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Hezbollah y la Triple Frontera

En un nuevo documento de la Fundaciรณn Taeda, el politรณlogo brasileรฑo Marcos Alan Shaikhzadeh Vahdat Ferreira analiza la historia, las percepciones y las discusiones acadรฉmicas sobre la presencia del grupo integrista libanรฉs en la Triple Frontera.

“Hezbollah y la Triple Frontera. Percepciones y divergencias en torno a la actividad terrorista”

Por Marcos Alan Shaikhzadeh Vahdat Ferreira

El ataque promovido por Al-Qaeda el 11 de septiembre de 2001 sobre el territorio estadounidense desencadenรณ una serie de polรญticas y acciones que afectaron a todo el planeta. En el caso de Amรฉrica Latina, distintos artรญculos y documentos del gobierno estadounidense han expresado reiteradamente -y continรบan haciรฉndolo- la preocupaciรณn por la presencia y/o apoyo a grupos terroristas en algunos paรญses, como es el caso de Colombia, Venezuela, Cuba y la Triple Frontera de la Argentina, Brasil y Paraguay. En este รบltimo caso, son frecuentes desde los aรฑos 90 las acusaciones que seรฑalan que en esa zona se alberga a miembros de grupos terroristas de Medio Oriente -especialmente de Hezbollah- y se suministran medios financieros para su actuaciรณn. ยฟCuรกles serรญan las caracterรญsticas de la Triple Frontera? ยฟCรณmo se construye la idea de que la regiรณn serรญa un receptรกculo del terrorismo internacional?

Contexto histรณrico e inmigraciรณn รกrabe a la Triple Frontera

A modo de introducciรณn, es importante destacar que en sus mรกs de 23.000 kilรณmetros de frontera, Brasil posee nueve triples fronteras[1]. Si bien muchas de ellas son prรกcticamente inaccesibles e impenetrables (como la frontera con Surinam y la Guayana Francesa), la cuestiรณn que se discute es por quรฉ la urbanizada y accesible Triple Frontera con Argentina y Paraguay se ha convertido un asunto tan controvertido y ha sido objeto de amplios debates. Tal vez, uno de los motivos para que la Triple Frontera se haya convertido en tema de discusiรณn de estudios de seguridad y crimen transnacional sea justamente el hecho de su fรกcil accesibilidad y de su alto grado de permeabilidad, y la presencia de una amplia diversidad รฉtnica y comercial.

Geogrรกficamente, el corazรณn de la Triple Frontera se encuentra en la confluencia de dos rรญos, el Paranรก y el Iguazรบ. La regiรณn une tres paรญses de Amรฉrica del Sur a travรฉs de las ciudades de Foz do Iguaรงu (Brasil), Puerto Iguazรบ (Argentina) y Ciudad del Este (Paraguay). La historia demuestra que esa zona estuvo inhabitada durante un largo perรญodo de tiempo debido a sus obstรกculos geogrรกficos. Segรบn Lewis (2006: 15), la regiรณn del Chaco funcionรณ como barrera de separaciรณn entre las รกreas urbanas de pueblos precolombinos, como los incas, y las tribus indรญgenas locales, como los guaranรญes, los guaycurรบes y los kayrรณs.

La demografรญa de la regiรณn, que habรญa sido escasamente ocupada entre los siglos XVI y XVIII por las misiones jesuรญticas, se vio alterada cuando se convirtiรณ en un punto de inmigraciรณn tras la Guerra del Paraguay, que enfrentรณ al Paraguay entre 1864 y 1870 con Brasil, Uruguay y Argentina. De hecho, ese conflicto diezmรณ a buena parte de la poblaciรณn paraguaya y obligรณ al gobierno a incentivar la llegada de inmigrantes a algunas regiones del paรญs, en especial las zonas fronterizas (LEWIS, 2006).

Por el lado brasileรฑo, el poblamiento comenzรณ en 1888 con la creaciรณn de la colonia militar de Iguaรงu. Tanto Brasil como Argentina iniciaron la ocupaciรณn de la zona en el mismo perรญodo. En ambos casos, el objetivo fue establecer puestos militares que acompaรฑaran y desarrollaran actividades en la regiรณn luego de la Guerra del Paraguay (AMARAL, 2010: 29)[2].

En la dรฉcada de 1960 se produjo un aumento de las inversiones en infraestructura en la zona, especialmente por parte del gobierno brasileรฑo, lo que generรณ un consiguiente aumento de la movilidad de bienes y mano de obras en la regiรณn fronteriza. Paralelamente, los problemas internos en el Lรญbano dieron lugar a un fenรณmeno migratorio de una parte considerable de su poblaciรณn. A partir del reconocimiento de la independencia el 22 de noviembre de 1943 y la salida de los antiguos mandatarios franceses, se logrรณ un โ€œacuerdo entre los lรญderes maronitas y los musulmanes sunitas para que el presidente de la Repรบblica fuera siempre un maronita, el primer ministro un sunita y los demรกs puestos del gobierno y de la administraciรณn fueran distribuidos entre las diferentes comunidades religiosasโ€ (HOURANI, 2006: 558).

Luego del mantenimiento de un equilibrio polรญtico a partir de este acuerdo, los cambios significativos en la demografรญa libanesa, con un rรกpido crecimiento de la poblaciรณn musulmana, provocaron numerosos conflictos civiles en el paรญs, el primero de los cuales se produjo en 1958. Fue justamente luego de ese conflicto, que se sumรณ a la onda migratoria posterior a la Guerra del Paraguay, cuando se dio el arribo de un gran flujo de รกrabes de origen sirio-libanรฉs a la Triple Frontera, en su mayorรญa cristianos maronitas[3] y una minorรญa musulmana, quienes buscaron aprovechar de esa manera la oportunidad para emigrar hacia una regiรณn fronteriza con amplias posibilidades de desarrollar actividades comerciales (BARTOLOMร‰, 2003: 23)[4].

