, al igual que el origen de los fondos en medio de las sospechas de una injerencia rusa.

Sin embargo, aquella sorprendente victoria del ultranacionalismo con el 23% no se diluyó, sino que tomó aún más fuerza. El presidente de AUR, George Simion, tomó las banderas de Georgescu y obtuvo una victoria contundente en una elección marcada por los candidatos independientes. Arrasó con el 40,96% de los votos y obtuvo una diferencia de casi 20 puntos porcentuales respecto al alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, mientras que el oficialista Crin Antonescu terminó en tercer lugar con el 20,07%.
La segunda vuelta por la presidencia de Rumania será entre Simion y Dan el 18 de mayo, con la expectativa de que el 53.21% de participación registrado el 4 de mayo sea un piso y el atento monitoreo de Europa.
- Te puede interesar: Albania, Croacia y Kosovo crean una alianza militar a espaldas de Serbia
Las repercusiones de la victoria de George Simion
La victoria de Simion causó un terremoto político en el país. El gobierno encabezado por el Partido Nacional Liberal (PNL) ya había tenido la renuncia del presidente Klaus Iohannis en febrero ante las presiones de la oposición y ahora se suma la salida del primer ministro Marcel Ciolacu.
“Propuse a mis colegas abandonar la coalición de gobierno, lo que implícitamente conlleva mi renuncia como primer ministro”, expresó Ciolacu luego de una reunión con la alianza de gobierno compuesta por el Partido Nacional Liberal y la Unión Democrática de los Húngaros de Rumania. La última figura fuerte que le quedaba al PNL reconoció que “el futuro presidente me habría reemplazado de todas formas”.

El resultado electoral también repercutió en Europa. La inevitable llegada de la Alianza para la Unión de los Rumanos al poder implicaría un cambio del vínculo del país con sus vecinos. AUR propone la unificación de todos los rumanos en el territorio nacional y en los Estados vecinos, con foco en la absorción de Moldavia.
El futuro gobierno rumano también preocupa a nivel internacional. George Simion admitió que podría nombrar como primer ministro a Călin Georgescu, quien había sido inhabilitado por la justicia bajo acusaciones de sus tendencias prorrusas. Por este motivo, el estatus de miembro de Rumania en la Organización del Tratado del Atlántico Norte capta la atención de Europa y Rusia, ya que tiene tropas de la alianza atlántica apostadas en el país y forma parte de la estrategia militar del bloque.
La hipotética cercanía entre Rumania y Rusia bajo el mandato de Simion podría transformar el mapa geopolítico en Europa del Este y sumar un aliado más para un Moscú necesitado de respaldo internacional en medio de las tensiones por la guerra en Ucrania.