Reino Unido anunció la firma de un contrato con la empresa de defensa MBDA UK por 400 millones de dólares para impulsar el programa del sistema láser DragonFire, un arma de defensa clave para la neutralización de drones.
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DragonFire, efectivo y barato en el derribo de drones a alta velocidad
Londres cerró un acuerdo histórico por 316 millones de libras, estimado en más de 400 millones de dólares, para continuar con el compromiso con la innovación militar en energía dirigida.
Como parte del contrato con la empresa MBDA UK, el DragonFire fue puesto a distintas pruebas que demostraron su eficacia al detectar, seguir y destruir drones rápidos incluso “más allá del horizonte”, un logro sin precedentes para el sistema láser.

Además, el láser demostró una precisión quirúrgica en un inédito ensayo: logró impactar objetivos muy pequeños, como una moneda, a un kilómetro de distancia.
Otro punto a favor respecto a otros sistemas de defensa móviles es que cada disparo del DragonFire cuesta aproximadamente 10 libras, significativamente menos que un misil tradicional como el Sea Viper, cuyo uso puede superar el millón de libras por unidad. Esto convierte al láser en una solución rentable para amenazas repetidas, especialmente contra drones como pudo observarse en escenarios bélicos como la guerra en Ucrania.
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Un desarrollo con impacto geopolítico
El proyecto DragonFire reúne a un consorcio formado por MBDA UK, QinetiQ y Leonardo, que trabajan conjuntamente para optimizar y acelerar el sistema. Estas empresas, que abrieron 600 puestos de trabajo locales, serán responsables de adaptar el arma láser para su integración en buques de guerra de la Marina Real de Reino Unido.
Está previsto que se instale en al menos dos destructores Tipo 45 de la Marina Real a partir de 2027, un despliegue que se adelanta cinco años respecto al plan original comunicado por el Ministerio de Defensa británico.

El gobierno británico sostiene que el sistema láser representa una “capacidad de vanguardia” que fortalecerá tanto la defensa nacional como la colaboración en la OTAN.
En ese sentido, DragonFire será la primera arma láser de alta potencia en entrar en servicio en Europa, consolidando al Reino Unido como líder en esta tecnología militar emergente y adaptándose a las tendencias bélicas, como la amenaza aérea que representa los drones en los últimos conflictos en distintas partes del mundo como Ucrania y Medio Oriente.




