Las Fuerzas Armadas tienen, cada vez más, un rol central en las fronteras y en la seguridad nacional ideada por el gobierno de Javier Milei. La mayor asignación de recursos al Ministerio de Defensa y al Ministerio de Seguridad Nacional, y las nuevas políticas acompañan la rigurosidad de los controles fronterizos, sobre todo en los límites compartidos con Bolivia y Paraguay.
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Fuerzas Armadas: la Declaración de Clorinda selló el acuerdo con Paraguay
El ministro de Defensa, Luis Petri, y su par de la República del Paraguay, Óscar González, firmaron en Formosa un acuerdo bilateral que “fortalece la cooperación en materia de defensa y seguridad entre ambos países, con especial foco en la custodia de las fronteras y la lucha contra las organizaciones criminales”.
En la denominada Declaración de Clorinda, Argentina y Paraguay destacaron la necesidad de abordar en conjunto amenazas transnacionales como el narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas. Se acordó reactivar el Comité Argentino-Paraguayo (CAP) de Defensa y Seguridad Internacional como “espacio clave para la coordinación estratégica y el intercambio de información”.

Se evaluó la posibilidad de enviar 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y dotarlas de “tecnología interoperable”, como drones, sensores y radares que faciliten sus responsabilidades en la detección y prevención de actividad ilícita.
Los controles en frontera profundizan las diferencias con Bolivia
Por su parte, la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, lanzó el Plan Güemes para reforzar la frontera norte en Salta.
Con foco en los departamentos salteños de Orán y Aguas Blancas, la cartera de Seguridad Nacional dispuso una serie de medidas:
- Despliegue de fuerzas federales: 310 efectivos serán asignados a las áreas críticas, con una presencia intensiva en puntos estratégicos como el río Bermejo y la Ruta Nacional 34, conocida como la “Ruta de la Droga”.
- Estrategia de Abordaje Criminal Conjunta: se coordinarán esfuerzos entre fuerzas federales, provinciales y el Poder Judicial, incluyendo la colaboración con el Ministerio Público Fiscal, PROCUNAR y PROCELAC.
- Fortalecimiento del control en pasos fronterizos: en puntos como Aguas Blancas, se implementarán controles más rigurosos para prevenir actividades ilícitas y mejorar la seguridad de los habitantes.

El nuevo plan de Patricia Bullrich llevó a que, por primera vez en la historia, Salta cuente con una base de Prefectura Naval Argentina para reforzar la seguridad en la frontera norte.
En relación al último punto, se estableció un alambrado de 200 metros de extensión y 2,5 metros de altura en la zona fronteriza de Aguas Blancas y Bermejo con el propósito de combatir el narcotráfico y obstruir una de las vías del comercio ilegal.
En contraste con la colaboración del gobierno paraguayo, Bolivia reaccionó negativamente a las nuevas políticas fronterizas. “La frontera entre Bolivia y la Argentina es de más de 742 kilómetros lineales, estos 200 metros no responden ni al 0.026% y la historia nos ha enseñado que tarde o temprano todos los muros se caen”, manifestó el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo Del Castillo.
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La problemática de la frontera norte
La porosidad de la frontera norte no solo se expresa en delitos federales como narcotráfico y crimen organizado, sino en migración y contrabando.
En todo el 2024 y lo transcurrido del 2025, el SENASA decomisó más de 38 toneladas de productos agroalimentarios provenientes mayoritariamente de Brasil y Paraguay a través de Corrientes y Misiones.

Por otro lado, la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) aumentó los controles migratorios y de seguridad fronteriza durante el primer semestre de 2024 y se detectó un aumento sustancial del 125% de situaciones irregulares respecto al año anterior. Se realizaron 311 expulsiones de extranjeros en conflicto con la ley penal, sólo en los primeros seis meses, como resultado de los operativos e inspecciones.
El gobierno argentino delineó una estrategia conjunta a través de ministerios, direcciones y las fuerzas de seguridad para reforzar los controles fronterizos y debilitar las vías de inmigración ilegal, tráfico de drogas y contrabando. Las Fuerzas Armadas tendrán nuevamente un rol vital en la detección y prevención de delitos federales, principalmente en la frontera con Paraguay.