El Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) concentró en Perú a las economías más importantes del planeta, incluidos China y Estados Unidos. La expectativa de nuevos anuncios económicos y comerciales quedaron opacados por la inauguración del puerto de Chancay, producto de las inversiones de Beijing y Lima.
Chancay, el resultado de las relaciones chinas-peruanas
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La visita de Xi Jinping a Perú no solo contempló el APEC, sino que se desmarcó de la agenda de la mayoría de los mandatarios para dar una de las noticias más importantes del último tiempo.
El mandatario del gigante asiático se reunió con la presidenta de Perú, Dina Boluarte, para inaugurar el puerto de Chancay, el cual promete reconfigurar el comercio entre Asia y América como se lo concibe hasta el momento.

Este nuevo punto de entrada y salida de productos es la inversión más grande de China en Sudamérica, con una ambición sumamente marcada. Se trata también del primer puerto con participación china en la región y se suma a los más de 101 registrados en todo el mundo hasta 2023, según el Council on Foreign Relations.
Este megapuerto fue construido por Cosco Shipping Company, una empresa estatal china, que invirtió más de 3.400 millones de dólares. Chancay tendrá 15 muelles -en todo Panamá hay 25- y un túnel de dos kilómetros de extensión para dar salida a la carga.
La construcción tiene la particularidad de ser automatizada casi en su totalidad y, según el gobierno peruano, les permitirá reducir de 40 a 28 días los plazos de entrega en Asia. Por otro lado, la profundidad del calado le permite al país recepcionar a los portacontenedores más grandes del mundo, haciéndolo atractivo para el comercio internacional.

Esto transforma a Perú en un hub logístico no solo con proyección nacional, sino como un punto de recepción para países exportadores como Argentina y Brasil. Según las estimaciones, Perú espera captar 4.500 millones de dólares adicionales para la economía, 0,9% del PBI en 2025, con la posibilidad de llegar al 1,8% en 2026.
Sin embargo, habrá que esperar para ver si esto impacta positivamente para aliviar el flujo que recibe el puerto de Callao. Otra necesidad son las inversiones adicionales en infraestructuras clave como las conexiones en Lima y las otras provincias.
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El impacto geopolítico de China en Latinoamérica
Perú había posicionado al puerto de Callao entre los siete más importantes del Pacífico, en competencia con Pacífico y Caribe (Panamá), Manzanillo (México), Cartagena (Colombia) y Guayaquil (Ecuador).
Sin dudas, la apertura de Chancay reconfigurará el flujo comercial en Latinoamérica, sobre todo en aquellos países pertenecientes la Comunidad Andina, como Ecuador y Colombia.

Es de esperar que Perú comience a captar envíos a ambos extremos de la ruta Asia-Pacífico, que antes pasaban por otros puntos como México, incluso Panamá y Estados Unidos.
Esta megainversión aumenta la confianza de la región hacia China y lo convierte a su vez en un nuevo actor que se creía exclusivamente comercial. Los ocho años que demoró la inauguración de Chancay es evidencia del compromiso chino en las relaciones con Perú.
El temor de Estados Unidos y otros inversores como la Unión Europa es si esta presencia china podría expandirse a otros países de Sudamérica y reconfigurar las alianzas a nivel global. De momento, la inauguración del megapuerto de Chancay opacó la APEC y fue recibido de buena manera por China y Perú.