El renovado auge de la energía nuclear está impulsando un alza en el precio internacional del uranio, cuyos valores en el mercado spot podrían aumentar un 33% hasta finales de 2026, desde los actuales 76 dólares hasta 100 dólares, según previsiones del Citigroup.
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Actualmente, según información de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), los requerimientos globales de uranio ascienden a 68.920 toneladas. La demanda podría incrementarse sensiblemente, hasta alcanzar las 150.000 toneladas, en un escenario base para el año 2040. Hoy, la oferta se encuentra fuertemente concentrada en 17 países, encabezados por Kazajistán (38%) y Canadá (23%), que juntos representan el 61% del total.
“Como las minas existentes enfrentan una situación de agotamiento de los recursos hacia mediados de la próxima década, la necesidad de nuevas fuentes primarias de suministro se vuelve aún más urgente”, afirma la World Nuclear Association, en su informe sobre escenarios del sector entre 2025 y 2040.
Argentina busca posicionarse en el mercado del uranio
En ese contexto de fuerte impulso de la demanda de este mineral clave para la fabricación de los elementos combustibles de las centrales nucleares, Argentina se posiciona en un lugar expectante. Actualmente, existen 17 proyectos potenciales, de los cuales ocho se encuentran en Chubut, cuatro en Río Negro, dos en Mendoza, uno en Santa Cruz, uno en Salta y otro en Neuquén.

Uno de los más promisorios es Amarillo Grande, en la provincia de Río Negro. Su operadora, la canadiense Blue Sky Uranium, completó recientemente el estudio geofísico e identificó una anomalía que sugiere la presencia del mineral en el yacimiento Ivana. “Esperamos probar este objetivo prospectivo en nuestra próxima fase de perforación exploratoria”, manifestó Nikolaos Cacos, presidente de la empresa, que integra la joint venture Ivana Minerales junto a su socia local, la Corporación América.
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Chubut, por su parte, concentra el 48% de las reservas probadas de uranio del país. El gobernador Ignacio Torres pretende que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) restituya a la provincia la administración de los recursos, que incluyen los del distrito uranífero de Cerro Solo, uno de los que reviste el mayor interés geológico. En el mes de noviembre, estuvo en el país una misión del OIEA, que visitó la zona y mantuvo reuniones con autoridades locales y con representantes del sector nuclear. El objetivo fue evaluar la puesta en operación de las minas y de las instalaciones de procesamiento de uranio.

Minería del uranio y exportación de elementos combustibles
Por cuestiones económicas, Argentina dejó de explotar uranio en su territorio en 1997. Desde ese momento, importa concentrado de uranio, insumo para el funcionamiento de los reactores nucleares del país. Dentro del ecosistema nuclear local, la empresa Dioxitek produce el dióxido de uranio y Combustibles Nucleares Argentinos (Conuar) es la encargada de la fabricación de los elementos combustibles para las centrales.
Como parte del plan nuclear anunciado en diciembre del año pasado, y conducido por Demian Reidel, nuestro país busca desarrollar sus reservas de uranio, tanto para cubrir la demanda doméstica como para posicionar a la Argentina como exportador de elementos combustibles de alto valor agregado.




