El ruido de los disparos ensordece. Y, a pesarĀ de las explosiones y gritos, se escucha la voz del jefe: āĀ”Avanzar!ā. Su decisión lo cambia todo. En la incertidumbre de la guerra, los soldados siguen a ciegas la orden que acaba de llegar. El miedo queda atrĆ”s, no hay tiempo y, si habĆa dudas, el jefe acaba de despejarlas: reorganiza al grupo y mantiene la calma, sus efectivos confĆan en Ć©l.
La situación tampoco es fĆ”cil para este oficial, quien calla el temblor de su cuerpo y recuerda que no debe dejarse llevar por el caos. Fue entrenado para eso y, pese a que la misión no serĆ” fĆ”cil y que, de hecho, puede morir en el campo de batalla, sabe que de sus decisiones depende la vida de sus hombres y mujeres. Lo aprendió al iniciar su carrera: el liderazgo se ejerce.Ā
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āLĆder no se nace, sino que se haceā, reconocen en el imponente predio del Colegio Militar de la Nación, en la localidad de El Palomar,Ā provincia de Buenos Aires. ĀæEl motivo de la afirmación? El instituto, uno de los mĆ”s importantes que tiene el EjĆ©rcito Argentino (de allĆ egresan, con el grado de subtenientes, los futuros oficiales de la Fuerza) tiene la responsabilidad de formar a quienes, tanto en la paz como en la guerra, deberĆ”n conducir a un grupo de personas para cumplir su misión. Y, como si fuera poco, deberĆ”n hacerlo sin vacilar, porque cuando llegue el momento de actuar, el liderazgo no admite dudas.Ā

Por eso, al cursar el tercer aƱo de la carrera, los cadetes -como se llama a quienes estudian en el Colegio Militar de la Nación- deben experimentar uno de los momentos mĆ”sĀ desafiantes: atravesar una pista de liderazgo para que, de acuerdo a sus decisiones, modos de conducir al personal y encarar distintos obstĆ”culos -que tambiĆ©n se les pueden presentar a lo largo de su carrera militar-, los instructores y psicólogos del instituto puedan ayudarlos a mejorar como futuros jefes y fortalecer aquellos aspectos de su personalidad que permitan potenciar los roles que deberĆ”n asumir una vez que egresen. DEF fue testigo de esta etapa clave y dialogó con quienes tuvieron alguna responsabilidad en este momento.Ā
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Un dato: el Colegio Militar de la Nación, ademÔs de brindar una formación clave a los futuros oficiales del Ejército, también es una institución que apunta a consolidarse como referente en materia de liderazgo a nivel regional.

āLa finalidad es formar al futuro oficial del EjĆ©rcitoā
ĀæQuĆ© es el liderazgo militar? āLo debemos entender como la resultante de una adecuada aplicación de procedimientos y el desarrollo de las condiciones personales para el mando (a lo que todo jefe de una organización castrense debe aspirar). Hablamos del mando como humildad, confianza, influencia, integridad y, siempre, ejemplo personalā, responde el capitĆ”n GonzĆ”lo GalĆndez, del Colegio Militar, en diĆ”logo con DEF.
En ese sentido, el oficial explica que la pista que se realiza anualmente cuenta con una fase de desgaste (fĆsico y mental), otra de ejecución (donde deben resolver distintos obstĆ”culos) y, finalmente, una de evaluación (a cargo de psicólogos e instructores militares), en la que se tienen en cuenta las decisiones tomadas, el modo en que se resolvieron los problemas y el trabajo en equipo. āLa finalidad de todo esto es formar al futuro subteniente y oficial del EjĆ©rcito Argentinoā, detallan desde El Palomar.Ā


