Este 12 de febrero se cumplen 74 años de un hecho que marco un mojón en la historia moderna de nuestro país: la partida de la barcaza carguera patagónica “Santa Micaela”, de la Compañía Naviera Pérez Companc, que comandada por el capitán de ultramar Santiago Farrell, llevaba a bordo a la primera expedición argentina a la Antártida continental.
Aunque entonces parecía una utopía, calificada por muchos como el proyecto de unos “locos o temerarios”, este buque logró que un grupo de expedicionarios cumpliera la hazaña de iniciar la conquista del helado continente blanco.
El inicio de la presencia argentina en la Antártida
La tapa de la Sexta del diario La Razón, de aquel lunes 12 de febrero de 1951, anunciaba la partida de la primera expedición y la noticia compartía titulares, por ejemplo, con la guerra de Corea que acaba de estallar.
- Te puede interesar: La hazaña que combinó espíritu de equipo, superación riesgo extremo: a 25 años de la segunda Expedición Argentina al Polo Sur
La foto principal de la página es la del entonces presidente de la Nación, general Juan Domingo Perón, despidiendo a los expedicionarios en la cubierta de la Santa Micaela. Junto a él, se encontraban su esposa, Eva Duarte, así como las más altas autoridades del gobierno, integrantes de las Fuerzas Armadas y miles de personas que se hicieron presentes en el acto. A las 7.30, hora de partida, una escuadrilla de aeronáutica sobrevoló el lugar a modo de saludo.

Así describía la escena el periódico argentino:
“En una sencilla y emotiva ceremonia, presidida por el jefe de Estado general Juan Perón y su esposa, señora Eva Perón, fueron despedidos hoy los integrantes de la primera misión científica argentina que habrá de realizar importantes trabajos y estudios en el sur del círculo polar antártico, reafirmando así los inalienables derechos de nuestro país en ese territorio austral. La delegación científica que embarcó en el buque Santa Micaela, en la Dársena Sur, es presidida por el coronel Hernán Pujato. Está integrada por el capitán Jorge J. Mottet; el teniente farmacéutico Luis Fontana; el suboficial ayudante mecánico radiotelegrafista Haroldo Riela; el cabo mayor Lucas Serrano; el cabo mayor radiotelegrafista Hernán González Superí; el doctor Ernesto Gómez del Ministerio de Salud Pública de la Nación y los señores Ángel Abregú, Antonio Moro y el Fotógrafo de la Subsecretaría de Información Roberto Guillén.
Ya en el sector antártico argentino, los expedicionarios efectuarán, entre otros, estudios de las condiciones climáticas de la zona y de la fauna, trayendo a su regreso elementos destinados a los museos.
El primer propósito de la trascendente misión, que reviste caracteres extraordinarios, es la instalación de una base científica permanente al sur del círculo polar, que habrá de estar equipada con los aparatos científicos más completos y modernos; estableciéndose además en ella la oficina postal más austral del mundo, que será denominada en homenaje al más grande de los héroes argentinos, General San Martín. Durante el lapso en que se prolongue la misión, los integrantes de la comisión transmitirán diariamente por radiotelefonía desde la estación instalada a tal efecto boletines sobre los estudios realizados a la Dirección Nacional de Meteorología, dependiente del Ministerio de Asuntos Técnicos de la Nación”.

Un día histórico para la soberanía argentina en la Antártida
Por su parte, en el breve discurso final, el presidente Perón dijo, dirigiéndose al jefe expedicionario:
“Señor coronel, usted lleva la responsabilidad de esta empresa. Yo lo conozco desde hace muchos años. Sé que no solo es capaz de realizarla por sus condiciones morales, por su espíritu militar y por su capacidad, sino que sé también que es un hombre acostumbrado a vencer a la naturaleza. Sé que no habrá ninguna empresa que usted acometa, que no logre realizarla inteligentemente. Por eso, tengo la absoluta persuasión de que ha de cumplir con su deber y que será para todos los componentes de la expedición su jefe y su amigo… Así, unidos y camaradas, venceremos”.
- Te puede interesar: Antártida: todo sobre A23a, el iceberg más grande del mundo que navega a la deriva
Finalmente, poco antes de que la nave abandonara el puerto, agregó: “Partan, sabiendo que el corazón de todos los argentinos los acompañan”.
Veinticinco días después de abandonar el puerto de Buenos Aires, el 8 de marzo de 1951, a las 6.50, la conocida como “Expedición Pujato” llegó a la bahía Margarita, ubicada al oeste de la Península Antártica. Poco después, el 21 de marzo, se inauguraría la primera estación científica antártica argentina, la base General San Martín.