Insumos fundamentales para la salud de miles de efectivos militares que, en este momento, cumplen misiones a lo largo y ancho del país, son elaborados por un laboratorio clave para la logística sanitaria de las Fuerzas Armadas. El organismo, que depende del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA., funciona bajo la órbita del Comando de Sanidad Conjunto, en el barrio porteño de Parque Patricios.
DEF estuvo allí y dialogó con el director de Sanidad Conjunto, el contraalmirante médico Alberto Hugo Croci, para poder conocer más sobre el trabajo silencioso que hacen los profesionales de ese organismo, los estrictos controles a los que se someten y, particularmente, sobre los desafíos en la producción y abastecimiento de insumos clave para las tareas de los efectivos militares que, además de decir presente en las fronteras, cumplen misiones humanitarias y asisten en las emergencias que tienen lugar en el territorio argentino.

La salud de los militares
En palabras del director de Sanidad Conjunta, el organismo que dirige tiene diferentes funciones. ¿La principal?, asistir y asesorar en la elaboración de políticas, planes y proyectos relacionados con la salud y el bienestar del personal militar.
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“La Dirección celebra, este año, su 25 aniversario. Para eso, tenemos que tener un conocimiento de las capacidades en salud que tienen las tres Fuerzas, tanto de los hospitales militares móviles como de las instalaciones fijas. Además, tenemos la capacidad de gestionar el Laboratorio Farmacéutico Conjunto y los Centros de Salud Mental Conjuntos”, contó el oficial médico, al tiempo que agregó que, desde hace un tiempo, se propusieron distintos objetivos, muchos de los cuales ya fueron concretados.
Un producto estratégico que revela la importancia del laboratorio de las FF.AA.
Uno de los objetivos mencionados por Croci fue la reactivación del Laboratorio Farmacéutico: “Tiene una primera planta, “Caseros”, que antiguamente pertenecía al Ejército Argentino; la segunda se ubica dentro de la I Brigada Aérea, en El Palomar. Esas son nuestras dos áreas de producción en cuanto al laboratorio”.

Cabe señalar que la reactivación del laboratorio coincide con la epidemia de dengue del año 2024. Por eso, en aquel entonces, el foco estuvo puesto en la elaboración del repelente como producto estratégico: “Somos militares y combatimos de diferentes formas. Además de las campañas de prevención, tenemos que contar con elementos para mitigar. El detalle es que este laboratorio contaba con una autorización, por parte de la ANMAT, para producción en campaña. Entonces, nos propusimos producir repelente. Finalmente, en junio de 2024 obtuvimos una primera producción. Cabe destacar que este artículo es cosmético, no farmacéutico”.
Enjuagues bucales, repelentes, antisépticos y desodorantes pédicos: elaborados por y para los militares
En cuanto a la producción del repelente, en la planta de Caseros el personal se encargó de todas las etapas de la producción. Por ejemplo, se analizaron las características que debía tener el envase y la calidad de las materias primas, se capacitó a los profesionales que estarían abocados a la elaboración, y hasta se hicieron campañas para conocer en profundidad el virus del dengue y la importancia de trabajar en ese producto como medio de prevención.

“Todos se pusieron al hombro este compromiso y fue por eso que, en pocos meses, obtuvimos nuestra primera producción. Eso fue un disparador muy interesante, porque pudimos llegar a todas las unidades de las Fuerzas Armadas y abastecer a los hospitales y barrios militares. Poco tiempo después tuvo lugar la inundación en Bahía Blanca, así que también pudimos enviar parte de la producción (además de alcohol en gel)”, recordó el contraalmirante, y agregó que están trabajando para contar con la habilitación definitiva (pensando exclusivamente en la elaboración de productos cosméticos) de la planta de Caseros.
Un dato relevante: desde el Laboratorio tienen capacidad para elaborar 5.000 repelentes por semana. “Es un número importante considerando la cantidad de efectivos de las FF.AA.”, adelantaron.
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Enjuagues bucales, desodorantes pédicos y algunos antisépticos están entre los objetivos del Laboratorio. “Estamos trabajando en el análisis de diferentes líneas de producción”, advirtió el oficial.
Un laboratorio de análisis de agua para las Fuerzas Armadas
Otro de los logros más importantes del último tiempo fue la instalación de un laboratorio enfocado en el análisis del agua a través de la incorporación de equipamiento de última generación.
“Podemos hacer el análisis físico-químico del agua y, por otro lado, el bacteriológico. Entonces, el agua que se consume, podemos evaluarla aquí. Este logro respondió a una necesidad que tenían los elementos militares. Algo muy importante: todo esto se hace gracias al personal de médicos, farmacéuticos y bioquímicos -tanto civiles como militares- con los que contamos”, dijo el contraalmirante.

