La bandera argentina flamea en las instalaciones de la Dirección de Arsenales 601, en la localidad de Boulogne, a unos pocos kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La suave brisa apenas apacigua las altas temperaturas que anticipan el verano. Sin embargo, el calor no detiene a los hombres y mujeres que, de uniforme de combate, esperan la presentación de los nuevos vehículos Strykers 8×8 adquiridos por el Ejército Argentino a Estados Unidos. Tienen un motivo para estar ahí, y no lo esconden: quieren ser parte de la recepción.
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No falta nadie en este cuartel: están los cadetes y aspirantes del Colegio Militar y de la Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral” y, además, los Patricios con sus emblemáticos uniformes de galera. En el ambiente se respira expectativa: hace décadas que el Ejército Argentino esperaba la llegada de un vehículo de estas características para asegurar el transporte de su tropa en un campo de combate. Además, en tiempos de paz, los efectivos deben movilizarse en las amplias distancias de nuestro país -octava geografía del mundo- para poder decir presente en los adiestramientos y actividades operacionales que realizan a lo largo y ancho de Argentina. No sólo eso, también es un blindado fundamental para poder dar apoyo a la comunidad ante emergencias, no hay que olvidar que, cuando en el Sur comienzan las fuertes nevadas, los M113 (otro tipo de vehículo que tiene la Fuerza para el transporte de sus efectivos) se convierten en protagonistas obligados de las postales en cada evuaciación.

¿Por qué hay tanta expectativa? Pocas cosas aceleran la sangre como el rugido de un blindado que, en su interior, traslada a quienes marchan sedientos de gloria y dispuestos a darlo todo -incluso la vida- si la misión lo requiere. Basta imaginar la aparición de un coloso de 19 toneladas y acero, para sentir las emociones que puede provocar la vibración del suelo mientras avanza. Sin lugar a dudas, un vehículo de este tipo impone respeto. Para un soldado, es un aliado clave en el combate, no solo genera protección, sino precisión en los ataques.
Una ceremonia marcada por el anuncio de las nuevas autoridades de las Fuerzas Armadas
Al caer la tarde, en la Dirección de Arsenales del Ejército Argentino hicieron su aparición los Strykers escoltados por drones tácticos. Desde la Fuerza sintetizaron: la presentación simbolizó el núcleo de modernidad de los nuevos vehículos de combate, pues en ellos converge todo un sistema que incluye plataformas blindadas, sensores, sistemas antidrones y capacidades de vigilancia multidominio.
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Simultáneamente, las autoridades ocuparon sus lugares: el ministro de Defensa, Luis Petri, a la cabeza. Junto a él, el jefe del Ejército Argentino (proximamente, titular de la cartera castrense), el teniente general Carlos Alberto Presti.

Por supuesto, también acompañaron la ceremonia, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el brigadier general Xavier Julián Isaac; y los titulares de la Armada y de la Fuerza Aérea, el almirante Carlos María Allievi y el brigadier mayor Gustavo Javier Valverde, respectivamente. Además, dijeron presente en Boulogne, el embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, y las autoridades de la empresa General Dynamics Land Systems (GDLS).
Un dato, para nada menor: con el cierre de la ceremonia, una publicación del próximo ministro de Defensa, el teniente general Carlos Alberto Presti, en su cuenta de X, anunció los nuevos cambios en la cúpula castrense. Según lo difundido, el general Oscar Zarich será quien lidere el Ejército Argentino; el vicealmirante Marcelo Alejandro Dalle Nogare estará al frente del Estado Mayor Conjunto de las FF. AA.; el vicealmirante Juan Carlos Romay será el jefe de la Armada; y, finalmente, el brigadier mayor Gustavo Javier Valverde continuará al frente de la Fuerza Aérea.

