“Las actuales operaciones de paz están diseñadas principalmente para entornos físicos y descuidan, en gran parte, la dimensión digital de los conflictos, lo que pone en evidencia la necesidad de una actualización“, advierte el experto de la consultora emiratí TRENDS Research & Advisory, Noor Al Mazrouei.
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En ese marco, surge el concepto de “cyber peacekeeping”, que hace referencia al “mantenimiento de la paz cibernética”. Apunta, como explica este especialista, a la preservación del orden frente a disputas o ataques que se trasladan al ámbito digital. Representa, según señala, “una evolución pragmática en la prevención de conflictos dentro de un entorno donde las fronteras son difusas y los tiempos se acortan”.

Paz cibernética: cómo contrarrestar el accionar de atacantes enmascarados
Para garantizar la paz cibernética, Al Mazrouei considera importante “establecer canales abiertos que difundan normas de ciberseguridad, buenas prácticas y guías de cooperación entre los Estados miembros de Naciones Unidas”.
“Al contar con referencias comunes y una base de confianza mutua, más actores podrían involucrarse desde las etapas iniciales, evitando que un incidente escalase hasta convertirse en un conflicto de mayor envergadura”.

Entre las mayores dificultades que presenta el ciberespacio, se encuentra el problema de la no atribución de los ataques y el “enmascaramiento” de las actividades maliciosas “conectando infraestructuras, usurpando identidades y operando en jurisdicciones que complican los procedimientos y entorpecen la recopilación de pruebas”.
“En escenarios donde la identificación de los responsables es incierta, las acciones que dependen de señalar a los culpables pierden efectividad”, advierte Noor Al Mazrouei. “Las familias de malware y las tácticas evolucionan con rapidez”, añade, y recuerda que “una misma herramienta básica puede emplearse un día para actividades de espionaje y, al día siguiente, para llevar a cabo acciones destructivas”.

De qué manera se puede fortalecer la resiliencia digital
“Para fortalecer la capacidad y la resiliencia, es fundamental implementar diversas medidas estratégicas”, sugiere Al Mazrouei. La prioridad, señala, es “el diseño de sistemas de defensa en múltiples niveles” y la “adopción de respuestas pragmáticas y proactivas”.
Por otro lado, propone manejar estas amenazas complejas con equipos multidisciplinarios, integrados por profesionales que incluyan ingenieros de redes, analistas de inteligencia en amenazas, asesores legales y diplomáticos.

Y, en tercer lugar, sostiene, “es relevante mejorar la capacidad técnica”. Agrega que para garantizar comunicaciones seguras, es necesario el uso de infraestructura de clave pública, que permite el cifrado de los datos que se intercambian.
“A medida que el ciberespacio continúa influyendo en los modelos de gobernanza, resulta crucial adoptar estrategias comprensivas y flexibles que garanticen una coordinación efectiva bajo la supervisión internacional, garantizando así la seguridad del futuro digital”, concluyó el analista emiratí.