Cabe señalar que, otro de los resultados fundamentales, fue haber avanzado en la incorporación de soldados especializados para profundizar el trabajo del Laboratorio. En este aspecto, se sumaron egresados -técnicos químicos- de una escuela secundaria de El Palomar: “Todos ellos están estudiando una carrera universitaria pero, además, ya tienen el título intermedio que les dio el colegio. Son ellos quienes trabajan con el equipamiento y bajo la conducción de nuestra directora Técnica, la vicecomodoro Silvia Paredes, y del director del Laboratorio, capitán de navío farmacéutico Claudio Brillaud-Mc Queen. La verdad es que pudimos conformar un gran equipo de trabajo, también con las subdirecciones Sanitaria, a cargo del capitán de navío médico Alejandro Taleb, y Operativa, cuyo responsable es el coronel Cristian Lauletta”.
Justamente, fue el capitán de navío Brillaud Mc Queen quien contó a DEF que el Laboratorio recibe las muestras de las distintas unidades militares: “En lo que respecta al análisis bacteriológico, se miden bacterias coliformes, la presencia de Escherichia coli, por ejemplo. También se realiza un análisis extra para evaluar la presencia de amoníaco, arsénico, plomo, hierro y flora”, contó el oficial farmacéutico, al tiempo que agregó que también se realiza un estudio físico-químico, con foco en aspectos como el pH, el cloro, y la alcalinidad, entre otras características a tener en cuenta.
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Mientras describe a DEF el escenario de trabajo, a su lado, los jóvenes técnicos químicos (que en el presente estudian carreras como medicina y física) avanzan con los análisis. Obviamente, allí también se desempeña personal con varios años de experiencia en el laboratorio. Uno de ellos contó que, en el pasado, el lugar realizaba investigación y producción biológica, como sueros antiofídicos y vacunas.

La producción de medicamentos, la proyección más importante
En palabras de Croci, uno de los objetivos más relevantes es avanzar en las obras de la planta de El Palomar, enfocada en la producción de medicamentos: “Donde se producen cosméticos no se pueden elaborar medicamentos. Por eso estamos mejorando la El Palomar”.
El dato: la ANMAT es el ente regulador y es el organismo que tutorea el cumplimiento de todas las normas que rigen la producción del Laboratorio de las FF.AA. En ese sentido, Croci fue contundente: “Es muy importante el control de calidad, tanto de la materia prima, como del producto intermedio y el final”.
Asimismo, el oficial contó que uno de los aspectos más importantes es que cuentan con un desarrollo científico y tecnológico relevante. Ello, y el recurso humano capacitado, son los valores agregados fundamentales de este organismo estratégico para el cumplimiento de las misiones que el personal militar cumple en cada despliegue.

De hecho, el contraalmirante advirtió que la Dirección también es la responsable de recibir y distribuir las vacunas (las que integran los planes de vacunación y aquellas específicas para las distintas misiones) que el Ministerio de Salud de la Nación envía.
Los Centros de Salud Mental
“Esta dirección tiene a cargo, seis Centros de Salud Mental Conjuntos distribuidos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Chaco, Curuzú Cuatiá (Corrientes), Córdoba, Puerto Belgrano (Buenos Aires), y Comodoro Rivadavia (Chubut). En ellos se brinda atención ambulatoria, integral y multidisciplinaria. Allí, un grupo de profesionales (de distintas ramas) está enfocado en el seguimiento y la contención del Veterano de Guerra de Malvinas y de sus herederos directos”, contó el director de Sanidad Conjunta.
Además, los centros también se ocupan de la evaluación psicológica del personal seleccionado para cumplir Misiones de Paz en el exterior o para ser desplegado en la Antártida.
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El Comando Sur de Estados Unidos en la Dirección de Sanidad de las Fuerzas Armadas
La Dirección también está enfocada en la formación de los efectivos: “Tenemos que capacitarnos en materia de medicina militar y táctica y en sanidad en combate. Este año hicimos el curso denominado “Tactical Combat Casuality Care”, dictado por el Comando Sur de los Estados Unidos. Se trata de una capacitación que tiene cuatro niveles, en abril se dictó el primero y, los 73 egresados que tuvimos se graduaron como instructores para continuar avanzando en las siguientes etapas”.
Obviamente, esa no es la única formación que brindan. Por ejemplo, además de cursos específicos en el manejo de equipamiento, en septiembre próximo, se realizarán las jornadas científicas de medicina militar y táctica (en conmemoración del 25º aniversario de la Dirección de Sanidad Conjunta). Momento en el que contarán con la palabra del personal de sanidad que participó de la Guerra de Malvinas y que fue parte de distintas Misiones de Paz.

En palabras de Croci, esta última instancia también es relevante porque, quienes están haciendo las residencias de salud en los hospitales militares, podrán presentar sus trabajos de investigación.
“Además somos parte del Comité Internacional de Medicina Militar, donde están representados 120 países. En mi caso, soy el delegado argentino. Es importante porque se estudian y publican los avances en la materia”, resaltó.
Médicos militares: ¿cuál es la motivación de los profesionales de Sanidad que ingresan a las Fuerzas Armadas?
Además del personal militar de carrera, las Fuerzas Armadas están integradas por profesionales de la salud. Son ellos los que atienden y cuidan a los soldados, tanto en tiempos de paz como de guerra. Nada nuevo, ya en La Ilíada, Homero habla de Machaón, un médico guerrero que, al caer herido, lo alejaron del combate para preservarlo, pues “un médico vale él solo más que muchos combatientes; él sabe sacar los dardos de las heridas y calmar con bálsamos suaves los sombríos dolores”.
Croci es uno de esos profesionales: “Es una combinación muy linda. No quiero ser autorreferencial. Sí recuerdo que, cuando de pequeño, me preguntaban que quería ser de grande, yo respondía “médico y marinero”. Cuando terminé mis estudios de medicina, ingresé a la Armada, Fuerza que me dio muchas posibilidades. Hoy desempeño una tarea específica que requiere de alguien capacitado en salud”.
En palabras del contraalmirante (especialista en medicina nuclear y, posteriormente, formado en gestión) en un presente en el que el ámbito de la salud es cada vez más interdisciplinario, es fundamental contar con personal capacitado. Por ello, recordó, las FF. AA. suman a sus estructuras médicos, farmacéuticos, enfermeros, bioquímicos e, incluso, veterinarios y psicólogos.