India y Pakistán se aproximan a un conflicto armado a gran escala tras la muerte de 25 indios y un nepalí, en la región disputada de Cachemira, a manos de un grupo de hombres armados. Nueva Delhi acusa a Islamabad del atentado y decidió romper el Tratado de las Aguas del Indo, acto que fue considerado una declaración de guerra por parte del gobierno pakistaní.
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India vs. Pakistán: qué sucedió en Cachemira
El martes 22 de abril, un grupo de hombres armados que responderían al grupo Lashkar-e-Taiba abrió fuego contra turistas en una ubicación cercana a Pahalgam, una ciudad del sur de la Cachemira, controlada por la India. El saldo fue de 26 muertos, según confirmaron las autoridades, aunque todavía no pudo verificarse la identidad de los autores del atentado.
Esto no impidió que Nueva Delhi acusara a Islamabad de ser responsable del ataque, lo que generó una escalada diplomática sin precedentes en la relación entre ambos países. Cachemira es la principal región en disputa entre ambos Estados del sureste asiático desde la partición del subcontinente en 1947.
La división del territorio del Raj británico fue la antesala de una fragmentación entre etnias y religiones que continúa hasta la fecha. El proceso colonialista alimentó las divisiones entre el Congreso Nacional Indio, con Mahatma Gandhi entre sus líderes, y la Liga Musulmana, que velaba por los intereses de los hindúes y pretendía una nación musulmana.

La separación estuvo lejos de ser pacífica, con múltiples enfrentamientos que llegaron a ser mortíferos. Se estima que, para 1950, había 3.4 millones de personas desaparecidas o muertas, entre ellos Gandhi, que había sido asesinado a manos de un nacionalista hindú en 1948. El conflicto se reprodujo en cuatro ocasiones más: 1965, 1971, 1984 y 1999, además de escaramuzas y ataques aislados como el que se produjo en Cachemira.
Los últimos sucesos repercutieron rápidamente en un enfrentamiento diplomático. India suspendió con efecto inmediato el Tratado de Aguas del Indo, un acuerdo hídrico que data desde 1960 y repartió el río indo y sus afluentes, debido al “terrorismo transfronterizo” y a la reticencia de Pakistán a responsabilizarse por el hecho.
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Preocupación mundial por una guerra entre potencias nucleares
Después de que India cerrara la presa y cortara el suministro de agua, el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, advirtió que el accionar de Nueva Delhi sería considerado como una “declaración de guerra”.
Además, esta medida implica que los indios no enviaran información sobre la liberación de agua proveniente de sus diques, lo que repercute directamente en el 80% del sector agricultor pakistaní. El ministro de Recursos Hídricos de la india, C. R. Patil, anunció que su gobierno está trabajando para que “ni una sola gota de agua vaya hacia Pakistán”.
En consecuencia, India suspende las relaciones bilaterales y analiza poner el fin al cese al fuego que data desde 1999. Adicionalmente, le revocó la visa a todos los pakistaníes en su territorio e instó a sus ciudadanos a abandonar Pakistán en un plazo de 72 horas.

Ambos países decidieron militarizar los principales puntos fronterizos como Punjab y, aunque se registraron disparos en el valle de Leepa, no hubo víctimas fatales. El ministro de Defensa pakistaní, Khawaja Asif, dijo que su país está preparado para una guerra a gran escala con la India.
Por otro lado, se conoció que el portaaviones indio INS Vikrant abandonó su puerto y se dirigió hacia Pakistán, mientras que cerca de las aguas costeras el ejército pakistaní realizará ejercicios de fuego real y pruebas de misiles.
El accionar de India y Pakistán parece conducir a un nuevo conflicto armado entre ambos países, con el peligro que implican sus arsenales nucleares. Los indios poseen 164 ojivas, mientras que Pakistán ostenta 170 cabezas nucleares.
Por lo tanto, la amenaza de una guerra total parece ser real y los últimos actos de ambos Estados del sureste asiático anticipan que será un problema que se complicará todavía más.