La revolución en la Fuerza Aérea Argentina (FAA) es inminente: en tres semanas llegan los primeros seis aviones F-16 -comprados a Dinamarca– al país y, con ese hito, la institución deberá poner en práctica toda la minuciosa capacitación que, durante largos meses, recibió el personal de pilotos y mecánicos que trabajarán con las aeronaves.
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Desde la Escuela de Aviación Militar, instituto de formación de donde egresan los futuros jefes de la Fuerza Aérea Argentina, DEF mantuvo un diálogo exclusivo con el brigadier general Gustavo Javier Valverde, titular de la institución. Desde Córdoba, el oficial no solo habló de los nuevos aviones, también se refirió a la presencia argentina en el espacio y al futuro de la Fuerza.

“El F-16 es el sistema que la Fuerza Aérea seleccionó y que el Presidente de la Nación decidió comprar”
-¿Cómo se prepara la Fuerza Aérea para la llegada de los F-16?
–La Fuerza Aérea se prepara para una gran incorporación que nos va a poder posicionar -en materia de defensa- en el cono Sur. Podremos trabajar con las Fuerzas Aéreas de otros países en actividades operativas.
El F-16 que llegará a Argentina, tracciona a todas las especialidades de la FAA, porque todas tienen que integrarse a ese sistema.
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-¿Cómo será esa integración?
-El F-16 tiene una gran capacidad para dialogar con todos los sistemas. Además, operar esta aeronave requiere no solo de un piloto, sino también de un mecánico que lo asiste, un soldado que le brinda seguridad, personal que carga la información necesaria para que todas las librerías de guerra electrónica estén operativas en el avión, gente de comunicaciones informáticas para que el F-16 se pueda comunicar con los radares (y viceversa). Es un sistema muy complejo que se conforma por todas las especialidades, por eso es realmente un gran desafío.

-¿Por qué, cuando hablan del F-16 en la Fuerza Aérea, todos los especialistas subrayan lo desafiante del sistema?
-Porque la Fuerza Aérea se está posicionando y dando un gran salto, que incluye capacitación muy importante. Y no es porque estaba desactualizada o atrasada, al contrario, la Fuerza venía trabajando en pos de la incorporación de un nuevo sistema de armas.
El F-16 es el sistema que la Fuerza Aérea seleccionó y que el Presidente de la Nación tomó la decisión de comprar. Entonces, nos estamos preparando para ese cambio que no solo incluye al personal que ya estamos formando, sino también al que estamos incorporando, como suboficiales y oficiales.
F-16: 5 de diciembre de 2025, fecha clave para los nuevos aviones
-¿Impacta esta adquisición en los institutos de formación que tiene la Fuerza Aérea?
-Sí, los institutos de formación están cambiando las curriculas para que, cuando egresen, tengan la formación necesaria y, como suelo decir, ese germen interior para que, cuando salgan y estén en las unidades, sepan lo que tienen que hacer y estén preparados para poder operar este gran sistema que vamos a incorporar.

-De acá al 5 de diciembre, que llega el avión, ¿qué es lo más difícil que les va a tocar atravesar?
-Creo que en este momento alcanzamos un 97% de los objetivos vinculados a la estructura y distintas dependencias que hubo que adecuar, remodelar y, algunas, construir a nuevo para que, inicialmente, el F-16 pueda operar en el Área Material Río Cuarto.
Va a ser complicado, por todo lo que supone, traer aviones desde Dinamarca a Argentina porque estamos separados por más de 14.000 kilómetros de distancia y existen, además, condiciones climatológicas opuestas. Para llegar acá, en verano, deberán cruzar el Ecuador y pasar por distintas situaciones de tormenta (que se puedan generar).

-¿Qué medios se emplearán?
-Es un desafío traer los seis aviones F-16, sobre todo en lo que respecta al apoyo logístico. Vendrán acompañados por un Hércules C-130 en tarea de SAR (Search and Rescue) y, además, participa el Boeing 737 de la Fuerza Argentina, donde irá todo el personal que brindará asistencia en las paradas técnicas. También tendremos otro C-130 alistado, en alerta, por si surge algún inconveniente vinculado a la necesidad de trasladar un repuesto (que ya los tenemos en Argentina). En ese supuesto caso, el avión saldrá al encuentro de los F-16, estén donde estén, y hará los trabajos para que las aeronaves puedan llegar en tiempo y forma. El 5 de diciembre los F-16 van a estar en Argentina.
Operación F-16, sin margen de error
-Por lo que me cuenta, no hay margen de error. ¿Es así?
-Están tomadas todas las previsiones, es parte de la planificación. Puedo asegurar que se calculó hasta el más mínimo detalle, como se hace con todas las operaciones militares. Pero, en este caso, fuimos más allá por lo que representa la llegada de los F-16 para la Nacón argentina: un compromiso asumido por el Presidente, por el Ministerio de Defensa, y por la Fuerza Aérea.
Queremos que la Nación se sienta comprometida, y creo que lo percibimos así: hay euforia por lo que va a recibir el país para la Fuerza Aérea. Así como nosotros nos sentimos orgullosos, también queremos que lo hagan todos los ciudadanos de nuestro querido país.