Uno por uno, los distintos momentos de la pista de liderazgo
ĀæA quĆ© se debieron enfrentar los jóvenes cadetes? Al cansancio, a la frustración, a la incertidumbre y a actividades de distinta intensidad, tanto fĆsica como mental. āSe empezó un dĆa antes con actividades de adiestramiento fĆsico, por ejemplo, tuvieron natación, deporte que consideramos de alta intensidad por el desgaste que implica. Luego, se realizó una revista de equipo, lo que para nosotros supone agotamiento mental, ya que uno de nosotros pasa a controlar lo que lleva el cadete en la mochila. Seguidamente, hacemos un primer test de sueƱo con un programa que mide la reacción del cadete. AdemĆ”s, se llevó adelante una marcha de 8 kilómetros (con mochila y equipo)ā, contó GalĆndez.
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ĀæEstaban listos esos cadetes para tomar decisiones para ellos y su grupo? Cualquier ciudadano podrĆa reconocer que, en ese contexto (y bajo presión), no siempre es fĆ”cil.Ā
āEsto lleva a un cansancio extremo. DespuĆ©s pasamos a actividades fĆsicas de intensidad media. Y, seguidamente, se realizó un segundo test de sueƱo. Al finalizar, se llevó adelante un juego mental. En este momento ya hubo un cadete que fue evaluado como lĆder y, a Ć©l, se le empezaron a dar misionesā, contaron, no sin antes agregar que, finalizado ese momento, se realizó un tercer test de sueƱo.




A lo largo de la noche, los cadetes apenas pueden conciliar el sueƱo. El objetivo es que, al otro dĆa, comience una etapa en la que deberĆ”n atravesar distintos obstĆ”culos. Pero, ademĆ”s, se los dividirĆ” en grupos y, en cada uno de ellos, alguno de esos jóvenes deberĆ” ocupar el rol del lĆder: ĀæestĆ” listo para decidir por el resto?
La importancia de gestionar el sueƱo
El capitĆ”n mĆ©dico AgustĆn Folgueira, del EjĆ©rcito Argentino, lleva varios aƱos estudiando el impacto del cansancio y la falta de sueƱo en las actividades operacionales. āEn esta pista de liderazgo se evalĆŗa el desempeƱo individual y grupal ante la exposición previa y progresiva a diversos estresores, que incluye a la privación del sueƱo. El dormir restaura el estado fĆsico y mental, no hacerlo afecta directamente al rendimiento, lo que suele ser inevitable en las actividades militares. Entonces, en esta actividad se incrementa el nivel de fatiga y eso lo podemos medirā, cuenta.




AdemĆ”s, explica que esa fatiga se puede medir con un test de reacción psicomotora -que fue inicialmente desarrollado por el Ejercito Estados Unidos– que incluye evaluaciones de la velocidad de respuestas a estĆmulos aleatorios.
Folgueira explica que el ser humano, de acuerdo con sus ritmos circadianos, tiene momentos en los que tiene mayor o menor nivel de alerta. āCuĆ”nto mĆ”s tiempo permanecemos despiertos, sentimos mayor somnolencia por ciertas sustancias que se acumulan en el cerebro. Entonces, el test se debe hacer en diferentes momentos porque la velocidad de reacción es distinta: a mayor tiempo despiertos, mĆ”s lenta suele ser la velocidad de reacciónā, dice, al tiempo que agrega que ese registro ayuda a ajustar el algoritmo matemĆ”tico de predicción del riesgo de fatiga, desarrollado en el Laboratorio de Cronofisiologia (UCA) y la Secretaria de Ciencia y Tecnologia (UNDEF), para mejorar la planificación de las actividades militares.

āNo se lo da de baja, se busca complementar su formaciónā
Finalmente, a partir de las 7 de la maƱana, los cadetes del Colegio Militar encaran el momento decisivo, la pista de obstĆ”culos: āEstĆ” compuesta por ocho puntos con actividades netamente militares y que requieren de la creatividad del lĆder (quien, a su vez, estarĆ” siendo evaluado)ā.Ā
Para atravesar este momento, se armaron patrullas de ocho efectivos: cada uno de ellos deberĆ” asumir el rol de lĆder de forma aleatoria. āEn este momento, entran a jugar dos actores en particular: el oficial instructor del Colegio Militar (que va a estar evaluando la capacidad de lĆder en una serie de aspectos) y los psicólogos (del Centro de Orientación Educativa), ellos pondrĆ”n el foco en el juego de roles para saber cómo responde el grupo ante un estĆmulo negativo y estresorā, detallan, no sin antes contar que en cada una de las pruebas pueden llegar a tardar aproximadamente 30 minutos.

