Honduras celebrรณ elecciones presidenciales en un contexto marcado por un clima social complejo. El proceso se desarrollรณ bajo la administraciรณn de Xiomara Castro, la primera mujer en ocupar la presidencia hondureรฑa y figura central del Partido Libertad y Refundaciรณn, con una ideologรญa de izquierda.ย
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El Consejo Nacional Electoral (CNE) informรณ un empate tรฉcnico entre dos candidatos de derecha. La diferencia mรญnima entre ambos obliga al organismo a completar un proceso de verificaciรณn exhaustivo, para el cual dispone de un plazo mรกximo de 30 dรญas.
Por su parte, el mandato de Xiomara Castro, cรณnyuge del presidente depuesto, Manuel Zelaya, representรณ un quiebre dentro de la historia polรญtica reciente de Honduras, marcada por la continuidad de administraciones conservadoras. Los niveles altos de inseguridad, las dificultades econรณmicas y la migraciรณn sostenida son factores que obstaculizaron el triunfo de la izquierda hondureรฑa en estas รบltimas elecciones.
Elecciones en Honduras: resultados preliminares y un recuento que mantiene en vilo al paรญs
Los primeros datos de las elecciones presidenciales seรฑalan que la disputa central se concentrรณ entre Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional, y Salvador Nasralla, quien compitiรณ desde una alianza encabezada por el Partido Liberal. La candidata oficialista, Rixi Moncada, del Partido Libertad y Refundaciรณn, quedรณ relegada al tercer lugar, lo que representa una derrota significativa para el espacio gobernante.

Con mรกs de la mitad de las actas procesadas, Asfura aparece con aproximadamente 39,91%, mientras que Nasralla alcanza 39,89%. La diferencia es mรญnima y confirma un empate tรฉcnico.
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En paralelo, Moncada reรบne cerca del 20% de los votos, un resultado que evidencia el desgaste del oficialismo. Ninguno de los candidatos puede proclamarse ganador hasta que el Consejo Nacional Electoral concluya el escrutinio definitivo.
En ese sentido, Nasry Asfura busca consolidar el retorno del Partido Nacional, una fuerza histรณricamente asociada a plataformas conservadoras, con promesas de reactivaciรณn econรณmica y mejoras en seguridad. Mientras que Salvador Nasralla, por su parte, mantiene un perfil mรกs reformista, con una narrativa crรญtica hacia el sistema polรญtico tradicional y la necesidad de modernizar la estructura institucional del paรญs. Su candidatura logrรณ recuperar al Partido Liberal como actor competitivo tras aรฑos de debilidad electoral.