-Sobre la recepción de los F-16: ¿va a ser algo grande que, además, se pueda presenciar en distintos lugares?
-Va a ser una recepción importante porque todas las incorporaciones que hace la Fuerza Aérea se hacen con orgullo: supone un gran sacrificio por parte de una gran cantidad de personal. Va a ser una recepción trascendente en Río Cuarto, provincia de Córdoba, donde estarán las autoridades del más alto nivel, nacionales y extranjeras.
Hay que entender que el F-16 es una aeronave que opera en las distintas fuerzas del mundo, incluso en países de la OTAN. Entonces, hay niveles de seguridad que no permiten que todos puedan tener contacto directo con el avión. El país, ahora, tiene la gran responsabilidad de operar este sistema. Y seguramente, si Dios nos ayuda, podemos llegar a tener alguna sorpresa en alguna otra provincia para que se pueda ver algo del F-16.
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-El personal del Programa F-16 es muy reconcodio, incluso internacionalmente, por el trabajo realizado, ¿hay algo del ADN nacional en ese logro?
-Sí, toda la Fuerza Aérea Argentina está trabajando con sus distintas especialidades por el sistema de F-16 (y por el resto de los que tiene la Fuerza). O sea, la llegada del avión no significa que la institución deba paralizarse, de hecho, sigue cumpliendo todas sus actividades.
La incorporación nos va a dar un plus de capacidades para seguir creciendo y seguir proyectando a la Fuerza Aérea al futuro. ¿Y cuál es el ADN que tenemos todos los integrantes? El compromiso, el sacrificio, el sentido de pertenencia y, sobre todo, algo que aprendemos desde jovenes, cuando ingresamos a nuestros institutos de formación: el servicio a la Patria y al pueblo argentino. Que, su máxima expresión, se vio en la Guerra de Malvinas, cuando nuestros pilotos, mecánicos y soldados -dentro de los que están nuestros 55 héroes– dieron todo sin pedir nada a cambio. Y lo hicieron con la misma formación que, en el presente, tenemos todos nosotros.

“Muchas de las acciones en materia de defensa van a pasar por el espacio”
-Días atrás lanzaron un nuevo cohete, ¿cómo vive este nuevo hito?
-La Fuerza Argentina, desde siempre, tuvo dos áreas importantes que sustentan la operaciones: una es la que llevamos adelante, día a día, con nuestros sistemas de armas; la otra es la espacial, que es estratégica para el país porque nos proyecta más allá de donde llega la vista.
Consideramos que es importante estar presente en el ámbito espacial porque la tecnología avanza rápidamente y, de acá en adelante, muchas de las acciones en materia de defensa van a pasar por el espacio. Entonces, la Fuerza Aérea Argentina tiene que estar ahí, la República Argentina tiene que tener esa capacidad. Y eso es lo que estamos haciendo: los lanzamientos fueron exitosos, lo que nos permite continuar avanzando en esta campaña espacial para que, en un corto plazo, podamos incluir alguna carga y avancemos en microsatélites de comunicaciones de órbita baja.

-Con esa capacidad, ¿también se puede pensar en la fabricación de misiles?
–La defensa es disuasión. Un país tiene que tener Fuerzas Armadas profesionales y comprometidas para generar ese efecto. Argentina no tiene hipótesis de conflicto, pero tenemos que estar preparados.
En ese sentido, las capacidades que se desarrollan se hacen pensando en el futuro.
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-En esta oportunidad, se trasladó a la Escuela de Aviación para entregar un reconocimiento a los brigadieres que pasaron a situación de retiro, ¿por qué decidieron hacerlo?
-Es importante porque son muy pocos los oficiales de las distintas promociones de la Escuela de Aviación Militar que llegan a ostentar esa jerarquía. Y, en definitiva, es la que tiene la responsabilidad de conducir los destinos de la Fuerza Aérea Argentina.
Quisimos hacerlo en la Escuela de Aviación Militar porque cuando uno ingresa, llega a este instituto con una valija muy pequeña, cargada de emociones, incertidumbre y anhelo. Pero cuando pasan a retiro, como brigadieres, dejan huellas en la institución, son los más jovenes los responsables de seguirlas para continuar proyectando a la organización hacia el futuro, con el objetivo de ser una Fuerza Aérea presente, operativa, del siglo XXI, y, por sobre todo, preparada para los desafíos.




