El Tratado de No Proliferaciรณn (TNP) y el rรฉgimen de salvaguardias vigente no han impedido que nuevos paรญses se sumen a la carrera armamentista. Las luces y sombras del rรฉgimen vigente, en la mirada de los expertos y de losย policy makers.
Informe publicado en la Ediciรณn Nยบ 91 de DEF (Julio-Agosto 2013)
A mรกs de cuatro dรฉcadas de su entrada en vigencia, el Tratado de No Proliferaciรณn (TNP) aรบn no ha conseguido cumplir cabalmente su objetivo. Este instrumento fue fruto del compromiso alcanzado a partir de las deliberaciones de la Asamblea General de Naciones Unidas, que en noviembre de 1965 aprobรณ la resoluciรณn 2028 (XX) por la cual se instaba a todos los Estados a tomar โlas medidas necesarias para la rรกpida concertaciรณn de un tratado para prevenir la proliferaciรณn de las armas nuclearesโ como โpaso hacia la consecuciรณn del desarme general y completoโ. En conversaciรณn con DEF, el analista espaรฑol Vicente Garrido Rebolledo, director del Instituto de Cuestiones Internacionales y Polรญtica Exterior (Incipe), recuerda que el concepto de no proliferaciรณn contemplado en la mencionada resoluciรณn era โel mรกs general de todos los manejados hasta la fechaโ, ya que abarcaba simultรกneamente el aumento del nรบmero de armas atรณmicas en manos de las potencias nucleares reconocidas (โproliferaciรณn verticalโ) y la fabricaciรณn y obtenciรณn de tales armas por los paรญses no nucleares (โproliferaciรณn horizontalโ).
Las negociaciones concluyeron en julio de 1968, con la aprobaciรณn del TNP, que entrarรญa en vigencia el 5 de marzo de 1970 con una validez de 25 aรฑos. En sus considerandos, reafirmaba el derecho de todos los Estados a acceder a โlos beneficios de las aplicaciones pacรญficas de la tecnologรญa nuclearโ, al tiempo que proclamaba la โintenciรณn de lograr lo antes posible la cesaciรณn de la carrera de armamentos nucleares y de emprender medidas eficaces encaminadas al desarme nuclearโ. El tratado, que consta de once artรญculos, fue prorrogado de manera indefinida en 1995. Los รบnicos tres Estados que aรบn no han adherido al TNP son Israel, India y Pakistรกn, en tanto que Corea del Norte decidiรณ retirarse en 2003.
TNP: ยฟUN SISTEMA DISCRIMINATORIO?
El Tratado de No Proliferaciรณn (TNP) adolece, segรบn sus crรญticos, de un pecado original: la divisiรณn del mundo entre un grupo de paรญses a los que se les reconoce a priori la posesiรณn de armas nucleares โEE.UU., Gran Bretaรฑa, Francia, China y la Federaciรณn Rusa como sucesora de la Uniรณn Soviรฉtica en su calidad de potencia nuclear,โ, y otro conjunto de naciones sobre las que pesa la prohibiciรณn de desarrollar armamento de ese tipo. En ese sentido, el tratado establece el compromiso de los Estados poseedores a โno traspasarโ y el de los Estados no poseedores a โno recibirโ armas u otros dispositivos nucleares explosivos. Por otra parte, se impone a estos รบltimos la adopciรณn de un rรฉgimen de salvaguardias, bajo supervisiรณn del Organismo Internacional de Energรญa Atรณmica (OIEA), a efectos de โverificar el cumplimiento de las obligaciones asumidasโ e โimpedir que la energรญa nuclear se desvรญe de usos pacรญficos hacia armas u otros dispositivos nucleares explosivosโ.
Aun reconociendo que el TNP es โel instrumento jurรญdico internacional mรกs universalโ, Garrido Rebolledo sostiene que constituye, a la vez, โun raro ejemplo de establecimiento de una discriminaciรณn institucionalizada en el รกmbito del Derecho internacionalโ. Este experto no desconoce que, a pesar de las crรญticas sobre su vicio de origen, โel TNP ha establecido una barrera polรญtica, tรฉcnica y legal al incremento incontrolado de las armas nuclearesโ. Sin embargo, no ha servido para contener la apariciรณn de nuevos Estados nucleares, objetivo que se fijรณ desde un comienzo. โEn lo que serรญa la otra cara de la moneda โaรฑade el catedrรกtico espaรฑolโ, son muchos los que argumentan que el tratado no ha podido evitar que algunos Estados parte se hayan beneficiado precisamente de su estatus no nuclear para adquirir capacidad militar nuclear, gracias a las transferencias de productos y tecnologรญas de otros paรญses, parte o no en el tratado, bajo la presunciรณn de utilizaciรณn de tecnologรญas con una finalidad exclusivamente civilโ.
