El nuevo avión FA-50 Fighting Eagle consolida la posición de Corea del Sur como uno de los principales exportadores de armamento avanzado. Este caza ligero, diseñado por Korea Aerospace Industries (KAI) en conjunto con Lockheed Martin, es una evolución del entrenador supersónico T-50 Golden Eagle.
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Con su versión más reciente, y en un contexto internacional marcado por el aumento del gasto militar, el país asiático busca ofrecer un avión más versátil, con mayor autonomía, radar AESA y compatibilidad con misiles de largo alcance, capaz de competir con modelos occidentales a un menor costo.
Corea del Sur: qué tecnología incorpora la nueva versión del avión caza FA-50
El FA-50 es una versión de combate del avión de entrenamiento T-50 Golden Eagle, con un motor General Electric F404-GE-102, capaz de alcanzar velocidades Mach 1.5 y un techo operativo de vuelo superior a los 14 mil metros. Equipado con un cañón M197 de 20 mm y múltiples puntos de anclaje para bombas y misiles, el avión puede ejecutar misiones aire-aire y aire-tierra con alta precisión.
La Fuerza Aérea de Corea del Sur lo destaca como un modelo complementario a sus cazas F-16 y KF-21 Boramae. Filipinas ya encargó 12 unidades y firmó en 2025 la compra de otras 12 en su configuración más avanzada. Mientras tanto, Egipto negocia la futura adquisición de hasta 100 unidades, en el que podría ser el mayor contrato de exportación militar surcoreano hasta la fecha.

La nueva fase de desarrollo del FA-50 incluye una serie de mejoras estructurales y tecnológicas orientadas a potenciar su rendimiento y extender su autonomía. Entre ellas, destaca la integración del radar AESA PhantomStrike, que permite una detección más precisa y una mayor resistencia a interferencias electrónicas. También se prevé incorporar una sonda de reabastecimiento en vuelo, lo que ampliaría significativamente su radio de acción.
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Otra de las novedades es la versión monoplaza, diseñada para reducir el peso y aumentar el almacenamiento interno de combustible, incrementando la autonomía entre un 20% y un 30%. A esto se suma la futura compatibilidad con el misil de crucero Cheonryong, con un alcance estimado de 400 kilómetros, lo que transformaría al FA-50 en una plataforma de ataque más robusta y competitiva.
Estas actualizaciones, que se prevén completar hacia 2027, refuerzan la estrategia de Corea del Sur de ofrecer alternativas de combate de alto rendimiento y bajo costo, capaces de satisfacer las necesidades de países con limitaciones presupuestarias, pero con crecientes desafíos de seguridad.