Con posterioridad a un perรญodo de tranquilidad en la convivencia con la poblaciรณn local, permeada por el difรญcil proceso de asimilaciรณn a una cultura totalmente distinta de la de su paรญs natal, la comunidad รกrabe en la zona pasรณ a ser considerada en los aรฑos 90 como posible base de apoyo al terrorismo. Con una poblaciรณn cercana a las 18.000 personas -el 90 por ciento de ellas de origen libanรฉs (Bร‰LIVEAU & MONTENEGRO, 2006: 24)-, el principal motivo de estas acusaciones serรญa el probable apoyo de algunos de sus miembros a actos terroristas que tuvieron lugar en Argentina. Aunque estos acontecimientos aรบn no han sido esclarecidos, la Secretarรญa de Inteligencia del Estado (SIDE), con el respaldo de la CIA, el FBI y el Mossad (AMARAL, 2010: 31) concluyรณ que los atentados terroristas contra la Embajada de Israel en Buenos Aires de 1992 y contra la Asociaciรณn Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994 tuvieron como base operacional a la Triple Frontera. En total, se cobraron 107 vรญctimas fatales.

Los ataques habrรญan sido organizados por el partido/grupo extremista islรกmico chiita Hezbollah con apoyo del gobierno iranรญ (Cf. KITTNER, 2007: 322; SULLIVAN, 2007: 3). La motivaciรณn de dichos atentados habrรญa sido la finalizaciรณn de la cooperaciรณn nuclear con el gobierno iranรญ, decidida por la administraciรณn de Carlos Menem. Sin embargo, Hezbollah niega hasta el dรญa de hoy haber sido el autor de dichos atentados. Teniendo en cuenta la informaciรณn suministrada por Goobar (1996) y Diaz & Newman (2005), a la que se suma la condena de la Justicia argentina decidida el 22 de octubre de 2006 contra ocho altos funcionarios del gobierno iranรญ, acusados de ser los organizadores de los atentados junto a Hezbollah, el hecho es que hasta hoy la motivaciรณn de dichos actos no ha sido aclarada y existen tesis conspirativas que involucran a la propia policรญa argentina como conexiรณn local de los ataques o como promotora de ellos por motivos polรญticos internos.

El Hezbollah libanรฉs: sus orรญgenes y el contexto histรณrico

Respecto de las distintas denuncias que indican que la Triple Frontera serรญa una base de financiaciรณn y apoyo al terrorismo, la gran mayorรญa de los trabajos escritos sobre el tema conecta estas acciones directamente con el grupo/partido libanรฉs Hezbollah[5]. La palabra โ€œHezbollahโ€ significa en รกrabe โ€œPartido de Diosโ€. Ese grupo/partido estรก estrechamente vinculado con la dinรกmica polรญtica libanesa.

Tras el conflicto civil arriba citado de 1958, los grupos de apoyo polรญtico y militar de los musulmanes se concentraron en el sur del Lรญbano. A ello se sumรณ la presencia, como aliados, de grupos promotores de la liberaciรณn de Palestina, que estaban en el mismo territorio. Por su parte, el Kataโ€™ib (Partido Falangista), de base cristiana, alarmado por la posibilidad de crecimiento del poderรญo musulmรกn, tambiรฉn se preparaba para una nueva guerra civil. Con el apoyo de Israel al Kataโ€™ib y una combinaciรณn de fuerzas entre las cuales existieron alianzas, rupturas y conflictos, como el que se dio entre la Organizaciรณn para la Liberaciรณn de Palestina (OLP), el partido musulmรกn Amal (Batallรณn de Resistencia Libanesa[6]), Siria, el Partido Comunista Libanรฉs y el Movimiento Nacional Libanรฉs, el paรญs viviรณ entre 1975 y 1990 una sangrienta guerra civil[7].

En ese contexto de conflicto entre los distintos grupos polรญticos en el Lรญbano, surge Hezbollah. La masacre de refugiados palestinos en los campos de Sabra y Shatila, promovidos por el Kataโ€™ib en el รกrea controlada por Israel -que habrรญa sido connivente con el ataque- fue el combustible para que los movimientos chiitas ganaran fuerza en la escena libanesa. Nacida en 1982 bajo la inspiraciรณn del รฉxito de la Revoluciรณn Islรกmica en Irรกn[8], comandada por Ruhollah Khomeini, Hezbollah declarรณ pรบblicamente su existencia en 1984 al defender la necesidad de continuar la lucha en defensa de Palestina y al contraponerse militarmente al otro grupo chiita, Amal[9].

La actividad de Hezbollah desde su fundaciรณn ha sido bastante dinรกmica. Pasรณ de ser una milicia en la guerra civil libanesa a convertirse en un partido polรญtico apoyado por Irรกn y a promover ataques terroristas. Segรบn informa Cynthia Marcial, especialista argentina en polรญtica libanesa:

Hezbollah ha utilizado el terrorismo de manera organizada y sistemรกtica, y este funcionamiento metรณdico facilitรณ la evoluciรณn de su estatus de guerrilla, que presentaba al inicio, pasando a autodefinirse como Movimiento de Liberaciรณn Nacional, y finalmente consolidarse a partir de 1992 como uno de los actores centrales de la escena polรญtica domรฉstica libanesa y, a nivel internacional, en Medio Oriente (MARCIAL, 2007: 5).

Entre las actividades consideradas como terroristas que llevรณ adelante esta organizaciรณn -que, como seรฑalamos, es tambiรฉn un partido polรญtico- se destaca el atentado a la embajada de EE. UU. en Beirut de 1983, con 60 vรญctimas, y ese mismo aรฑo, la explosiรณn de dos camiones cargados de explosivos que afectรณ a las tropas francesas y estadounidenses que ocupaban el Lรญbano, y generรณ 299 vรญctimas fatales. El resultado de este รบltimo ataque fue la retirada de las tropas de EE. UU. del Lรญbano, decidida por el entonces presidente Ronald Reagan. En la dรฉcada del 80 se produjeron otros ataques contra ciudadanos estadounidenses, como el secuestro y desapariciรณn de William Buckley en 1985, un polรญtico ligado a la CIA (DIAZ & NEWMAN, 2005:. xi). Recientemente, Hezbollah estuvo presente en la prensa internacional, en ocasiรณn de la guerra de 2006 contra Israel, de la cual saliรณ victorioso[10].