Por ejemplo, uno de los obstĆ”culos que debieron enfrentar los jóvenes fue tener que atravesar una reja de mĆ”s de dos metros de alto con varios elementos e, incluso, con un supuesto herido en combate. āLa idea es que no sea fĆ”cil lograrlo, entonces ahĆ se puede evaluar la frustración, la proactividad e, incluso, la creatividad que tienen los cadetes. Otro ejemplo es la rastrera, en un arroyo: allĆ, bajo fuego enemigo simulado, deben arrastrarse paraĀ atrevesarlo. Este obstĆ”culo tiene una particularidad: no se puede pasar con Ć©xito. Entonces, el lĆder estĆ” constantemente invadido por la frustración de no poder llevar a cabo esa actividadā, detalla Galindez, quien cuenta que esta pista puede darle herramientas a los hombres y mujeres -que, en un aƱo, estarĆ”n egresando como subtenientes- para saber cómo reaccionan ante determinados estĆmulos de estresores como el cansancio, la incertidumbre, el hambre y el sueƱo.
Sin embargo, el capitĆ”n es contundente: āEsto no es excluyente. Si al cadete le va mal, no se lo da de baja ni nada parecido. Lo que se busca es complementar su formaciónā.Ā
Un detalle, no menor: los distintos cadetes de tercer aƱo se enteran quiĆ©n serĆ” el lĆder de la patrulla antes de iniciar cada uno de los ocho obstĆ”culos. Con esa información, comienzan a organizar al personal y a tratar de cumplir la actividad de la mejor manera posible.




āLe sirve al cadete para conocerse a sĆ mismo. Probablemente yo pueda ser invencible, pero no lo sea con sueƱo, por ejemplo. O, quizĆ”, puedo ser muy creativo pero, si me cruzo con un obstĆ”culo de difĆcil resolución, termino en un laberinto sin salida o me dejo influenciar por factores externosā, seƱalan desde el Colegio Militar.
Resiliencia, manejo de las emociones y tolerancia a la frustración: ĀæquĆ© se espera de un lĆder?
Por su parte, el capitƔn Francisco D`Ambra insiste en que, a medida que las horas transcurren, se realizan distintos test del sueƱo. Cuentan, desde El Palomar, que una persona cansada puede tener un rendimiento similar al de un estado de ebriedad.
āEsta es una experiencia desarrolladora y formadoraā, comenta D`Ambra, no sin antes detallar que, para llevar adelante esta actividad, tienen en cuenta distintos reglamentos y manuales militares.

¿Qué se espera de un futuro jefe militar? De acuerdo con lo que cuentan, se pretende que tenga capacidad de liderar y que sea consultivo, operativo, modelo de ejemplo y resolutivo, entre otras cualidades. Pero, sobre todo, deberÔ tener un manejo positivo de sus emociones y tolerancia a la frustración.
Un dato: ademĆ”s de contar con un informe del oficial instructor, del COE y de sus propios compaƱeros,Ā cada uno de esos cadetes realiza una autoevaluación de su desempeƱo para asegurar una visión integral. āEn base a eso sale su rendimiento en la pista, no hay un aprobado o un desaprobado. AsĆ el cadete puede identificar sus fortalezas y debilidades y, sobre todo, los procedimientos del mando, que es apreciar, decidir, ordenar y controlar un trabajo en equipo. Y esto sirve a futuroā, sostiene D`Ambra, quien tambiĆ©n hace hincapiĆ© en un aspecto que sĆ o sĆ deben trabajar en la pista: la resiliencia.Ā
ĀæEsto se hace en otras fuerzas? āSiempre, en todos los ejĆ©rcitos del mundoā, responde.