HACIA UN RรGIMEN DE SALVAGUARDIAS MรS ESTRICTO
โLa realidad histรณrica es que el sistema (de salvaguardias) probรณ ser รบtil, pero a partir de un determinado momento comenzรณ a revelar carencias porque hubo casos de paรญses que advirtieron que se les permitรญa un juego paralelo, por el cual mostraban una fachada de cumplimiento de los controles y, mientras tanto, estaban violando el rรฉgimenโ, explicaย el diplomรกtico argentino Rafael Grossi, flamante embajador en Austria, quien ocupรณ hasta mayo pasado el cargo de director general asistente y jefe de gabinete del OIEA. El caso paradigmรกtico de este โdoble juegoโ fue el Irak, donde tras la Guerra del Golfo de 1991, inspectores del organismo descubrieron el programa nuclear secreto del rรฉgimen de Saddam Hussein, que hasta ese momento habรญa permanecido oculto a la comunidad internacional.
Para resolver esta debilidad del sistema se adoptรณ un nuevo instrumento, el denominado โProtocolo Adicionalโ, cuyo modelo fue aprobado por la Junta de Gobernadores de la OIEA en Viena en mayo de 1997. Se trata de un documento individual, suscripto voluntariamente por paรญses que forman parte del rรฉgimen de salvaguardias del OIEA, y que abarca controles sobre todo el ciclo de producciรณn nuclear. โEl Protocolo Adicional ha servido como medida de confianza para aumentar el control sobre las actividades de los Estados, al permitir a los inspectores el acceso allรญ donde sea necesario y haga faltaโ, manifiesta Garrido Rebolledo, quien observa que este nuevo instrumento ha permitido constatar una realidad. โPreviamente โaclaraโ se presuponรญa que un Estado parte del TNP no podรญa tener ninguna intenciรณn armamentรญstica; por lo tanto, no habรญa acceso a lugares que no fueran sospechosos y las instalaciones civiles no estaban afectadas por ningรบn tipo de inspecciรณnโ.
Segรบn explica Sharon Squassoni, del Carnegie Endowment for International Peace en una columna publicada en el Boletรญn del OIEA en mayo de 2009, las medidas del Protocolo Adicional comprenden โun mayor acceso para los inspectores, una serie mรกs amplia de datos sobre el ciclo del combustible de un Estado, disposiciones para realizar inspecciones con un breve preaviso y nuevas tรฉcnicas de controlโ, lo que permite โmejorar la capacidad del OIEA de descubrir actividades nucleares no declaradasโ. โTodos los paรญses deberรญan incorporar el requisito de un protocolo adicional en sus acuerdos de cooperaciรณn nuclear, asรญ como en los contratos de proveedoresโ, aรฑade la autora. En esa lรญnea, el Grupo de Proveedores Nucleares (Nuclear Suppliers Group) โintegrado por 47 Estadosโ exige a los eventuales paรญses compradores de este tipo de tecnologรญa la firma, ratificaciรณn e implementaciรณn de un acuerdo de salvaguardias amplias y la suscripciรณn del Protocolo Adicional con el OIEA.
LA APARICIรN DE NUEVOS ESTADOS PROLIFERADORES
La dรฉcada del 90, que habรญa estado marcada en sus inicios por el fin de la Guerra Frรญa y que parecรญa haber inaugurado una etapa de distensiรณn en materia armamentรญstica, concluyรณ con malas noticias provenientes del continente asiรกtico, mรกs precisamente del subcontinente indio. En mayo de 1998 India realizรณ cinco pruebas nucleares en el desierto de Rajastรกn, a lo que siguieron seis ensayos paquistanรญes en Chaghai, incorporando de facto a esta รบltima naciรณn al restringido grupo de paรญses con capacidad nuclear bรฉlica. La reacciรณn internacional fue inmediata: el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el voto favorable de las cinco potencias nucleares con poder de veto, condenรณ enรฉrgicamente el accionar de ambos paรญses. En junio de 2004 los dos gobiernos acordaron una moratoria de sus pruebas nucleares y establecieron una lรญnea de comunicaciรณn directa entre sus Ministerios de Asuntos Exteriores.