Así son los nuevos Strykers del Ejército Argentino
Al comenzar, uno de los grandes protagonistas de la llegada de los Strykers, tomó el micrófono y, al referirse a los nuevos blindados, fue contundente: “Tiene letalidad para combatir y destruir objetivos”. ¿La voz?, la del teniente coronel Lucas Merlos, jefe del Regimiento de Infantería 6, unidad del Ejército Argentino que, desde la localidad pampeana de Toay, operará los blindados comprados a Estados Unidos.
Además, Merlos habló de las capacidades de movilidad táctica, rápido despliegue, desplazamiento de potencia de fuego, de protección, vigilancia multidominio, y de batir blancos con precisión que traen los blindados. Asimismo, subrayó una cualidad de los Strykers: son vehículos probados en combate. Un detalle que, en cualquier Fuerza Armada del mundo, es sumamente valorado.

“Junto con la tripulación, los Strykers conforman un sistema de armas”, concluyó el oficial que, desde ahora, tendrá el desafío de consolidar su unidad de Infantería.
Peter Lamelas: “Es un día importante para Argentina, para Estados Unidos y para nuestra alianza de seguridad”
“Argentina adquirió una flota de ocho vehículos Strikers, un paso muy importante para modernizar la defensa nacional”, abrió sus palabras el embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas, quien también señaló que este tipo de blindado es mucho más que un vehículo: “Es una capacidad de transformación”.

Para el diplomático, desde ahora el Ejército Argentino podrá proteger todo el país, responder a desastres y cumplir con los compromisos de los aliados. “Este es un día importante para Argentina, para los Estados Unidos, y para nuestra alianza de seguridad”, subrayó, al tiempo que, al dirigirse al teniente general Presti, sostuvo: “Esperamos trabajar juntos para continuar nuestra importante alianza”.
¿Qué dijo el teniente general Presti, el elegido para suceder a Luis Petri en el Ministerio de Defensa?
“Es una satisfacción y un privilegio presidir esta ceremonia”, aclaró, por su parte, el teniente general Carlos Alberto Presti -todavía jefe del Ejército hasta que, en pocos días, asuma frente a la cartera de Defensa- al tomar la palabra.

Para la máxima autoridad de la Fuerza, la incorporación de los vehículos de combate blindados a rueda 8×8 Stryker constituye un hecho de relevancia institucional, pues es la “concreción de un proyecto estratégico postergado durante mucho tiempo”. Justamente, el oficial contó que el Ejército Argentino lleva años trabajando (con evaluaciones técnicas exigentes) en pos de una incorporación que responda a las necesidades operacionales: “Esta adquisición es un nuevo sistema de armas y, ante todo, un paso firme y concreto en el anhelado camino de la modernización y equipamiento. También significa romper con años de inercia”, aclaró, no sin antes señalar que, por primera vez en la historia, su Fuerza dispone de una plataforma moderna, versátil y apta para complejos escenarios operativos actuales y futuros.
“Estos vehículos tuvieron un efecto multiplicador sobre la motivación de nuestros hombres y mujeres. Ver el rostro de los oficiales, suboficiales y soldados de la Xma brigada mecanizada al tomar contacto con el nuevo material, resulta sumamente gratificante. Para ellos, esta incorporación debe ser una muestra concreta de que el Ejército crece, se moderniza y avanza decididamente hacia el futuro; que el esfuerzo cotidiano que realizan por ser mejores soldados tiene sentido; y de que la institución trabaja para brindarles las herramientas necesarias para cumplir acabadamente con la misión”, cerró.

19 toneladas que garantizan la paz y la libertad
A Presti lo siguió el ministro de Defensa Luis Petri, funcionario que comienza a despedirse de la cartera: “Es un momento muy particular porque culmina una gestión, después de dos años, y continúa otra que va, sin lugar a dudas, a profundizar el camino que venimos llevando adelante con el presidente Javier Milei”. Además, el diputado electo, destacó la compra realizada para el Ejército Argentino y celebró que, hace pocas semanas, su Ministerio sumó un avión P3 Orión para que la Armada Argentina pueda custodiar la milla 200 y la Zona Económica Exclusiva y que, este viernes, llegan los F-16.