āNos probamos en nuestro mĆ”ximo nivel de estrĆ©s y de fatiga muscular y mentalā
De acuerdo con Rodrigo Morel, uno de los psicólogos del COE, tambiĆ©n se busca observar a todo el grupo, no sólo al lĆder: āTenemos varios roles. Entonces, acĆ” se pueden ver las conductas que tiene cada uno de los integrantes de la patrulla. Los psicólogos observamos. Pero no es una nota que se les pone, sino una evaluación para que mejoren. AdemĆ”s, nosotros estamos todo el aƱo con ellosā.
āNos probamos en nuestro mĆ”ximo nivel de estrĆ©s y de fatiga muscular y mental. Son actividades muy demandantes. Son situaciones complicadas que nos llevan al lĆmite junto con nuestros camaradas. Luego de este momento, uno cambia su forma de percibir distintas cuestiones. TambiĆ©n nos da capacidad para empatizar con el otro, que tambiĆ©n estĆ” cansado, y de forjar la resiliencia y la camaraderĆa, que es lo mĆ”s lindo e importante que existe en la vida militarā, confiesa el sargento ayudante cadete Santino Riboldi, cadete de cuarto aƱo que, en 2024, debió atravesar la pista de obstĆ”culos.Ā

āEn el Colegio Militar formamos a los lĆderesā
En diĆ”logo con DEF, Marcela Muratori, doctora en PsicologĆa, de la SecretarĆa de Investigación del Colegio Militar e investigadora del CONICET, contó que esta actividad solĆa hacerse exclusivamente en el arma de InfanterĆa, sin embargo, en esta edición se decidió incorporar a las otras con el objetivo de evaluar el liderazgo in situ.
āHace 15 aƱos, junto a otra colega y a los oficiales instructores del Colegio, desarrollamos una grilla de evaluación para medir la capacidad que tienen los cadetes de liderar. Por entonces, consistĆa en 10 categorĆas, entre ellas la capacidad de ser consultivo, estratega y luchador y el manejo de emociones como la tolerancia o la frustración. A lo largo de los aƱos la evaluación fue incorporando otras dimensionesā, dice.
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AdemĆ”s, cuenta que buscan que las situaciones que deban afrontar se asemejen a un contexto de combate. āTodas estas evaluaciones tambiĆ©n son transversales, hay estudios de sueƱo y de fatiga que se hacen a lo largo del desgaste y de la pista. Y despuĆ©s hay un seguimientoā, cuenta y agrega que el liderazgo es un proceso psicosocial en el que la influencia del lĆder y el respeto de quienes lo rodean es fundamental. Por eso, subraya, es importante que sea evaluado por los oficiales y por sus pares y que, ademĆ”s, el cadete pueda conocer ese informe: āLa idea es que sea una experiencia donde ellos crezcan como personasā.

Por su parte, el teniente coronel Fernando Ćlvarez SuĆ”rez, jefe del Cuerpo de Cadetes del Colegio Militar de la Nación, relata que, con esta pista, se busca que el cadete se pueda conocer a sĆ mismo: āQue sepa cuĆ”les son sus potencialidades y falencias para, luego, poder trabajar para mejorarā.Ā
āEn el Colegio Militar formamos a los lĆderes. Y, si vemos que alguno de ellos tiene gran potencial, aprendemos de Ć©l tambiĆ©n. Este tipo de actividades los ayuda muchĆsimoā, reconoce.
ĀæQuĆ© tipo de lĆder tiene que ser quien egrese del Colegio Militar? āEl futuro oficial tiene que trabajar varias facetas. Pero, fundamentalmente, nos enfocamos en los valores. Eso es lo que lo va a cimentar y apuntalar. DespuĆ©s las tĆ©cnicas y los procedimientos van a variar porque el estado del arte cambia dĆa a dĆa. Hay momentos en que el futuro oficial tendrĆ” que aplicar diversas habilidades, no es lo mismo desplegarse en apoyo a la comunidad que en una actividad de combate o en misiones de paz. Esta pista es una de las tantas herramientas que tendrĆ” para emplearā, finaliza Ćlvarez SuĆ”rez.Ā




