El ministro de Defensa argentino, Luis Petri, participó -de manera virtual- de la 10ma Conferencia de Seguridad Hemisférica, organizada por la Fundación TAEDA y por el Instituto Jack D. Gordon de Políticas Públicas en la Universidad Internacional de Florida (FIU) en Miami, Estados Unidos.
Ante el público presente en la Conferencia, el titular de la cartera de Defensa habló sobre el proceso encarado desde la asunción del presidente de la Nación, Javier Milei, y que guarda estrecha relación con el presente y futuro de las Fuerzas Armadas: los cambios que se produjeron en las políticas de defensa y que están vinculados con la modernización (de equipamiento y doctrina) y un proceso de reforma y respaldo a las FF. AA.

Las limitaciones de las Fuerzas Armadas argentinas
“El punto de partida sobre el cual asumimos la gestión, el 10 de diciembre del 2023, tuvo un fuerte compromiso con nuestras Fuerzas Armadas, pero también con desafíos hemisféricos regionales y locales”, sostuvo Petri, quien también reconoció que, durante los últimos 40 años se vivieron dos etapas, una que inició luego de la Guerra de Malvinas, desde la recuperación de la Democracia, y llegó hasta el año 2003: “Esa estuvo marcada por la búsqueda de estabilización democrática y buscó desfinanciar a las FF. AA. para evitar cualquier tipo de involucramiento o injerencia”.
Según el ministro de Defensa de Javier Milei, en ese período se limitaron las capacidades operativas de la estructura militar e, incluso, se dictó una ley de Defensa en el año 1998 que no consideró el futuro del aparato castrense. Por el contrario, “a partir de las reminiscencias hacia el pasado limitaba el accionar de las Fuerzas Armadas”.

En cuanto a la segunda etapa, que fue desde el 2003 hasta el año 2023, Petri dijo que estuvo marcada por la gestión de los gobiernos kirchneristas y la “demonización de las FF. AA”. Durante este tiempo, advirtió, se restringió al mínimo las posibilidades de accionar militar y se limitó a las Fuerzas a una supuesta intervención ante amenazas y agresiones estatales externas: “Nosotros buscamos ampliar el ámbito de actuación de las Fuerzas Armadas involucrándolas en problemas reales. Queremos cambiar el norte de las políticas de defensa de nuestro país. Queremos que esté orientado a la custodia, a la preservación y a garantizar los intereses vitales de la patria”.
El F-16 y el control del Mar Argentino
Para el ministro Petri, las Fuerzas Armadas tienen misiones relevantes para nuestro país, como la preservación de la soberanía en los mares. En ese sentido, recordó las amenazas que representan las flotas extranjeras que, tras invadir la Zona Económica Exclusiva, depredan nuestros recursos ícticos.
En esa línea, subrayó que es clave que la Armada Argentina y la Prefectura puedan tener capacidad de monitorear y vigilar a esos busques pesqueros. Por esa razón, recordó, una de las apuestas fue incrementar las horas de navegación e incorporar aviones con radares para ampliar el monitoreo. “Logramos reestablecer un contrato con Noruega (que estaba caído) para adquirir tres aviones P-3 Orion que nos permiten hacer un control efectivo, que vamos a reforzar con, por ejemplo, monitoreo satelital y con drones”, dijo.

Con respecto a los avances en la Fuerza Aérea Argentina, Petri se refirió a la adquisición de los F-16 como una “compra trascendental y la más importante de los últimos 40 años”.
Según el ministro, la compra se hizo a Dinamarca e involucró también a Estados Unidos.
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“El F-16 nos garantiza la custodia y el control de los espacios aéreos soberanos de nuestro país”, sostuvo y contó que en el último tiempo se logró llevar adelante interceptaciones exitosas de avionetas narcos: “Fue producto de un trabajo conjunto entre la Fuerza Aérea, la Gendarmería y la justicia”.
Seguridad y defensa: militares en la frontera
En esa línea, Petri reconoció que, así como se habían logrado avances en el control y vigilancia del mar y del espacio aéreo nacional, apostaron a hacerlo en el territorio: “Teníamos que hacerlo en la frontera. Por eso en diciembre de 2024 salió un decreto, el 1.112, que no solamente permite intervenir ante agresiones no estatales (como son las provenientes de grupos terroristas o paramilitares) sino que nos da la capacidad de proteger y defender objetivos estratégicos, en tiempos de guerra y, fundamentalmente, en tiempos de paz”.
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Al respecto, el Ministro también se refirió a la tarea de custodia y control de la frontera: “Tenemos una frontera de 800 kilómetros con Bolivia y 1.800 kilómetros con Paraguay. Eso supone un gran desafío en pos de completar las tareas que lleva adelante la Gendarmería Nacional, que es una fuerza militar intermedia que reclama y requiere del acompañamiento y la coordinación por parte del Ejército”, sostuvo el ministro.
“10 mil hombres de tres regimientos del norte del país se van a apostar en las fronteras. No van a intervenir en centros poblados ni en paso legalmente habilitados: van a estar en lugares inhóspitos donde el desafío es evitar que el crimen organizado y el terrorismo internacional transgredan nuestras fronteras. Por eso creemos que es trascendental avanzar en materias como ciberdefensa y en la incorporación de los procesos de inteligencia artificial para optimizar los recursos de las Fuerzas Armadas”, detalló.