Esta osada actuaciรณn de Hezbollah en operaciones complejas durante los aรฑos 80, especialmente contra la ocupaciรณn de EE. UU. en el Lรญbano, tuvo como resultado la creaciรณn de una atmรณsfera de miedo de parte de los norteamericanos. De allรญ que este grupo/partido haya sido definido constantemente como โ€œterroristaโ€ por los diferentes departamentos estadounidenses y por algunos analistas.

A pesar de haber promovido ataques contra blancos estadounidenses, Hezbollah no es considerado como โ€œterroristaโ€ por el gobierno de Brasil. Itamaraty solo define como โ€œgrupos terroristasโ€ a aquellos que son reconocidos como tales por la ONU y ese no es el caso de Hezbollah. Tambiรฉn pesa en esa decisiรณn el hecho de que actรบe en el Lรญbano como partido polรญtico legรญtimo, con una fuerte actividad social, principalmente en el sur del paรญs[11]. O sea, Hezbollah es una organizaciรณn multifacรฉtica, dotada de un brazo polรญtico, uno social y uno de resistencia (KRUEGER, 2007, p. 35), siendo las dos primeras las ramas mรกs representativas del grupo. Al ser considerado como un grupo terrorista por EE. UU. y como un partido polรญtico por Brasil, nos referiremos en este artรญculo a Hezbollah como grupo/partido[12].

La conexiรณn entre Hezbollah y la comunidad รกrabe residente en la Triple Frontera obedece a que muchos libaneses que viven allรญ provienen de la regiรณn del Valle de Bekaa, zona del Lรญbano en la que el grupo/partido goza de una fuerte popularidad y realiza gran actividad. Declaraciones de las autoridades paraguayas en 1995 fortalecen esa estigmatizaciรณn de la comunidad รกrabe. Segรบn informa Goobar (1996: 80):

El jefe de Inteligencia de la Policรญa paraguaya, comisario Enrique Martinetti, denunciรณ (โ€ฆ) en septiembre de 1995 que Ciudad del Este โ€œes un santuario de cรฉdulas dormidas de Hezbollahโ€. Sus declaraciones se suman a las del jefe de Policรญa Nacional del Paraguay, comisario Marino Sapriza, quien afirmรณ que la zona de la Triple Frontera, y especialmente Ciudad del Este, es un โ€œcuartel generalโ€ de terroristas.

Los estudios sobre Hezbollah realizados por Tom Dรญaz y Barbara Newman complementan los hechos seรฑalados por Goobar (1996). Segรบn sus autores:

Tal como sucede en EE. UU., las cรฉlulas de Hezbollah en la Triple Frontera pueden ser descriptas mayormente como mero apoyo a cรฉlulas que en primer lugar pretender recaudar fondos, reclutar simpatizantes y adquirir materiales restringidos de tecnologรญa militar de uso dual. No se trata de cรฉlulas operacionales acusadas de haber conducido ataques especรญficos (DIAZ & NEWMAN, 2005: 110).

Fueron justamente los atentados en Buenos Aires en 1992 y 1994, atribuidos a Hezbollah, los que colocaron a la Triple Frontera en un nuevo nivel de percepciรณn como amenaza terrorista en el Cono Sur, que se convirtiรณ en un tema ampliamente discutido en el mundo polรญtico y acadรฉmico. Los ataques del 11 de septiembre, a su vez, sumaron un nuevo componente a este debate al acentuar la percepciรณn de la Triple Frontera como un santuario terrorista, especialmente por el apoyo a Hezbollah, enemigo mortal de EE. UU. desde los aรฑos 80. Ademรกs, el resultado polรญtico de estos atentados fue la creaciรณn de una percepciรณn de amenaza en la zona de la Triple Frontera[13], que ha comenzado a ser vista desde ese momento como un receptรกculo de musulmanes fundamentalistas[14] envueltos en actividades terroristas (DIAZ & NEWMAN, 2005: 124-125). Sin embargo, las acusaciones referidas a la presencia de miembros de grupos terroristas en la Triple Frontera, especialmente de Hezbollah, han sido poco fundamentadas (Cf. AMARAL, 2010; PARO, 2007; COSTA & SCHULMEISTER, 2007) y se topan con la percepciรณn que de este grupo/partido tienen los EE. UU., Brasil, Argentina y Paraguay.

Torres Gemelas, aniversario del atentado terrorista

El debate en torno al Hezbollah en la Triple Frontera luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001

Aunque ya existรญa una preocupaciรณn por parte de EE. UU. por la presencia de cรฉlulas terroristas en la Triple Frontera antes de los atentados ocurridos en Argentina en la dรฉcada del 90, la regiรณn pasรณ a tener mayor presencia en los debates sobre seguridad internacional especialmente luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001. En ese momento, cuando se hizo evidente el compromiso de EE. UU. por desmantelar las estructuras terroristas internacionales a partir de las invasiones de Afganistรกn en 2001 e Irak en 2003, la Triple Frontera pasรณ a ser considerada una amenaza a la seguridad de EE. UU., ya que podรญa servir de safe haven para el terrorismo islรกmico internacional, o sea, una zona propensa a ser utilizada como base de financiamiento y apoyo logรญstico al terrorismo internacional. En ese sentido, EE. UU. dejรณ en claro, a partir de ese momento, su preocupaciรณn por aislar y desmantelar las estructuras de grupos terroristas islรกmicos en esta regiรณn (LEWIS, 2006: 100).

Percibimos esa decisiรณn a partir de la publicaciรณn en 1992 del informe Patterns of Global Terrorism (PGT) por parte del Departamento de Estado de EE. UU. Allรญ se seรฑala que el atentado en Buenos Aires โ€œfue un llamado de atenciรณn respecto de las actividades del Hezbollah en Amรฉrica Latina, hacia donde las comunidades de musulmanes chiitas emigraron y se instalaron en zonas remotas de la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguayโ€, regiรณn que a su vez podrรญa estar brindando cobertura a terroristas internacionales (USDS, 1993). Tales acusaciones se reiteran desde 1993 en los distintos informes del Departamento de Estado, aunque cobraron mayor dimensiรณn en cuanto a sus detalles a partir de la ediciรณn de 2002 [referida a 2001]โ€ (AMARAL, 2008:189).