En enero de 2003, por su parte, el hermรฉtico rรฉgimen comunista de Corea del Norte decidiรณ unilateralmente retirarse del TNP, luego de haber ofrecido reiteradamente suspender sus actividades nucleares a cambio de un compromiso con EE.UU. para el envรญo de ayudas en alimentos, medicinas y combustibles. En octubre de 2006 el paรญs asiรกtico realizรณ su primer ensayo nuclear subterrรกneo en Hwadaeri, lo que le valiรณ, tambiรฉn en este caso, la condena del Consejo de Seguridad de la ONU. Desde entonces, las idas y vueltas del gobierno norcoreano han estado al orden del dรญa. Garrido Rebolledo entiende que a Pyongyang โle ha funcionado bien su estrategia de chantaje nuclearโ, ya que al no permitir las inspecciones del OIEA la comunidad internacional no tiene certezas del grado de avance de sus programas de enriquecimiento de uranio y de reprocesamiento de plutonio. โLa baza nuclear es lo mejor que tiene el rรฉgimen para garantizar su permanenciaโ, concluye este experto.
Finalmente, en el caso de la Repรบblica Islรกmica de Irรกn, si bien el paรญs aรบn permanece dentro del rรฉgimen de salvaguardias del OIEA, existen fuertes sospechas respecto de su programa nuclear. El รบltimo informe del director general del organismo, Yukiya Amano, a la Junta de Gobernadores, que data de febrero pasado, concluye que el OIEA โno puede ofrecer garantรญas fidedignas de la ausencia de materiales y actividades nucleares no declaradas en Irรกnโ. Ya en noviembre de 2011, el director general habรญa mostrado su preocupaciรณn por โlas posibles dimensiones militares del programa nuclear de Irรกnโ y habรญa calificado como creรญbles las informaciones que indicaban que Irรกn habรญa realizado โactividades relacionadas con el desarrollo de un dispositivo nuclear explosivoโ.
EL DESARME NUCLEAR: ยฟUN OBJETIVO ALCANZABLE?
Otro importante instrumento aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas es el Tratado de Prohibiciรณn Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT, segรบn su sigla en inglรฉs). Fue sancionado en septiembre 1996, ocho meses despuรฉs de que Francia concluyera el รบltimo de sus ensayos nucleares en el atolรณn de Mururoa, en el Ocรฉano Pacรญfico. Al dรญa de hoy, el CTBT ha sido ratificado por 159 paรญses. Sin embargo, para que entre en vigencia, se necesitan las firmas de India, Pakistรกn y Corea del Norte y la ratificaciรณn de EE.UU., China, Egipto, Irรกn e Israel, paรญses que son firmantes pero aรบn tienen pendiente la confirmaciรณn del tratado.
El diplomรกtico hรบngaro Tibor Tรณth, secretario ejecutivo de la Comisiรณn Preparatoria de la Organizaciรณn del Tratado para la Prohibiciรณn Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), enfatiza que la ratificaciรณn de este tratado โno acarrea ningรบn costo polรญticoโ para los paรญses firmantes, al tiempo que advierte que โlos efectos positivos derivados de esa decisiรณn pueden incrementar la confianza mutuaโ. En una entrevista reciente, afirmรณ que la entrada en vigor del Tratado serรญa โun hito en el esfuerzo global para librar al mundoโ de este tipo de armamento y constituirรญa โuna firme barrera legal contra las pruebas nuclearesโ, al tiempo que โfrenarรก el avance cualitativo y el desarrollo de nuevos tipos y nuevos diseรฑos de armas nuclearesโ.
En enero de 2008, los ex secretarios de Estado de EE.UU., Henry Kissinger y George Schultz, el ex titular del Pentรกgono, William Perry, y el ex senador Sam Nunn publicaron en The Wall Street Journal un artรญculo titulado โHacia un mundo libre de armas nuclearesโ. Sus autores destacaban que la entrada en vigencia del CTBT fortalecerรญa el Tratado de No Proliferaciรณn (TNP) y tambiรฉn โfavorecerรญa el monitoreo internacional de actividades nuclearesโ. Valoraban, en ese sentido, la importancia del trabajo que lleva a adelante la Comisiรณn Preparatoria de la Organizaciรณn del CTBTO, al tiempo que instaban a EE.UU. a respaldar estos esfuerzos โaรบn antes de ratificarโ el tratado.
