China avanza con firmeza en su estrategia de generar energía limpia al instalar el núcleo del Linglong One (también conocido como ACP100), el primer reactor modular nuclear pequeño (SMR, por sus siglas en inglés) de carácter comercialmente relevante en tierra firme.
Desarrollado por la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) y ubicado en la provincia de Hainan, este reactor representa un nuevo paradigma en energía nuclear por su tamaño compacto, su alta seguridad, modularidad y posibilidad de múltiples aplicaciones.
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Cómo se ve el nuevo reactor nuclear de China
El Linglong One es un reactor de agua presurizada que genera 125 MW eléctricos. Integra en una sola unidad el vaso de presión, el generador de vapor y la bomba principal, un diseño pensado para simplificar la construcción: gran parte del ensamblaje se realiza en fábrica, lo que reduce tiempos y costos en el sitio.

El módulo se fabrica con alta precisión en plantas como la de Dalian, y luego se transporta completo al lugar de instalación. Cuando entre en operación comercial, a fines de 2025, se espera que produzca cerca de un millón de kilovatios por hora al año. Esto se traduce en energía suficiente para abastecer a 526 mil hogares. Además, podría evitar la emisión de 880 mil toneladas de CO₂, equivalente a plantar 7.5 millones de árboles.
El diseño modular de Linglong One permite una instalación veloz: se estima que puede reducir el tiempo de construcción en varios meses, gracias a su configuración prefabricada, y el reactor ya pasó la revisión de seguridad del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en 2016, siendo el primer SMR en recibir ese aval.
Se construye bajo un “diseño hundido”, lo cual significa que gran parte del núcleo está enterrado, reduciendo riesgos ante accidentes externos, por ejemplo, impactos, en caso de emergencias.
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La versatilidad del reactor lo hace útil no solo para generar electricidad, sino también para: calefacción urbana, producción de vapor para industrias, desalación de agua de mar e incluso plataformas flotantes o apoyo a la extracción de petróleo.
Su costo está muy por debajo del de reactores tradicionales: mientras uno de gran escala puede costar unos 2.800 millones de dólares, un Linglong One se estima en unos 5.000 millones de yuanes (alrededor de 700 millones de dólares), lo que facilita futuros proyectos en zonas remotas e incluso para exportación.
La instalación del núcleo modular, el llamado “corazón del reactor”, es un hito tecnológico: se eleva completo mediante grúas y se coloca en su estructura subterránea, similar a insertar un módulo de alta precisión en un sistema robusto.
Los beneficios y desafíos del nuevo reactor
En términos ambientales y energéticos, el Linglong One impulsa la ambición de transformar Hainan en una “isla de energía limpia” y fortificar el estatus de puerto de libre comercio para 2025, ofreciendo una fuente estable, baja en carbono y competitiva.
A nivel global, el éxito del proyecto chino puede catalizar la expansión de la tecnología SMR, abriendo mercados en regiones con infraestructura eléctrica limitada, islas, minas y plataformas marinas.

No obstante, la tecnología SMR todavía enfrenta escollos económicos y regulatorios. Aunque su prefabricación promete menores costos marginales, algunos analistas advierten que los costos por unidad aún pueden ser comparables a los de reactores convencionales debido a menor escala.
En China, donde el Estado subsidia buena parte de los gastos, estos desafíos resultan menos gravosos, pero en países con otros sistemas de financiamiento, el retorno de inversión puede ser más lento.