El PGT 2002 seรฑala:

El 11 de septiembre renovรณ la atenciรณn sobre las actividades de la organizaciรณn terrorista libanesa Hezbollah, asรญ como de otros grupos terroristas, en la zona de la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay, donde los terroristas recaudan actualmente millones de dรณlares gracias a actividades criminales. Existe evidencia de la presencia de miembros del Hezbollah o de sus simpatizantes en otras รกreas de Amรฉrica Latina, como el norte de Chile, especialmente alrededor de Iquique; Maicao (Colombia), cerca de la frontera con Venezuela; la isla Margarita (Venezuela); y la Zona Libre de Colรณn (Panamรก). Agencias de inteligencia locales y organismos de seguridad estadounidenses investigaron las denuncias sobre supuestos apoyos a Osama Bin Laden y a Al-Qaeda, pero hasta finales de aรฑo no lograron corroborar estas informaciones (USDS, 2002: 44).

El PGT 2002 habla de la existencia de evidencias sobre la presencia de terroristas y simpatizantes en numerosas รกreas de Amรฉrica Latina. Sin embargo, ese mismo informe asumรญa en aรฑos anteriores la inexistencia de evidencias y habรญa dejado de lado regiones como Colรณn (Panamรก), Maicao (Colombia) y la isla Margarita (Venezuela). Asรญ y todo, no dejaba de mencionar a la Triple Frontera en el debate sobre el terrorismo en la regiรณn.

La preocupaciรณn respecto del terrorismo en la zona, que se puso en evidencia tras los atentados en EE. UU., no se observa tan solo en los informes del gobierno de ese paรญs. En diciembre de 2001, el coordinador de Antiterrorismo del Departamento de Estado, Francis Taylor, organizรณ en Paraguay el seminario โ€œPrevenciรณn del terrorismo internacional y del crimen organizado en la zona de la Triple Fronteraโ€. En esa oportunidad hablรณ acerca de su preocupaciรณn por el hecho de que โ€œorganizaciones extremistas islรกmicas, como el Hezbollah, Hamas y Al Gamaโ€™a Al Islamiyya, entre otras, utilizaran esa pujante zona como base desde la cual apoyan el terrorismoโ€ (TAYLOR apud BELIVร‰AU & MONTENEGRO, 2006: 52)[15].

Tanto el PGT 2001 como las declaraciones de Taylor son la evidencia de afirmaciones categรณricas respecto de la existencia de terrorismo en la Triple Frontera. Esa situaciรณn estaba ausente en informes anteriores sobre terrorismo, especialmente los PGT (Cfr. AMARAL, 2008), y provocarรญa en los siguientes meses un aumento del caudal de producciรณn acadรฉmica sobre el tema del terrorismo en el Cono Sur.

La profundizaciรณn del debate sobre la regiรณn fronteriza de Argentina, Brasil y Paraguay recibiรณ un fuerte impulso a partir de la publicaciรณn del artรญculo de Jessica Stern en Foreign Affairs. Stern, profesora de la Kennedy School de la Universidad de Harvard, aseguraba allรญ que โ€œHezbollah, que cuenta con el apoyo de Siria e Irรกnโ€ contarรญa con una base en el sur del Lรญbano en el รกrea โ€œsin leyโ€ de la Triple Frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina (STERN, 2003). La autora tambiรฉn describe la regiรณn como un receptรกculo de terroristas de toda estirpe, โ€œun lugar donde los terroristas de ideologรญas totalmente dispares -rebeldes marxistas colombianos, blancos supremacistas norteamericanos, Hamas, Hezbollah y otros- se encuentran para intercambiar tรฉcnicasโ€ (STERN, 2003).

Ese artรญculo publicado por Stern (2003) generรณ una fuerte crรญtica del embajador brasileรฑo en EE. UU., Rubens Barbosa. Barbosa adujo que Stern basaba sus acusaciones en โ€œpresupuestos equivocados e informaciรณn incorrectaโ€ y aclarรณ que no existรญan evidencias concretas sobre la presencia de Hezbollah y de Al-Qaeda en la Triple Frontera. Posteriormente, Stern (2004) respondiรณ a Barbosa y lamentรณ haber dado a entender que Brasil no cooperaba en la Guerra contra el Terrorismo, aunque reafirmรณ que su informaciรณn era confiable y se basaba en la prensa y en fuentes que solicitaban anonimato[16].

El hecho de que una investigadora del calibre de Stern apuntara a la Triple Frontera como un safe haven terrorista llevรณ a la producciรณn de otros estudios que evaluaron el asunto. Entre ellos, se encuentra el artรญculo de Mariano Bartolomรฉ (2003). El analista argentino, quien considera la Triple Frontera como un โ€œรกrea cenicientaโ€, realiza un amplio anรกlisis de la presencia de individuos ligados al terrorismo en la regiรณn. Sus referencias provienen bรกsicamente de fuentes abiertas, lo que lo lleva a concluir que โ€œla situaciรณn de la Triple Frontera muestra la existencia de una profunda interrelaciรณn entre las actividades asociadas al terrorismo, la criminalidad organizada y la corrupciรณn de funcionarios pรบblicosโ€ (BARTOLOMร‰, 2003: 34). A la posiciรณn de Bartolomรฉ se suman las constataciones de Dรญaz & Newman (2005: 106), quienes, al referirse a la โ€œcorrupciรณn oficialโ€ en la Triple Frontera, afirman que esa zona โ€œes la placa de Petri[17] de la cultura criminal internacionalโ€.

El informe Terrorist and Organized Crime Groups in Tri-Border Area (TBA) of South America, de Rex Hudson (2003), que suele ser citado en distintos artรญculos referidos a la Triple Frontera, se basa en fuentes abiertas argentinas, brasileรฑas, paraguayas y estadounidenses. Aun cuando se trata de un estudio cuestionable desde el punto de vista metodolรณgico -pues estรก basado en el uso indiscriminado de fuentes abiertas-, su importancia reside en el hecho de que fue realizado bajo el auspicio de distintas agencias del gobierno de EE. UU. y suministra informaciรณn a los policy-makers de Washington. Hudson no se fijรณ como objetivo el rigor acadรฉmico; mรกs bien, se propuso entregar informaciรณn general a los policy-makers y no tuvo en miras que fuese utilizado como material acadรฉmico. Mรกs allรก de los reparos que acabamos de seรฑalar, el informe de Hudson (2003) ha sido citado con frecuencia en distintos trabajos acadรฉmicos como prueba del financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera.

