Las imágenes satelitales difundidas por la organización ambientalista Greenpeace permiten identificar la construcción de una línea eléctrica de alta tensión que conectará la central nuclear de Zaporiyia con los territorios ocupados por Rusia en el territorio de Ucrania.
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La central nuclear, una víctima colateral de la guerra entre Rusia y Ucrania
“La identificación visual de la construcción de la línea eléctrica es una confirmación de los planes de la corporación estatal nuclear rusa Rosatom para reactivar los reactores de la ZNPP”, informa la organización ambientalista, refiriéndose a la sigla en inglés de la planta nuclear de Zaporiyia.

Del informe, difundido el pasado 27 de mayo, surge la construcción de un total de 90 kilómetros. Las imágenes, tomadas entre el 11 y el 22 de mayo, muestran 15 torres de electricidad y una línea de transmisión de 5 kilómetros en el este de Topolyne, al norte de Mariupol.
El objetivo, según se presume, es la conexión de la central con la subestación ubicada al norte de esa ciudad portuaria, ubicada a orillas del mar de Azov, en el territorio ocupado de Donetsk. La supervisión de la obra está a cargo de la oficina de despacho regional del Mar Negro, hoy controlada por la compañía operadora del sistema energético de Rusia.

La protección de Zaporiyia: la palabra de Grossi y las medidas de seguridad del OIEA
La central nuclear de Zaporiyia fue ocupada por tropas rusas el 4 de marzo de 2022, una semana después del inicio de la invasión a Ucrania. Sus seis reactores, que cuentan con una potencia instalada total de 5700 megavatios, no generan energía eléctrica desde septiembre de ese mismo año.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dirigido por el diplomático argentino Rafael Grossi, afirma que “la situación en la central nuclear de Zaporiyia ha sido muy precaria” desde el inicio del conflicto armado. Tal como señaló el propio Grossi a DEF, “el OIEA ha tomado una actitud proactiva para evitar que se produjera un accidente nuclear con consecuencias radiológicas”. De hecho, él mismo visitó personalmente la central once veces.

“Hemos mantenido intensas negociaciones y consultas periódicas con las autoridades de ambos países, incluidos los presidentes Vladimir Putin y Volodimir Zelensky”, recordó Grossi. “El resultado de esas conversaciones ha permitido al OIEA contar actualmente con equipos técnicos instalados no solamente en la central de Zaporiyia, ubicada en territorio ocupado por la Federación Rusa, sino también en el resto de las instalaciones nucleares de Ucrania”. Sin embargo, admitió, “la situación en la zona sigue siendo frágil”.
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Para proteger esta infraestructura tan sensible, el OIEA monitorea la observancia de una serie de principios, que incluyen:
- la prevención de ataques desde o contra la central;
- la prohibición de su utilización como almacén o base para el depósito de armas pesadas;
- la garantía de un suministro eléctrico externo permanente, para mantener sus reactores refrigerados;
- la protección de ataques o actos de sabotaje.





