Como una película que se repite veinte años más tarde, la instalación de la futura planta de hidrógeno verde en Paysandú amenaza con despertar la polémica que generaron las papeleras en Fray Bentos durante el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. Tras una reunión que mantuvo con su par uruguayo Mario Lubetkin en Montevideo, el canciller argentino Pablo Quirno transmitió el especial interés de nuestro país de “extremar los recaudos para evitar efectos perjudiciales sobre las actividades económicas preexistentes de las poblaciones ribereñas, vinculadas al uso racional del río Uruguay”.
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Por su parte, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y el intendente de Colón, José Luis Walser, han expresado su pedido de reubicación de la planta. “Seguimos defendiendo el desarrollo turístico y productivo de la ciudad y planteamos con énfasis la necesidad de relocalizar el proyecto”, sostuvo el mandatario provincial. “Nuestro desarrollo económico depende del turismo y del río. Este tipo de megaproyectos industriales puede generar daños irreversibles si no se planifican correctamente”, señaló el intendente Walser.
“Se tomarán todas las medidas para reducir y eliminar las dudas y que prevalezca la serenidad técnica y científica”, aseguró, por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay, Mario Lubetkin. Mientras tanto, la empresa responsable del proyecto, HIF Global, señaló que valora que “las inquietudes se expresen en el marco democrático” y advirtió que “es importante que la discusión se base en hechos y no en contenidos virales con premisas falsas”.

Hidrógeno verde en Uruguay: cómo es el proyecto que recuerda al “caso de las papeleras”
La planta, a instalarse en la localidad de Constancia —en el departamento de Paysandú— apunta a la producción de combustibles sintéticos, a partir de la producción de 170.540 toneladas anuales de hidrógeno verde. El proyecto, que deberá contar con un estudio de impacto ambiental previo, involucra una inversión de 5300 millones de dólares y la creación de más de 300 empleos permanentes, una vez que entre en operación. Al respecto, HIF Global estima iniciar la construcción de la planta durante el segundo semestre de 2026 y finalizar en 2029.

El proyecto producirá metanol ygasolina verdes mediante la electrólisis del agua del río Uruguay y utilizando CO2proveniente de la planta de Alcoholes del Uruguay (ALUR) en Paysandú y dedesechos forestales provenientes de predios y aserraderos ubicados en un radio aproximado de 300 kilómetros. Los combustibles producidos serán transportados por ductos desde la planta de HIF Global hasta la planta de ALUR, donde se almacenarán para su posterior exportación.
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HIF Global tiene, entre sus inversores, a la empresa chilena Andes Mining Energy (AME), la automotriz alemana Porsche, las compañías estadounidenses EIG y Baker Hughes y las japonesas Idemitsu Kosan y Jogmec. Cuenta con una planta de combustibles verdes (e-combustibles) actualmente operativa en Punta Arenas (Chile), primera de su tipo en el mundo; y otros cuatro proyectos en etapa de desarrollo avanzado en Matagorda (Estados Unidos), Cabo Negro (Chile), Açu (Río de Janeiro, Brasil) y Tasmania (Australia).




