La décima edición de la Conferencia de Seguridad Hemisférica, organizada por la Fundación TAEDA y el Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas, abordó en su última jornada en Miami el impacto de la crisis económica en las relaciones internacionales de Latinoamérica con el resto del mundo.
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China y Rusia profundizan sus lazos con Latinoamérica y el Caribe
En un mundo sumido en conflictos militares cada vez más complejos, las tensiones comerciales entre potenciales mundiales derivaron en una crisis económica global que redefinió las relaciones internacionales de Latinoamérica.
La cercanía de Brasil con Rusia en la comercialización de productos agrícolas y la creciente inversión de China en la región, como se evidenció recientemente con los anuncios conjuntos con la CELAC, muestra cómo los países latinoamericanos se alejan paulatinamente de Estados Unidos y se acercan a Moscú y Beijing.
Si bien esta dinámica no es reciente, experimenta un resurgir en los últimos años. Académicos y expertos en relaciones internacionales en la 10ª Conferencia de Seguridad Hemisférica advirtieron sobre el peligro de la dependencia comercial y económica.

“Rusia es una potencia revisionista. Vladímir Putin está decidido a ser el destructor del mundo político actual. Creo que pretende moldear la estructura mundial, con la creación de tipos específicos de dependencia en ciertos países de América Latina”, sostuvo Vladimir Rouvinski, director del Centro de Estudios Interdisciplinarios, y advirtió que no se debe subestimar el riesgo de tener al Kremlin como actor clave en la región.
A su turno, Jessica Ludwig, becaria del Instituto George W. Bush, expuso sobre los objetivos estratégicos y los sintetizó en tres argumentos:
-“China necesita muchas materias primas para mantener su economía en marcha. Por eso, han buscado en el resto del mundo lo que Latinoamérica tiene que ofrecer en ese sentido, además de productos agrícolas. También buscan mercados para la capacidad tecnológica que han estado desarrollando”.

-“Tanto China como Rusia han adoptado un enfoque estratificado para proyectar su propaganda, aprovechando la polarización social y las divisiones que ya existen dentro de los países de la región, así como en las dinámicas intrarregionales”.
-“Creo que tanto China como Rusia son regímenes inherentemente expansionistas, Cuanto más poder acumulan, para conservarlo, tienen que ir más allá. Tienen que ampliar los límites. Y vemos que esto se manifiesta no solo en los límites de sus propias fronteras, sino en lugares mucho más lejanos, incluso en América”.
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El caso particular de Venezuela
La directora del programa Cedro, Nancy Arellano Suárez, se refirió al caso de Venezuela y la dependencia del régimen de Maduro de la ayuda de Moscú y Beijing.
“Sabemos que China es el mayor acreedor de Venezuela con 60.000 millones de dólares. Para que nos hagamos una idea, casi la mitad de la inversión de los bancos chinos se ha dado en Venezuela y no es casualidad, pese a ser un régimen fallido. Venezuela tiene material estratégico que puede ser causal de una guerra, y China los puede tener bajo control como una suerte de deuda eterna”, afirmó Arellano Suárez.
Y completó: “A esto le debemos sumar toda la plataforma TeleSur, que ha permitido abrir una plataforma de influencia cultural y de desinformación y de contra información, para incidir en una región que definitivamente representa la pugna por el poder global”.