“Cada uno de estos vehículos representa 19 toneladas de paz para los argentinos”, dijo desde Boulogne, al tiempo que advirtió que, desde que asumió frente a la cartera, buscó romper con años de desinversión en equipamiento y que, además, apunta a establecer alianzas: “Queremos profundizar la relación con Estados Unidos, queremos transformarnos en el socio estratégico más importante del hemisferio Sur”.
“Cuando existe voluntad política, se puede equipar, adiestrar, entrenar, y contar con Fuerzas Armadas infinitamente mejores”, dijo Petri, no sin antes aclarar que, en pocos días, se despide de la cartera. Pero, sostuvo, será desde la Antártida. ¿Los motivos de su elección? “Argentina es el principio del mundo, por eso vamos a ir allí, porque estamos en ese lugar desde 1904, somos quienes más bases tenemos y porque tenemos que dejar de vernos como el fin del mundo para empezar a pensarnos como una Argentina grande”, explicó.

Cabe destacar que, al cierre de sus palabras, los cuatro vehículos Strykers que se suman a la Fuerza (a la espera de que, proximamente, arriben los restantes) desfilaron frente a las autoridades y exhibieron sus capacidades.
¿Cuántos efectivos puede llevar y qué armento tiene el Stryker del Ejército?
A bordo de uno de los Strykers, el cabo primero Nicolás Casanova, efectivo del Arma de Infantería del Ejército Argentino, explicó a DEF que, en cada uno de los vehículos de combate pueden ir hasta 11 personas.

¿Quiénes son los que suben en caso de conflicto? “Un grupo de tiradores, el conductor y el apuntador del arma vehícular”, respondió. No sin antes aclarar que, el nuevo Stryker, está armado: tiene una ametralladora M2 QCB calibre 12,7 milímetros, una de las más potentes del mundo de acuerdo con los espacialistas, pues, incluso, es altamente efectiva contra vehículos blindados. “La podemos utilizar de forma remota o con el uso de un Joystick, dentro del vehículo. También podemos emplearla de manera manual”, aclaró.
“También se puede utilizar desde el vehículo una MK19, que es un lanzagranada de 40 milímetros”, detalla sobre las capacidades del Stryker.
Cabo primero Nicolás Casanova: “Uno de mis anhelos era poder formar parte de algo como esto”
¿Sos conductor motorista?, le pregunta DEF a Nicolás Casanova, el cabo primero que, desde hoy, pasa a formar parte de las tripulaciones de los nuevos Strykers. “No, soy de Infantería”, responde orgulloso pues, se sabe, que esta Arma del Ejército Argentino no es para cualquiera, pues son quienes, en caso de combate, deberán ser parte de la primera línea. Es decir, los primeros que se enfrentarán, si es necesario, cuerpo a cuerpo con el adversario.

“Este es el primer blindado al que puedo subir. Honestamente, siento mucha emoción, entusiasmo y alegría de poder hacerlo”, confiesa.
Desde arriba del Stryker, Casanova cuenta que tiene 31 años y es oriundo de Puerto Madryn, provincia de Chubut: “Primero fui soldado y, luego, me hice suboficial tras pasar por la Escuela “Sargento Cabral” Desde ese momento ya se hablaba de este futuro que hoy nos toca estar viviendo. Justamente, uno de mis anhelos era poder formar parte de algo como esto que, en el presente, pasa a formar parte de la historia”.
Para pasar en limpio, Nicolás ingresó al Ejército Argentino con la intención de terminar sus estudios secundarios y, además, sumarse a una oportunidad profesional caracterizada por la aventura. Es cierto, quién diría que ese joven que, hace tan solo algunos años se sumó como suboficial, terminaría siendo parte de la tripulación de uno de los blindados más modernos que existen en el mundo.

“Me llamó mucho la atención la Infantería por este tipo de actividades, era donde yo quería estar y, por suerte, lo pude hacer. Una vez que ingresé, elegí como destino el Regimiento 6, que está en Toay, provincia de La Pampa, porque sabía que pertenecía a la Fuerza de Despliegue Rápido y que, entonces, siempre iba a poder participar de este tipo de actividades operacionales”, cuenta.
¿Qué te pasó cuando te seleccionaron para ser parte de este momento? “Una satisfacción enorme. Hace mucho tiempo lo veníamos esperando”, responde bajo su casco y unos lentes tácticos que dan muestras del equipamiento que requiere un efectivo de la Fuerza para entrar en combate.




