En los últimos años, uno de los mayores dolores de cabeza del sistema nuclear argentino fue la paralización de una infraestructura clave, la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), ubicada en la provincia de Neuquén. La solución llega ahora de la mano de una empresa canadiense, que permitirá volver a producir agua pesada en nuestro país para abastecer a esta industria, que comienza a resurgir en todo el mundo.

El agua pesada es el nombre que recibe el óxido de deuterio. Su molécula (D2O) está formada por dos átomos de deuterio -un isótopo estable del hidrógeno- y uno de oxígeno. Se diferencia del agua común por su mayor densidad, y funciona como moderador y refrigerante en determinados modelos de reactores nucleares, ya que tiene menor capacidad de absorber neutrones, lo que permite mantener una reacción en cadena con uranio natural.
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Planta de agua pesada: una larga paralización, que llega a su fin
La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), ubicada en la localidad neuquina de Arroyito, es una instalación única en su tipo en el mundo. Inaugurada en 1993, con una capacidad de producción de 200 toneladas, permitió abastecer durante más de 20 años a las centrales nucleares de Atucha I, Atucha II y Embalse. Es gestionada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), una sociedad entre la CNEA y la Provincia de Neuquén.

En 2017, la planta debió someterse a una parada técnica que, en principio, debía permitir su reacondicionamiento para continuar la producción de agua pesada. Sin embargo, nunca volvió a reactivarse y, desde entonces, el país debió importar este insumo estratégico, principalmente desde Rumania.
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El acuerdo entre la CNEA y Candu Energy
Ahora, el acuerdo alcanzado por la CNEA con Atkins Réalis -y su controlada, Candu Energy– permitirá poner la planta nuevamente en marcha a partir de 2027. “En un mercado en crecimiento para 1000 nuevos reactores y la demanda de tecnología Candu, incluidas las modernizaciones y una nueva flota de reactores, permitirá invertir en capacidad de producción de agua pesada”, afirmó Joe St. Julian, gerente del sector nuclear de Atkins.

La tecnología Candu (sigla de Canada Deuterium Uranium) se encuentra difundida en todo el mundo, con 30 reactores en funcionamiento, entre ellos el de la central nuclear Embalse, en la provincia de Córdoba. La PIAP estaría en condiciones de proveer de agua pesada al mundo a partir de 2027, y hay gran expectativa en el sector de que esto pueda traducirse en nuevas inversiones y recuperación de fuentes de empleo en el sector nuclear.