NUEVAS PREOCUPACIONES GLOBALES
En los รบltimos tres aรฑos se han celebrado dos Cumbres de Seguridad Nuclear, la primera de ellas en Washington en abril de 2010, de la que participaron 47 paรญses; y la segunda en Seรบl en marzo de 2012, en la que estuvieron presentes los jefes de Estado y de gobierno de 53 paรญses. El foco del primero de esos dos eventos estuvo puesto en la protecciรณn fรญsica del material nuclear y en la prevenciรณn de su trรกfico ilรญcito. En ese sentido, se alcanzรณ un compromiso para la adopciรณn de medidas de seguridad tendientes a resguardar el uranio altamente enriquecido y el plutonio, asรญ como para โfomentar la reconversiรณn de los reactores de uranio altamente enriquecido a uranio de bajo enriquecimiento y la minimizaciรณn del uso de uranio altamente enriquecido, donde sea tรฉcnica y econรณmicamente viableโ.
La segunda Cumbre, que tuvo lugar un aรฑo despuรฉs del accidente en la central de Fukushima, tuvo como uno de sus ejes centrales la adopciรณn de mayores medidas de seguridad en las instalaciones nucleares, asรญ como en el transporte de materiales sensibles de esta industria. Se reconociรณ, asimismo, โla importancia de prevenir que individuos no estatales obtengan informaciรณn, tecnologรญa o los conocimientos necesarios para adquirir o utilizar materiales nucleares con fines perniciosos o que trastoquen los sistemas de informaciรณn y control de las instalaciones nuclearesโ. Los jefes de Estado acordaron entonces โreforzar la protecciรณn y el seguimiento de los materiales nuclearesโ y โmejorar los mecanismos tรฉcnicos para la detecciรณnโ de ese tipo de materiales en sus fronteras.
UN NECESARIO CAMBIO DE RUMBO
En estas cuatro dรฉcadas, el sistema ha mostrado sus claros y oscuros. El saldo positivo ha sido la ratificaciรณn del tratado por 189 paรญses, lo que demuestra el amplio consenso existente en la comunidad internacional respecto de la condena a toda actividad nuclear que se desvรญe de los fines pacรญficos y se dirija hacia usos militares. Sin embargo, las fisuras del rรฉgimen vigente han quedado en evidencia frente a la persistente negativa de India, Israel y Pakistรกn a integrarse al sistema de salvaguardias del Organismo Internacional de Energรญa Atรณmica (OIEA) y, en los รบltimos aรฑos, las sospechas que existen en torno a los programas nucleares iranรญ y norcoreano.
โEs incuestionable que con el paso de los aรฑos se ha ido deteriorando progresivamente el sutil equilibrio en el sistema de influencias mutuas que conforman los llamados tres pilares del Tratado (y por ende del rรฉgimen: desarme, no proliferaciรณn y usos pacรญficos de la energรญa nuclearโ, opina Irma Argรผello, presidenta de la Fundaciรณn NPS Global, quien aรฑade que โlos riesgos nucleares continรบan incrementรกndose, sea por el potencial uso del armamento presente (deliberado o accidental) o por las ambiciones de los actores (estatales o no) que buscan contar con รฉlโ.
โMantener el statu quo no es una opciรณnโ, seรฑalaba un informe de la Comisiรณn Internacional de No Proliferaciรณn Nuclear y Desarme (ICNND) presentado en 2009. โLas amenazas y riesgos que implican el no poder convencer a los actuales estados con armamento nuclear de que se desarmen, el evitar que nuevos estados adquieran armas nucleares, el impedir que un elemento terrorista logre acceder a dichas armas y el fiscalizar adecuadamente la rรกpida expansiรณn de la energรญa nuclear civil, no dejan lugar para la autocomplacenciaโ, agregaba.
Recurriendo a una eficaz metรกfora, Kissinger Schultz, Perry y Nunn cerraban el ya citado artรญculo de The Wall Street Journal de esta manera: โEn algรบn sentido, el objetivo de un mundo libre de armas nucleares es como la cima de una montaรฑa muy alta. Desde la ladera de nuestro mundo problemรกtico de hoy, ni siquiera podemos ver la cima, y es tentador y fรกcil decir que no podemos llegar allรญ. Sin embargo, los riesgos son demasiado reales como para ignorarlos. Debemos determinar un curso hacia las tierras mรกs altas, desde las cuales la cima llegue a ser mรกs visibleโ.