Con niveles de almacenamiento de gas en 83%, la Unión Europea (UE) se prepara para enfrentar su cuarto invierno desde el inicio de la guerra en Ucrania, momento en que decidió poner fin a su dependencia energética de Rusia. Las reservas para los meses más fríos del año se ubican en los 86.000 millones de metros cúbicos, ligeramente por debajo de los 98.000 millones con que la UE encaró la temporada invernal 2024/2025.

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“El almacenamiento juega un rol esencial para asegurar el suministro, ya que permite lograr la necesaria flexibilidad durante la estación invernal”, afirma la Red Europea de Operadores de Transporte de Gas (ENTSOG). La entidad recordó que en el anterior invierno, el 31% del suministro de gas provino de esas reservas almacenadas en depósitos subterráneos a lo largo del continente.
El consumo de gas en Europa: menor dependencia de Rusia y mayor importación de GNL
En el informe de ENTSOG se plantean tres escenarios que van desde la actualidad hasta marzo de 2026. En el de referencia, con temperaturas estándar, la demanda podría ser afrontada sin problemas, manteniendo niveles de reserva superiores al 30% para el final de la estación invernal. En las simulaciones planteadas por el estudio, el almacenamiento podría mantenerse incluso a niveles del 41% para el mes de abril de 2026.
En un segundo escenario, que combina un invierno con temperaturas estándar y el corte total del suministro de gas ruso, las reservas se mantendrían por encima del 30% al final del invierno. “Eso demuestra la resiliencia de la infraestructura de gas de la UE, así como la creciente independencia del sistema de gas europeo del suministro ruso vía ductos”, afirma la red europea. Al mismo tiempo, añade, “podría ser necesario utilizar en mayor medida el gas almacenado”.

Finalmente, en el caso de un invierno particularmente frío, caracterizado por escenarios de baja disponibilidad de gas natural licuado (GNL), Europa podría necesitar activar su respuesta a la demanda y recurrir a un mayor uso de las reservas, que quedarían en niveles del 11% al final del invierno. “En el caso de un día pico, que se combinara con la interrupción de todo suministro de Rusia por gasoducto, podrían observarse cuellos de botella en la región sudoriental europea”, argumenta ENTSOG.
En cuanto a la importación de GNL, del que depende cada vez más el mercado europeo, el informe subraya la necesidad de “asegurar niveles adecuados de abastecimiento en Europa”. De esa manera, se evitaría el agotamiento de las reservas almacenadas al final de la temporada invernal 2025/2026. “Incluso será necesaria una mayor provisión de GNL a Europa en los casos de inviernos más crudos”, completa el reporte.




