El presidente Jair Bolsonaro, quien es partidario del levantamiento de las medidas de distanciamiento social, enfrenta la oposiciรณn de los gobernadores, de la plana mayor del Congreso y del propio Supremo Tribunal Federal.
La gota que colmรณ el vaso, en la guerra de poderes que vive Brasil, se viviรณ este domingo, cuando el presidente Jair Bolsonaro participรณ en un acto por el Dรญa del Ejรฉrcito en el que los manifestantes llamaron a una intervenciรณn militar y al cierre del Congreso y del Supremo Tribunal Federal (STF). La inmediata reacciรณn de todo el arco polรญtico y del propio STF obligรณ al mandatario a dar marcha atrรกs este lunes y a hacer pรบblico su โrespeto por la Constituciรณn brasileรฑaโ y la importancia de mantener โun Congreso y un Supremo abiertos y transparentesโ.
El enfrentamiento habรญa llegado a su punto mรกs รกlgido, cuando 20 de los 27 gobernadores del paรญs โentre ellos, los de Rรญo de Janeiro y San Pabloโ defendieron, en una โcarta abierta a la sociedad brasileรฑaโ, las medidas de distanciamiento social aplicadas por Estados y municipios basadas en evidencia cientรญfica y orientadas por profesionales de la salud. โConsideramos fundamental superar nuestras eventuales diferencias a travรฉs del diรกlogo democrรกtico, desprovisto de vanidadesโ, argumentaron los mandatarios estaduales, al tiempo que afirmaron que โla salud y la vida del pueblo brasileรฑo deben estar siempre por encima de los intereses polรญticos, en especial en este momento de crisisโ.

En un tono aรบn mรกs enfรกtico, el flamante presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Luis Roberto Barroso, afirmรณ a travรฉs de su cuenta de Twitter que โsolo puede desear una intervenciรณn militar quien ha perdido la fe en el futuro y sueรฑa con un pasado que nunca existiรณโ. โLas dictaduras traen violencia contra los adversarios, censura e intoleranciaโ, aรฑadiรณ, para concluir advirtiendo que โlas personas de bien que aman al Brasil no desean esoโ. Por su parte, en una nota oficial, el ministro de Defensa, general retirado Fernando Azevedo e Silva, asegurรณ que โlas Fuerzas Armadas estรกn trabajando con el propรณsito de mantener la paz y la estabilidad del paรญs, siempre obedientes a la Constituciรณn Federalโ.
Esta รบltima polรฉmica se suma a la reciente salida del gobierno del ministro de Salud, Luis Henrique Mandetta, firme defensor del aislamiento social y enfrentado con el propio Bolsonaro. En su lugar, asumiรณ el oncรณlogo Nรฉstor Teich, partidario de una estrategia que combine la prevenciรณn del contagio con una gradual apertura de la economรญa, mรกs acorde con la defendida por Bolsonaro y el ala polรญtica del gobierno. Semanas atrรกs, el Supremo Tribunal Federal (STF) habรญa ordenado la suspensiรณn de una campaรฑa que el Ejecutivo pretendรญa lanzar en los medios con el eslogan โBrasil no puede pararโ. โSi el poder pรบblico llama a los ciudadanos a volver al trabajo, presume que no existe una grave amenaza para la salud de la poblaciรณn y lleva a cada ciudadano a adoptar decisiones basadas en supuestos irreales sobre sus verdaderas condiciones sanitarias y de seguridadโ, alertรณ Barroso, que posteriormente fue elegido como nuevo titular del STF.
โLa salud y la vida del pueblo brasileรฑo deben estar siempre por encima de los intereses polรญticosโ, advirtieron en una carta pรบblica 20 de los 27 gobernadores brasileรฑos.
En febrero, Bolsonaro habรญa hecho un enroque dentro de su gabinete, colocando al general Walter Braga Neto al frente de la jefatura de la Casa Civil, equivalente a la jefatura de gabinete en nuestro paรญs. El hasta ese momento jefe de la Casa Civil y principal estratega polรญtico del presidente, Onyx Lorenzoni, pasรณ al Ministerio de Ciudadanรญa, que se encarga de los planes sociales. Esa movida fue interpretada por muchos analistas como un triunfo del ala militar del gabinete, cercana al vicepresidente Hamilton Mourรฃo, un general retirado con fuerte ascendencia en los sectores castrenses.
La crisis de poderes que vive el paรญs llevรณ a situaciones insรณlitas, como la sintonรญa que expresaron el lรญder del Partido de los Trabajadores (PT) y expresidente, Luis Inรกcio Lula Da Silva, y el gobernador de San Pablo, Joรฃo Doria, uno de las figuras mรกs representativas del Partido de la Socialdemocracia Brasileรฑa (PSDB), tradicional rival del PT. Luego de que Lula seรฑalara en un tweet el pasado 2 de abril que los gobernadores e intendentes estaban realizando โel trabajo mรกs serio en medio de esta crisisโ, Doria compartiรณ el mensaje y respondiรณ, a travรฉs de la misma red social, que era el momento de dejar de lado las diferencias polรญticas y enfocarse en el trabajo para ayudar a salvar el paรญs y la vida de los brasileรฑos.