El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) debió adoptar una serie de decisiones extremas para mitigar las consecuencias de las inundaciones en Bahía Blanca en el funcionamiento de la planta de General Cerri. Se optó por cortar el suministro a grandes usuarios, que cuentan con contratos interrumpibles, y se privilegió el abastecimiento de gas a hogares, hospitales, instituciones educativas y comercios.
El complejo de General Cerri se ubica sobre la Ruta Nacional 3. Allí, tal como informa Transportadora de Gas del Sur (TGS), se procesan líquidos provenientes del gas natural: etano, propano, butano, y gasolina natural, utilizados como combustible, y materia prima para la industria, tanto en el mercado interno como en el de exportación.

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Sin gas, las usinas térmicas pasaron a generar con combustibles líquidos
Según cifras oficiales del Enargas, el volumen transportado por el gasoducto Neuba II, que lleva el gas de la cuenca neuquina hacia el AMBA, se redujo en un 44%. La situación obligó a las usinas térmicas, por instrucción de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), a utilizar combustibles líquidos (gasoil y fueloil) para mantener el abastecimiento de energía. Cabe recordar que el 63% del parque generador eléctrico del país corresponde a la generación térmica.
Con con el descenso del agua, se reactivaron parcialmente los gasoductos Neuba I, Neuba II y San Martín, lo que ha ido regularizando el funcionamiento del sistema.

El Polo Petroquímico, afectado por las inundaciones
Por su parte, entre el jueves y viernes volverá a operar la planta de producción de fertilizantes de Profértil, que se encontraba paralizada desde el viernes 7 de marzo por falta de gas natural, su insumo principal. Ubicada en Ingeniero White, la planta, propiedad de YPF y de la canadiense Nutrien, abastece cuenta con una capacidad de producción de 1,4 millones de toneladas al año de urea granulada y 790.000 toneladas de amoníaco.
También se ha visto afectado el funcionamiento de otras instalaciones del polo petroquímico, como la refinería operada por Trafigura y las plantas de Dow y Unipar, así como las centrales termoeléctricas Guillermo Brown y Piedra Buena.