Luego de la primera exportación de gas de este año a Brasil, efectuada por Total Energies a través del territorio de Bolivia, se espera que el mercado del vecino país se convierta en un cliente estable para las operadoras de los yacimientos en Vaca Muerta. Se estima que la demanda se incrementará notablemente: de los actuales 2 millones de metros cúbicos diarios, a 30 millones para 2030.
Sin embargo, por el momento, no existe la posibilidad de concretar esta exportación utilizando exclusivamente la infraestructura de transporte argentina y brasileña. Mientras tanto, en febrero pasado, se constituyó el grupo de trabajo bilateral previsto en el memorándum de acuerdo con Brasil, que tiene entre sus funciones la evaluación de necesidades de infraestructura en ambos países y las alternativas posibles para esta actividad comercial.
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Exportación argentina de gas: tres alternativas por países limítrofes
Las primeras operaciones de exportación se realizan utilizando el gasoducto GASBOL o TBG (tal como se lo conoce en Brasil), que permite transportar un volumen de hasta 4,5 millones de metros cúbicos diarios. Este tipo de actividad ha sido autorizada por un Decreto Supremo del gobierno de Bolivia, que autoriza a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) a prestar “servicios de recepción, programación, transporte internacional y entrega del gas natural en tránsito a los vendedores y compradores internacionales”.
Por el momento, las otras dos opciones a través de países vecinos parecen haber quedado descartadas: la ampliación del Gasoducto Cruz del Sur -que hoy llega solo hasta Uruguay- hasta Porto Alegre; y la construcción de un gasoducto de 1050 kilómetros a través de Paraguay -una opción fogoneada por el gobierno de Santiago Peña, que convertiría a su país en un nuevo hub energético regional-. Esta última opción interesa también al estado brasileño de Mato Grosso do Sul y a su empresa distribuidora MS Gás.

Transporte de gas a Brasil desde Argentina: los “cuellos de botella” del sistema
La gran pregunta es por qué no es posible enviar el gas directamente a Brasil, evitando el paso por terceros países y el pago del consiguiente “peaje”.
En rigor, existe un gasoducto que conecta el territorio argentino con el brasileño, a través de Paso de los Libres, en la provincia de Corrientes. Sin embargo, la conexión se limita a abastecer de gas la central térmica de Uruguaiana, en el estado de Rio Grande do Sul, que estuvo inactiva durante tres años y acaba de ser puesta en funcionamiento nuevamente por la empresa brasileña Ambar Energia.

Ahora bien, para llegar a los grandes centros de consumo del país vecino, se necesitaría construir otro tramo de gasoducto desde Uruguaiana hasta la capital del estado, Porto Alegre, en donde ya existe una conexión hacia San Pablo a través del TBG. El llamado GASUP (Uruguaiana-Porto Alegre) contaría con 593 kilómetros y una capacidad de transporte de 15 millones de metros cúbicos diarios.
En ese sentido, en septiembre de 2020, el entonces embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, presentó un proyecto al presidente Jair Bolsonaro en esa dirección, pero nunca llegó a concretarse.