En las profundidades del Atlántico Sur, cerca del noroeste de la Isla Gran Malvina, se identificó una estructura geológica que podría reescribir capítulos fundamentales de la historia de la Tierra. Este hallazgo, conocido como el “Cráter de Impacto Malvinas“, sugiere la posibilidad de un evento cataclísmico ocurrido hace aproximadamente 252 millones de años, coincidiendo con la extinción masiva del Pérmico-Triásico, también llamada la “Gran Mortandad”.
El geólogo argentino Maximiliano Rocca, en colaboración con expertos internacionales, estuvo investigando esta anomalía desde principios de la década de 2000. Utilizando mapas de anomalías gravimétricas y magnéticas, identificaron una estructura circular de aproximadamente 250 kilómetros de diámetro, sumergida bajo las aguas cercanas a las Islas Malvinas. La formación presenta características similares al cráter de Chicxulub en México, asociado con la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años.
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Malvinas: cómo es el cráter y en qué afectaría a la geología
La estructura muestra un anillo de valores gravimétricos positivos que rodea un centro con valores negativos, una firma típica de cráteres de impacto. Además, se detectó una anomalía magnética positiva en el centro, denominada por Rocca como la “Rosa de las Malvinas” debido a su forma en los mapas. Estas características sugieren que la estructura podría ser el resultado del impacto de un asteroide o cometa de aproximadamente 15 kilómetros de diámetro.

Frente a este descubrimiento, Claudio Parica, presidente de la Academia de la Antártida y del Consejo Superior Profesional de Geología, en conversación con DEF, indicó que esto suele suceder cuando un cuerpo ingresa a la atmósfera: “Cuando un meteorito impacta contra el terreno, tiene una alta carga de energía y da lugar a un cráter”.
El reconocido investigador y geólogo también explicó que puede variar el impacto en función de sus dimensiones. Si bien el tamaño, la masa y la velocidad del objeto son determinantes, la superficie del terreno también puede afectar en gran parte.
Por otro lado, Parica también aclaró que el impacto al ambiente puede variar. “Si el meteorito tiene metales, a veces puede haber presencia de vidrio volcánico, pero muy acotado”. El especialista explicó que, a raíz del impacto, puede haber modificaciones en las rocas por la presión y temperatura, resultando en una fundición y enfriamiento que hacen propensa la aparición de estos vidrios.
Los pasos a seguir frente a este nuevo descubrimiento geológico

Si se confirma que esta estructura es un cráter de impacto, se podría relacionar con la extinción masiva del Pérmico-Triásico, donde desaparecieron alrededor del 90% de las especies marinas y el 70% de las especies terrestres. Este evento fue el fin de la era Paleozoica y el inicio de la Mesozoica, en donde se transformó la biodiversidad del planeta.
A pesar de la evidencia geofísica, la confirmación definitiva requiere perforaciones en el sitio para obtener muestras de rocas que puedan analizarse en laboratorio. Sin embargo, hasta la fecha, no se realizaron estas investigaciones, y las autoridades pertinentes no mostraron interés en financiar una expedición de este tipo. Este descubrimiento subraya la importancia de la investigación geológica en regiones poco exploradas y plantea preguntas fundamentales sobre los eventos que han moldeado la historia de la vida en la Tierra. La confirmación de este cráter como sitio de impacto podría proporcionar información valiosa sobre los mecanismos de extinción masiva y la evolución del planeta.