Cuando el 7 de marzo de 2025 la lluvia dejó a Bahía Blanca bajo el agua, los hombres y mujeres del Ejército Argentino se pusieron la emergencia al hombro y, en tiempo récord, salieron a asistir a la comunidad.
Los comandos auxiliaron a las personas atrapadas en los lugares donde el agua lo cubrió todo. Por su parte, y mientras las autoridades castrenses lideraban la asistencia, los médicos de la institución esperaron a los vecinos en el Hospital Militar de Bahía Blanca.
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Finalmente, cuando la lluvia cesó, fueron los ingenieros de la Fuerza quienes asumieron la difícil misión de reconectar las zonas de Bahía Blanca que habían quedado aisladas. Fue una tarea sumamente difícil: las toneladas de cada pieza y la presión de llevar calma a la ciudad, los obligaron a trabajar en equipo durante largas horas.

Hoy, esos puentes quedaron en medio de una polémica entre Nación y provincia: la municipalidad de Bahía Blanca difundió que el gobierno le cobra un alquiler por las estructuras. Por su parte, desde la cartera de Defensa explicaron que, en la emergencia, se firmaron convenios que establecieron la instalación gratuita de los puentes por un lapso de 90 días. A este acuerdo, se agregó uno relativo al mantenimiento.
Así son los puentes que el Ejército Argentino armó en Bahía Blanca
Según explicaron desde el Ejército, en Bahía Blanca se armaron dos puentes cuyo uso dual -más allá del militar- permitió que puedan ser utilizados por la comunidad.
Cabe recordar que los puentes que antes unían la ciudad estaban destruidos. Por eso, en aquella oportunidad, el Comando Conjunto de Zona de Emergencia le ordenó al Ejército que restablezca la comunicación de los barrios a ambos lados del canal Maldonado.

Por entonces, el armado del primero de los puentes estuvo a cargo de la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10, dependiente de la Brigada Mecanizada X (el elemento del Ejército Argentino que, en el presente, espera la llegada de los vehículos blindados Stryker).
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En aquella oportunidad, los zapadores -como se denomina a los integrantes del Arma de Ingenieros del Ejército– trabajaron sin descanso, día y noche, para construir un puente Bailey Compact, uno de los más modernos que tiene la Fuerza.
Más tarde, y considerando las necesidades de la ciudad, se requirió un nuevo apoyo: pero, esta vez, la misión fue cumplida por el Escuadrón de Ingenieros Blindado 1, ubicado en Olavarría. Para ello, sus efectivos trasladaron varias toneladas de material de puente, para decir presente en la emergencia.

Un puente pensado para la paz y para la guerra
Mientras el Ejército asumía la misión correspondiente al armado del segundo puente, DEF se trasladó al lugar para dialogar con quienes llevaron adelante las tareas.
Por entonces, mayor José Alberto Flores Castañeda, jefe del Escuadrón de Ingenieros Blindado 1 y responsable del armado del puente que se instaló para unir a los barrios de ambos lados del canal Maldonado, contó que debieron trabajar con las piezas de un puente Mabey reforzado con capacidad portante de 50 toneladas. En ese sentido, el oficial destacó que el material tiene un uso dual: puede ser empleado en el campo de combate y en operaciones de protección civil.
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Además, Flores Castañeda advirtió sobre las medidas de seguridad necesarias a la hora de manipular y armar un puente de estas características: “Este tipo de tareas son sumamente riesgosas, porque se maneja material que es muy pesado y hay que saber cómo tratarlo para cumplir con la misión”. También contó que lo primero que evalúan para armar un puente es el lugar. Tienen que tener conocimiento de las distancias y del tipo de obstáculo, en este caso, el canal Maldonado. Por ejemplo, durante el armado del segundo puente debieron nivelar las orillas antes de comenzar con las tareas.

Un dato: cada vez que el Ejército encara el armado de un puente, una escena interpela a los testigos de la tarea, pues, para el armado de los distintos tramos, se convoca a todo el personal presente a empujar el material hacia el otro lado de, en este caso, el canal Maldonado.
En ese sentido, es importante señalar que los puentes del Ejército se trabajan desde una orilla y se lanzan hacia una segunda: a medida que se lo arma, y por medio de un sistema de rodillos, se lo impulsa hacia el otro lado. Una vez que cruza el obstáculo de agua, el puente se asienta.