Este miércoles, mientras el presidente Javier Milei visitaba Bahía Blanca junto a su gabinete, se pudo ver a los hombres y mujeres del Ejército Argentino durante una de las últimas etapas del armado de un puente modular para colaborar en la asistencia a los bahienses.
Con la obra terminada (cuya estructura puede soportar tránsito pesado), las comunidades que estaban aisladas (a ambos lados del canal Maldonado) pudieron ser reconectadas.
¿Por qué es el Ejército el responsable de ese apoyo y cuáles son las características del trabajo que requiere el armado de un puente? DEF mantuvo un diálogo con un ingeniero de la Fuerza sobre este tema.
Los ingenieros del Ejército Argentino
En 2024, el teniente coronel Mario Humbert, entonces jefe del Batallón de Ingenieros de Montaña 8 de Campo de los Andes, Mendoza, recibió a este medio en esa unidad militar. Aquel encuentro reveló una de las características más valoradas de estas tropas, no solo en la Fuerza, sino en la incertidumbre de una crisis: la versatilidad.
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Como explicó el oficial del Ejército Argentino, para entender la razón de ser de estas tropas especializadas, hay que tener en cuenta que la Fuerza debe asegurar el desplazamiento de sus efectivos en todo tipo de terrenos.

Para eso, esta arma (nombre que reciben las distintas estructuras del Ejército según su función en el combate), posee materiales especiales y efectivos especialmente instruidos y equipados.
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“Nuestras funciones tienen tres finalidades: facilitar la maniobra, dificultar las del enemigo y mejorar las condiciones de la tropa en tiempos de campaña a través del armado de obstáculos, refugios y construcciones”. Por ejemplo, “le permitimos al efectivo de Infantería llegar a donde tiene que hacerlo y, a su vez, con la colocación de obstáculos, evitamos que el enemigo arribe a un punto del terreno”, contó Humbert.

El Ejército Argentino en la emergencia y en la reconstrucción
Asimismo, el entonces jefe del Batallón, detalló que los Ingenieros tienen un papel protagónico en la etapa previa a un movimiento operacional, ya que tienen que trabajar en la construcción y en la preparación territorial. En ese sentido, recordó que ese aspecto también tiene relevancia cuando se piensa en una actividad de apoyo a la comunidad: “Son cuestiones que son propias de los Ingenieros, como la planificación y la construcción de caminos (que comuniquen lugares estratégicos), instalaciones eléctricas, redes de agua, etc. En tiempos de guerra, se suma la organización del terreno con la instalación de obstáculos, fortificaciones, puentes o caminos. Finalmente, una vez que termina el conflicto, y se vuelve a la situación normal, inicia la fase de reconstrucción, donde también se colabora”.
En definitiva, los Ingenieros actúan en distintos tipos de escenarios -tanto en la paz como en la guerra- pues, si hay inundaciones, deberán desplegarse; si se debe potabilizar agua, también estarán presentes; y, si hay que transportar vehículos pesados en ferrocarril, serán los responsables del mantenimiento de las vías.
Y, como si todo ello fuera poco, también estarán presentes con sus máquinas viales. En ese sentido, Humbert detalló que, ante el requerimiento del armado de un puente, también deben remover obstáculos y preparar el terreno. Allí es donde tienen importancia las máquinas viales con las que trabajan.

Justamente, una de las tareas que los Ingenieros del Ejército están desarrollando en Bahía Blanca es la potabilización de agua.
Para ello, y con un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina, se trasladaron las máquinas que captan el agua y la vuelcan en un piletón de 5.000 litros para, luego, proceder a su clarificación y floculación a partir de productos químicos. Con ese trabajo, las partículas pesadas van abajo. Mientras, con la bomba se purifica y se obtiene el agua potable.
¿Por qué el armado de un puente es arriesgado?
Cabe destacar que para, los apoyos de ingenieros, el Ejército cuenta con diferentes modelos de puentes que son seleccionados según el obstáculo que se presente. Por ejemplo, en Bahía Blanca la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10 (unidad dependiente de la Brigada Mecanizada X, al mando del coronel mayor Martín Baroni) desplegó un puente Mabey compact, uno de los más modernos que posee la Fuerza.
Para eso, el personal debe realizar un reconocimiento previo. Con la situación definida, decidirán cuál es el mejor modelo para instalar.
Posteriormente, se procede al minucioso y arriesgado armado: “Siempre se trabaja en parejas de combate. Y, cuando se comienza, mientras hay personal que traslada material, otros permanecen en posición de ´rodilla a tierra`. El único que permanece de pie es el Jefe de Grupo. Eso se hace para no superponer los movimientos del personal y para no dificultar el tránsito en el lugar de trabajo. Otro detalle es que, en algunos sectores, quienes se desplazan lo hacen tomados de la mano para evitar accidentes durante el armado: de esa manera, con un simple apretón de manos, se puede alertar a la pareja de combate, porque puede ocurrir que el camarada no vio que una pieza (de varios kilos) está pasando y, de ocurrir, cualquier golpe es gravísimo”.

Por la extrema seguridad y los riesgos que corre el personal, desde el minuto en que un efectivo decide integrar esta arma del Ejército, comienza a practicar el armado y desarmado de un puente.
“Es algo muy técnico y no podemos fallar. Tras ingresar al Colegio Militar de la Nación y elegir el arma que integraremos, se sale de maniobras al terreno. En ese contexto, lo primero que vemos los efectivos de Ingenieros son los puentes, cuyas piezas pueden llegar a pesar casi 400 kilos. Por eso, algunas de ellas se cargan entre 20 efectivos. El armado de un puente está regulado, reglamentado y se debe respetar a rajatabla lo que está escrito”, señalaron desde Campo de los Andes.
El paso a paso del armado de un puente del Ejército Argentino
Con la decisión del modelo de puente ya adoptada, los ingenieros del Ejército proceden a su armado: “Los puentes se trabajan desde una orilla y se lanzan a la segunda. Se lo arma casi al completo y se lo empuja a partir del uso de unos rodillos que permiten que pueda llegar al otro lado. En la segunda orilla, del otro lado del curso de agua, se asienta”.
Finalmente, con el puente ya instalado, personal militar (o, en este caso, los ciudadanos de Bahía Blanca), pueden pasar de un lado a otro.
Otro aspecto importante es que para el armado, el personal militar trabaja en grupos y las piezas se distribuyen de manera adecuada para, en simultáneo, colocar los pisos, las paredes y las placas de calzada. “Cuando hay que empujarlo, se los llama a todos y, juntos, lo levantan y lo mueven”, explicaron.