Michael Bagrosky (2009), otro especialista en el tema, sugiere un abordaje unificado del narcotrรกfico, el contrabando y el terrorismo financiado por Hezbollah. Aunque el autor sugiere esta idea al evitar un anรกlisis fragmentado de la problemรกtica de la Triple Frontera, su abordaje de los distintos aspectos de la criminalidad en un mismo concepto produce, como consecuencia adversa, una simplificaciรณn en el tratamiento del objeto de su investigaciรณn. Ademรกs del trabajo de Bagrosky (2009), la investigadora Ana Sverdlick, al estudiar la relaciรณn entre la criminalidad y el terrorismo en la Triple Frontera, considera que โ€œes difรญcil determinar cuรกndo una actividad con un determinado propรณsito termina y cuรกndo otra con un propรณsito distinto comienzaโ€ (SVERDLICK, 2005: 91).

En la percepciรณn de EE. UU. y de algunos analistas internacionales sobre la presencia de Hezbollah en la regiรณn, es recurrente que se vinculen las actividades de este grupo/partido con el financiamiento del terrorismo. Las organizaciones de caridad ligadas al grupo libanรฉs son consideradas como una fachada para la recolecciรณn de fondos. Entre estas organizaciones caritativas, las mรกs importantes serรญan la Fundaciรณn Internacional Al Aqsa, la Asociaciรณn de Caridad Al Mabarrat y la Organizaciรณn de Beneficencia de los Mรกrtires (Bonyad-e Shahid), esta รบltima posiblemente de auxilio a las familias de los atacantes suicidas (hombres-bomba) (LEVITT, 2007: 142).

En esa misma lรญnea, otro analista afirma:

Hay fuertes indicios de que las agencias que reciben fondos estรกn asociadas a actividades terroristas. Por ejemplo, la mezquita chiita โ€œProfeta Mahomaโ€ estรก liderada por el religioso Mohamad Hussein Fadllah, quien tiene vรญnculos con Hezbollah, mientras que la mezquita sunita โ€œCasa de las Oracionesโ€ estรก asociada al grupo Hamas a travรฉs de la secta wahhabi, liderada por el jeque Atik Al Din Al Athari. Existen tambiรฉn evidencias de que el Centro de Beneficencia Cultural Islรกmico de Foz do Iguaรงu, donde opera la mezquita โ€œOmar Bem Al Khattabโ€, tiene vรญnculos con Hamas (RAZA, 2005: 11).

En una entrevista para la tesis de doctorado del autor del presente artรญculo, la exdirectora de Combate a la Financiaciรณn del Terrorismo del Departamento de Estado de EE. UU., Celina Realuyo, reafirmรณ la dificultad de lidiar con esta caracterรญstica dual de Hezbollah. Segรบn ella:

El gran desafรญo que presenta Hezbollah es que es muy difรญcil de penetrar. Como sabes, tiene como base principal la diรกspora libanesa y otros vรญnculos y relaciones familiares, no solamente en la Triple Frontera, sino alrededor del mundo, ยฟno es cierto? Entonces, puedes tener a alguien [de Hezbollah] relacionado con otros actores en Colombia, Venezuela o Senegal, en distintas zonas del mundoโ€ฆ Por lo que vemos, es un grupo difรญcil tanto para ser penetrado como para infiltrar a alguien en su red para obtener [informaciรณn de] inteligencia sobre lo que ellos estรกn haciendo (REALUYO, 2008).

Frente a este debate, suele hablarse de la designaciรณn de determinados individuos como apoyos de Hezbollah. Debemos discutir este punto, ya que este partido/grupo no es considerado como โ€œterroristaโ€ por el gobierno brasileรฑo, aunque sรญ lo sea por parte de EE. UU. En este caso, existe una suerte de impasse respecto de cรณmo actuar frente al grupo y sus seguidores.

Esta posiciรณn no estรก exenta de crรญticas. En general, los anรกlisis discuten sobre la legitimidad de argumentos utilizados para criminalizar a la Triple Frontera. Segรบn Costa y Schulmeister (2007), de los distintos artรญculos que se refieren a la Triple Frontera como un safe haven que funciona como base de apoyo financiero para el terrorismo internacional, la gran mayorรญa carecerรญa de pruebas empรญricas, afirmaciรณn corroborada por Amaral (2010). A pesar de tratarse de un tema delicado, muchas veces restringido a los cรญrculos de inteligencia de los paรญses involucrados, las entrevistas, los datos estadรญsticos, los estudios de campo y otros instrumentos metodolรณgicos han sido poco utilizados por los investigadores (COSTA & SCHULMEISTER, 2007: 39).

La investigadora Denise Paro intenta analizar con detenimiento el discurso que subyace en los artรญculos de prensa publicados sobre la Triple Frontera con posterioridad al 11 de septiembre. Las constataciones de su investigaciรณn son valiosas, pues seรฑalan que โ€œes posible inferir que todos los medios de comunicaciรณn reproducen el discurso del gobierno norteamericano, el cual acusa a la Triple Frontera de financiar terroristas, pero no ha mostrado pruebas concretas que certifiquen esa afirmaciรณnโ€ (PARO, 2007: 12). Segรบn esta misma autora:

Otro punto a destacar es que la menciรณn del grupo Hezbollah estรก siempre vinculada con su condiciรณn de terrorista, subrayada por el gobierno norteamericano. Los periรณdicos no reproducen la versiรณn de los libaneses que se refieren a Hezbollah como partido polรญtico reconocido en el Lรญbano y que mantiene una red de solidaridad a travรฉs, por ejemplo, del mantenimiento de guarderรญas. Tambiรฉn el envรญo de remesas al paรญs de origen es una actitud inherente a los inmigrantes. De esa forma, vemos que los textos de los artรญculos muestran, mรกs de una vez, una parcialidad y no dan espacio a que los รกrabes manifiesten su postura, ya que solo se les da voz en ellos en tanto suministran evidencias de la tesis que sostiene la presencia de terroristas en la regiรณn. O sea, aparecen involucrados con drogas o realizando afirmaciones radicales contrarias a EE. UU., tรญpicamente fundamentalistas. Por lo tanto, se presentan informaciones inciertas que no sustentan los argumentos esgrimidos (PARO, 2007: 12).

