El presidente no democrático de Venezuela, Nicolás Maduro, atraviesa su peor momento desde el fraude electoral de julio de 2024. Con el Comando Sur de los Estados Unidos en plena campaña militar en el Caribe y la avanzada sobre los vínculos del tráfico de droga del Cartel de los Soles, el dictador le propuso a Donald Trump una salida pacífica del poder a cambio de una amnistía y una salida de Sudamérica.
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Maduro y una potencial salida de Venezuela
El mandatario venezolano mantuvo un inédito diálogo telefónico con Trump donde, lejos de lograr una solución al conflicto diplomático y militar, se acentuaron las críticas desde Washington e incluso los intentos de realizar acciones en pleno territorio de Venezuela.
Nicolás Maduro acercó una propuesta para abandonar el poder que retiene desde el 5 de marzo de 2013, tras la muerte de Hugo Chávez y tres reelecciones, siendo las últimas dos impugnadas por Occidente. En julio de 2024 se produjeron intensas denuncias de fraude por parte de la oposición encabezada por María Corina Machado, lo que derivó en consecuencias políticas y conflictos internos.

Con la llegada de Donald Trump al poder, Estados Unidos intensificó las sanciones al petróleo venezolano y su retórica contra Caracas, acusando al gobierno sudamericano de integrar el Cartel de los Soles y ser responsable de envíos de droga hacia Norteamérica
Tras meses de tensión debido al despliegue y ataques del Comando Sur en el Caribe, el dictador le dijo a Donald Trump que estaba listo para abandonar Venezuela, siempre y cuando se garantizara una amnistía legal completa tanto para él como para su familia.
Sin muchas opciones donde refugiarse debido a la falta de apoyo en Latinoamérica, surgieron apoyos paulatinos desde Europa.
Lukashenko invitó a Maduro a Bielorrusia
El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, aseguró que “las puertas de Bielorrusia están abiertas” para su par venezolano Nicolás Maduro, en una señal política clara de respaldo entre dos gobiernos fuertemente cuestionados por Occidente y sometidos a sanciones internacionales.
El mensaje fue difundido por el mandatario bielorruso durante un acto oficial y se produce en un contexto de reacomodamientos geopolíticos, con Minsk y Caracas buscando profundizar vínculos políticos, económicos y estratégicos ante el amparo de Rusia y frente a la presión de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

Lukashenko destacó la relación “de amistad y cooperación” entre Bielorrusia y Venezuela y remarcó que Maduro es bienvenido en su país “cuando lo considere necesario”. A su vez, denunció que Washington y Bruselas encabezan una política de sanciones y aislamiento que tiene como víctimas a los países no alineados
El líder bielorruso, en el poder desde 1994, es uno de los principales aliados de Rusia y Venezuela, y respaldó de manera explícita tanto a Moscú en la guerra contra Ucrania como a Caracas frente a las críticas por la situación política y de derechos humanos en Venezuela.
Las relaciones entre Bielorrusia y Venezuela se remontan a la era de Hugo Chávez, con acuerdos en áreas productivas y defensa. Aunque muchos de esos proyectos se debilitaron con el paso de los años, ambos gobiernos mantienen una afinidad ideológica basada en el rechazo a Estados Unidos y la UE.
En ese marco, Minsk se ha convertido en un socio diplomático clave para Caracas a nivel internacional, mientras que Venezuela respalda al gobierno bielorruso frente a las denuncias por represión interna tras las elecciones de 2020.