“Hay que abandonar la neutralidad”
En la Conferencia de Seguridad Hemisférica, el ministro de Defensa argentino insistió en que hay que “abandonar la neutralidad” que, en el pasado, asumió la Argentina. “El país no condenó, por ejemplo, los atentados y a las organizaciones terroristas que los cometían. En el año 1992 y en 1994 la República Argentina sufrió atentados terroristas que nuestra justicia determinó que fueron cometidos por Hezbollah y por Irán”, añadió, no sin antes contar que considera que Israel es la última trinchera de la humanidad contra la bestialidad del terrorismo: “defiende los valores de la vida, de la libertad y de Occidente. Y, así como condenamos al terrorismo, planteamos reforzar nuestra relación con Estados Unidos. Y, a la hora de acrecentar nuestra alianza, es que decidimos integrar el Grupo Ramstein de apoyo a Ucrania y nos comprometimos con la OTAN, postulándonos como socios globales. El mundo reclama países cooperantes, colaborativos y que trabajen en conjunto para garantizar la paz”.
Durante sus palabras, Petri también recordó que en su gestión la Armada se unió a la Fuerza Marítima Combinada para lograr garantizar el tráfico y la seguridad marítima internacional. “Por eso organizamos el Congreso de Ministros de Defensa de las Américas, en donde logramos importantes consensos. Hemos tenido una diplomacia militar y una política de defensa internacional activa, coherente con los desafíos que nos impone el mundo. Claramente, nosotros estamos en un proceso de recuperación económica que es histórico para nuestro país y que demuestra que este sendero de la libertad es el elegido por los argentinos”, agregó.
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La estrategia de las FF. AA. para el Atlántico Sur
Consultado por el analista internacional Fabián Calle, el ministro de Defensa se refirió al Atlántico Sur, los pasos estratégicos y el papel de Argentina como hub hacia la Antártida: “Primero, tenemos que considerar nuestro inclaudicable reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas ante la ocupación ilegítima. Eso está claro y vamos a seguir manteniéndolo. En segundo lugar, tener en cuenta los flagelos comunes que tienen los países con litoral marítimo -en el Pacífico o en el Atlántico- respecto de la pesca ilegal y la necesidad de rediscutir las normas internacionales para evitar la depredación. Una tercera cuestión tiene que ver con nuestras posibilidades en el Atlántico Sur, pues una de las prioridades de nuestra gestión es la construcción de la Base Naval Integral en Tierra del Fuego; un viejo proyecto de la Armada Argentina que está diseñado y presupuestado. El proyecto tiene tres etapas, la primera es el muelle; la segunda es la construcción de la base naval; y la tercera lo vinculado a infraestructura y dependencias de servicio”, contó.
A partir de allí, aclaró, la República Argentina puede avanzar en un hub logístico imprescindible en el Atlántico Sur. Y, para reforzar ese trabajo, se avanza en la seguridad y en la cooperación en la zona. “En 2024, entre otras cosas, se aumentaron la cantidad de ejercicios navales. Eso nos parece trascendental a la hora de ser cooperativos, colaborativos y adiestrar con los países que tienen preocupaciones e intereses comunes en el Atlántico Sur”, respondió.

Avances en ciberdefensa
Más tarde, fue el director ejecutivo general de TAEDA, Juan Ignacio Canepa, le consultó al titular de Defensa argentino sobre los esfuerzos que se están llevando adelante en materia de ciberdefensa.
“Estamos trabajando con Estados Unidos. Se firmó un convenio de colaboración en ciberdefensa. Estamos actualizando nuestros sistemas. Hubo una fuerte inversión con motivo de la realización del G-20. Posteriormente, esa inversión en software, en licencias, no se renovó por la anterior administración. Creemos que es uno de los espacios que hay que fortalecer y decididamente estamos trabajando, no solamente a la hora de robustecer nuestro hardware y software, sino también en nuestra legislación. Hay una serie de resoluciones, disposiciones normativas, que necesariamente tenemos que actualizar porque claramente las posibilidades de recibir ataques, particularmente en infraestructuras críticas, está a la orden del día y, por lo tanto, tenemos que estar a la altura de las circunstancias”, respondió.
Asimismo, insistió en que la ciberdefensa es un área en la que las Fuerzas Armadas deben estar presentes.

Presencia de China en Argentina
Otra de las consultas dirigidas al ministro Petri la realizó Andrés Fidanza y se relacionó con la influencia de China en la región.
“La presencia de China es conocida por todos. En Neuquén hay una base que existe a raíz de un convenio que se realizó en el año 2014, durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner. Por 50 años ellos tienen la posibilidad de monitorear el espacio profundo. Claramente se hicieron adendas previas a que llegara este gobierno: se estableció, de común acuerdo, que no se trataba de una base con objetivos militares, sino científicos. Es monitoreada permanentemente, particularmente a partir de esta gestión, respecto de que cumpla con el cometido para el cual fue acordada su instalación”, aclaró.
Además, Luis Petri habló de que la presencia china se hace visible respecto a la matriculación de los pesqueros más allá de la milla 200: “El 90% de ellos son de China. Quiere decir que la presencia está dada por una multiplicidad de factores. Claramente en los últimos años ha crecido exponencialmente”.