Por otro lado, aun cuando en ocasiones demuestren ser concordantes con la tesis del financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera, segรบn Adriano Barbosa โ€œtal vez esas ideas [de que la Triple Frontera es un safe haven terrorista] sean fruto de una falta de conocimiento real de la Triple Frontera por parte de los analistas, escribiendo artรญculos basados en informes de la CNN, artรญculos desactualizados o bien de sentido comรบnโ€ (2007: 34).

Observamos, hasta aquรญ, que la postura crรญtica se basa en fuentes parciales que buscarรญan รบnicamente reforzar el discurso de los policy-makers norteamericanos. Analizando el contenido de tales crรญticas, tanto en Costa Costa y Schulmeister (2007), como en Barbosa (2007), Amaral (2010), Belivรฉau y Montenegro (2006) y Paro (2007), es comรบn la utilizaciรณn de tรฉrminos como โ€œuso del sentido comรบnโ€, โ€œartรญculos desactualizadosโ€, โ€œmateriales que presentan informaciones inciertasโ€ y el uso exacerbado de las โ€œteorรญas conspirativasโ€ en la crรญtica al gobierno norteamericano y a los analistas internacionales que defienden la idea de la Triple Frontera como safe haven.

El debate sobre el terrorismo en la Triple Frontera en los aรฑos recientes

En los organismos del gobierno de EE. UU., abundan referencias a la Triple Frontera, destacรกndose el Departamento de Estado, encargado de formular las estrategias generales de inserciรณn internacional de EE. UU. Anualmente ese organismo publica informes y estudios que enfatizan la preocupaciรณn estratรฉgica de Washington en el tema del terrorismo. Entre ellos se destaca el Country Reports on Terrorism (CRT), que reiteradamente seรฑala a la Triple Frontera como un รกrea crรญtica para la seguridad norteamericana.

En su ediciรณn de 2006, el CRT 2006 reconoce que los tres paรญses que comparten la Triple Frontera se han comprometido en tareas de prevenciรณn del terrorismo. Sin embargo, el Departamento de Estado no deja de expresar su insatisfacciรณn por la falta de estructura judicial y policial que le permita combatir el lavado de dinero que podrรญa estar financiando el terrorismo en Medio Oriente (USDS, 2007).

Las crรญticas formuladas en el CRT quedan atenuadas en el mismo informe publicado al aรฑo siguiente. En el CRT 2007 el discurso cambia sutilmente y pasa a reconocer algunos esfuerzos de los paรญses de la regiรณn en el combate de las actividades ilรญcitas y el posible financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera. Se elogia especialmente al Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF), รณrgano del Ministerio de Hacienda [de Brasil] que controla el movimiento financiero e intenta rastrear las remesas vinculadas con el financiamiento del terrorismo, del narcotrรกfico y otras actividades ilรญcitas, y el control de los contenedores que desembarcan en el puerto de Santos.

En el texto del CRT 2008 llama la atenciรณn el hecho de que el propio gobierno de EE. UU. confirme categรณricamente la falta de informaciรณn sobre la presencia operativa de cรฉlulas terroristas en la Triple Frontera. Tal afirmaciรณn, sumada a lo que indican otros documentos gubernamentales, deja en evidencia que la preocupaciรณn principal de ese paรญs apunta al financiamiento de grupos terroristas que actรบan en otros puntos del planeta y no necesariamente a la actividad operativa de Hezbollah o Hamas en la Triple Frontera. Aunque algunos informes del Departamento de Estado y del Congreso aseguren la existencia de apoyo logรญstico a Hezbollah, hasta la fecha no se encontraron relatos precisos sobre dicho apoyo, a diferencia de lo que sucede con en envรญo de remesas a ese partido/grupo (USDS, 2008).

Ahora bien, podrรญa inferirse que en el caso de la Triple Frontera el trabajo de prevenciรณn se torna para el Departamento de Estado mรกs relevante que el abordaje combativo contra una amenaza terrorista. Este aspecto ya se observaba en 2002, cuando el excoordinador de Antiterrorismo del Departamento de Estado, Cofer Black, afirmaba en una entrevista para la prensa argentina que:

No necesariamente donde no hay terroristas en la actualidad no los habrรก en el futuro; asรญ como en otras รกreas donde hoy existen terroristas puede no haberlos maรฑana. A medida que EE. UU. y sus aliados ponen bajo presiรณn a los terroristas, como en Afganistรกn (โ€ฆ), estos terroristas van hacia otros lugares. Y los que nos preocupan, principalmente, son los que van a la Triple Frontera (BLACK apud Bร‰LIVEAU & MONTENEGRO, 2006: 101).

En este abordaje preventivo, la cuestiรณn del financiamiento al terrorismo cobra un estatus prioritario para el Departamento de Estado. Un informe que muestra de un modo directo la preocupaciรณn sobre el tema es el International Narcotics Control Strategy Report (INCSR). En su versiรณn publicada en marzo de 2009, se constata que:

En diciembre de 2006 el Departamento de Estado enumerรณ nueve individuos y dos entidades que suministran apoyo financiero y logรญstico a Hezbollah y operan en el territorio de los paรญses fronterizos a la Argentina. Esta regiรณn, comรบnmente conocida como la Triple Frontera, se encuentra ubicada entre Argentina, Brasil y Paraguay. El gobierno de Argentina se ha reunido con los gobiernos paraguayo y brasileรฑo, ya que no estuvo de acuerdo con las designaciones y seรฑalรณ que EE. UU. no habรญa entregado nueva informaciรณn respecto del financiamiento del terrorismo en el รกrea de la Triple Frontera (USDS, 2009: 82).

Esos nueve individuos citados en el informe estarรญan ligados al comerciante de origen sirio-libanรฉs Assad Ahmad Barakat, una persona que fue sindicada como terrorista por el Departamento del Tesoro de EE. UU. en junio de 2004, acusada de ser un posible lรญder de Hezbollah en la regiรณn (USDS, 2009: 400-401). Con relaciรณn a las dos entidades, ellas serรญan dos compaรฑรญas que funcionaban como pantalla para la captaciรณn de fondos para el terrorismo, la Galerรญa Pagรฉ y la Casa Hamze, ambas ubicadas en Ciudad del Este y con participaciรณn societaria de Barakat (USDS, 2009: 401).

Las informaciones suministradas por el INCSR han sido negadas por el gobierno paraguayo, que sostiene que EE. UU. no ha entregado informaciรณn adicional que pruebe la supuesta actividad de financiamiento del terrorismo en la Triple Frontera. Sin embargo, el INCSR asegura que el gobierno paraguayo ha demorado en el reconocimiento de la existencia del financiamiento del terrorismo en sus fronteras (USDS, 2009: 400), a pesar de haber mejorado su capacidad investigativa. Para ese organismo gubernamental, aun con las limitaciones existentes, en la bรบsqueda de sospechosos como Assad Ahmad Barakat y Kassem Hijazi, el gobierno de Asunciรณn โ€œha demostrado mejoras en su capacidad de investigaciรณn y en las denuncias por casos de lavado de dineroโ€ (USDS, 2009: 401).

Asรญ y todo, esa mejora parece no ser suficiente para el organismo del gobierno de EE. UU. Segรบn el punto de vista del Departamento de Estado, existirรญa un punto crรญtico: la inexistencia de una legislaciรณn contra el terrorismo que penalice el financiamiento de ese tipo de actividad violenta dentro del territorio paraguayo. Segรบn informaba el INCRS, Paraguay no cuenta con una ley contra el terrorismo que castigue el envรญo de remesas destinadas al terrorismo. En ese sentido, el paรญs deberรญa avanzar rรกpidamente para garantizar que โ€œse apruebe y adopte una legislaciรณn comprensiva contra el terrorismo y contra el financiamiento del terrorismoโ€ (USDS, 2009: 400). Las crรญticas al Paraguay por la inexistencia de una ley antiterrorista fueron tambiรฉn reiteradas en una de las entrevistas realizadas para esta investigaciรณn, en la que se llegรณ a afirmar que la ausencia de dicha legislaciรณn es uno de las principales trabas del combate al terrorismo en la Triple Frontera (REALUYO: 2008).

Esta crรญtica por la inexistencia de una legislaciรณn contra el terrorismo en Paraguay fue dejada de lado a partir del momento en que el paรญs aprobรณ tal legislaciรณn. Promovida por EE. UU. y la OEA, la ley entrรณ en vigencia el 26 de junio de 2010 y ha sido blanco de una gran polรฉmica dentro del paรญs. Uno de los puntos claves de esa nueva legislaciรณn es la persecuciรณn del lavado de dinero, โ€œestableciendo una graduaciรณn de cinco a quince aรฑos de prisiรณn para quienes incurran en el delito de โ€˜asociaciรณn terroristaโ€™ o โ€˜financiamientoโ€™ de actos de esa naturalezaโ€ (PARAGUAI, 2010)[18].

Es importante recordar que el Cรณdigo Penal brasileรฑo tampoco tipifica el delito de terrorismo. En el caso de Brasil, por la planificaciรณn o la conspiraciรณn dirigida a cometer actos terroristas solo es penado quien cometa, como consecuencia de estos actos, otros crรญmenes como homicidios (culposos o dolosos) o lesiones corporales. En ese sentido se impone una reflexiรณn: ยฟel hecho de que el paรญs carezca de una ley que penalice el terrorismo hace de รฉl un safe haven?

Al parecer, la ausencia de esta normativa es motivo de mayor preocupaciรณn en EE. UU. que en los paรญses de la regiรณn. En Brasil los crรญmenes vinculados con el terrorismo pueden quedar subsumidos en artรญculos del Cรณdigo Penal relacionados con las lesiones corporales, la tenencia de explosivos, el homicidio o su tentativa. En caso de que fuese tipificado el crimen del terrorismo, ยฟcuรกl serรญa la medida o variable para determinar quรฉ es el terrorismo? Ademรกs, ยฟesto darรญa paso a una probable criminalizaciรณn de grupos รฉtnicos como los ciudadanos de origen รกrabe? Esta reflexiรณn es incluso mรกs relevante que el hecho de presionar simplemente a Brasil para que adopte una ley que pueda significar un retroceso en tรฉrminos de derechos civiles para algunas minorรญas dentro del paรญs.

Es importante destacar que la presiรณn y las crรญticas referidas a la necesidad de una ley antiterrorista han quedado demostradas en el contenido del propio INCRS, siguiendo una prerrogativa de la Estrategia Nacional de Combate contra el Terrorismo publicada por la Casa Blanca. Ese documento deja en claro que la eliminaciรณn de los safe havens pasa por reforzar el sistema judicial de los paรญses que servirรญan de santuarios para el terrorismo (US WHITE HOUSE, 2006: 16). Ademรกs, otra preocupaciรณn seรฑalada en ese documento es la referida al control efectivo del gobierno sobre un territorio propenso a ser utilizado como safe haven.

Durante el gobierno de Barack Obama, el Departamento de Estado continรบa considerando que existe financiamiento del terrorismo proveniente de la zona de la Triple Frontera (USDS, 2008: 133), aspecto que ya habรญa sido relevado en trabajos acadรฉmicos anteriores (AMARAL, 2010: 247). Significa que la cuestiรณn del terrorismo en el Cono Sur continรบa estando en la agenda de seguridad de EE. UU., lo que no permite ser optimistas en cuanto a la posibilidad de cambios radicales en los asuntos vinculados con el terrorismo.

Consideraciones finales

Al analizar el debate surgido en torno a la presencia de Hezbollah en la Triple Frontera, observamos que esta percepciรณn se remonta a los atentados de 1992 y 1994 contra blancos israelรญes en territorio argentino. Segรบn informaciรณn de los servicios de inteligencia y de la justicia argentina, la Triple Frontera habrรญa sido utilizada como base de apoyo por individuos ligados al Hezbollah, bajo la orden del gobierno iranรญ, para cometer los atentados. Posteriormente, los ataques que afectaron en septiembre de 2001 a EE. UU. hicieron que la regiรณn de la Triple Frontera tuviera una omnipresencia en los discursos de los gestores de las polรญticas y los tomadores de decisiones en el seno de Washington. Desde entonces, estos funcionarios han venido considerando la Triple Frontera como un safe haven terrorista. Dicha postura, a su vez, ha venido siendo compartida por algunos acadรฉmicos especialistas en temas de seguridad.

El dramatismo de los atentados del 11 de septiembre ha hecho que la lucha contra el terrorismo no se basase en la realidad de los hechos, lo que ha provocado acciones antiterroristas que han sido independientes de las evidencias reales sobre el involucramiento en actividades terroristas de las entidades o individuos afectados. Por otro lado, existe desde entonces una criminalizaciรณn del รกrea que poco ayuda a una real comprensiรณn de la zona, lo cual es refrendado por acadรฉmicos de renombre como Jessica Stern (Cf. STERN, 2004). Se aplica entonces a este caso la vieja mรกxima de Maquiavelo, segรบn la cual el fin de impedir las actividades de un safe haven justificarรญa los argumentos utilizados para ello.

En general, se observa que el conocimiento de la Triple Frontera se basa en estereotipos fundados en anรกlisis parciales. Los estudios sobre el tema -en especial, aquellos realizados en EE. UU.- carecen de rigor metodolรณgico, ya que se basan en fuentes abiertas y en una limitada evidencia empรญrica. Estas falencias no ayudan a una real comprensiรณn de lo que sucede en la Triple Frontera por parte del gobierno norteamericano. La criminalizaciรณn de la regiรณn parte de una visiรณn simplista que no toma en cuenta el hecho de que, mรกs que un safe haven, la Triple Frontera es un รกrea urbana que cuenta con mรกs de 700.000 habitantes, lo cual obstaculiza una percepciรณn mรกs clara de las reales amenazas a la seguridad provenientes de esa zona.

No hay dudas de que la porosidad de la zona fronteriza es un problema que debe ser resuelto por las autoridades pรบblicas. Agreguemos que existen ciertamente indicios de la presencia de un grupo que ya estuvo involucrado en actos de terrorismo con centenas de vรญctimas fatales. En ese sentido, pasa a cobrar cada vez mรกs importancia la necesidad de una mayor claridad en la percepciรณn de las amenazas, que sea resultado de una polรญtica eficiente y encarada desde una perspectiva multidiensional de la seguridad pรบblica. Mientras las cegueras polรญticas prevalezcan, primarรกn las visiones distorsionadas que poco contribuyen al combate eficaz a las verdaderas amenazas por parte de los paรญses de la Triple Frontera.

(*) El autor de este trabajo es profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de Paraรญba (UFPB), doctor en Ciencia Polรญtica por la Universidad de Campinas (Unicamp) y coordinador del Nรบcleo de Estudios sobre Amรฉrica Latina y el Caribe de la  Unicamp.

 


Notas:

[1] Las triples fronteras de Brasil son: con Paraguay y Argentina; con Uruguay y Argentina; con Bolivia y Paraguay; con Bolivia y Perรบ; con Colombia y Perรบ; con Colombia y Venezuela; con Guinea y Venezuela; con Guyana y Surinam; y con Francia (Guayana Francesa) y Surinam.

[2] Segรบn Amaral (2010: 29), el municipio de Iguaรงu (posteriormente llamado Foz do Iguaรงu) fue creado oficialmente en 1914ย  e integrado al Estado de Paranรก. Ciudad del Este fue fundada en 1957, con el nombre de โ€œPuerto Flor de Lizโ€, posteriormente Puerto Stroessner. Puerto Iguazรบ fue fundada en 1901.

[3] Segรบn la diรณcesis del patriarcado maronita, son considerados cristianos maronitas aquellos fieles que sigan los preceptos del profeta sirio Marรณn (siglo V). Esta confesiรณn religiosa es considerada una iglesia particular sui juris, es decir, una iglesia autรณnoma que reconoce a la Iglesia Catรณlica y la autoridad del Papa como legรญtimos representantes del cristianismo. Para mรกs detalles sobre los cristianos maronitas, ver Patriarcado Maronita (2009).

[4] Con respecto a la composiciรณn poblacional de la regiรณn, cabe seรฑalar que hasta 1960 la poblaciรณn de Foz do Iguaรงu era de aproximadamente de 8.000 habitantes. Un cambio drรกstico en estas cifras se dio con el inicio de los acuerdos para la construcciรณn de la central hidroelรฉctrica Itaipรบ en 1973 (la construcciรณn comenzarรญa en 1975). La poblaciรณn de la regiรณn supera hoy los 700.000 habitantes (sumadas las tres ciudades de la Triple Frontera).

[5] Aunque existan miembros de Hamas y de la Al Gamaโ€™a al-Islamiyya en la Triple Frontera (cf. HUDSON, 2003), ha habido en verdad pocos intentos realmente atendibles por explicar cรณmo se darรญa esa presencia, a diferencia del caso de Hezbollah. Tanto en los informes oficiales del gobierno de EE. UU. como en artรญculos de autores que hablan de la posible presencia de terroristas en la Triple Frontera, se observan puntualmente explicaciones con mayor grado de sustentaciรณn, como la que ha hecho Hudson (2003: 75-77) sobre un posible miembro de la Al Gamaโ€™a al-Islamiyya que vivirรญa en la regiรณn, El Said Hassan Ali Mohamed Mukhis.

[6] Amal (ู…ู„ ) tambiรฉn significa โ€œesperanzaโ€ en รกrabe.

[7] Para mรกs detalles sobre el conflicto civil libanรฉs y su intrincada dinรกmica durante los 16 aรฑos de duraciรณn, ver Hourani (2006: 559-562).

[8] Si bien algunos hechos y autores demuestran la existencia del apoyo de la Repรบblica Islรกmica de Irรกn a Hezbollah, se trata de un tema intrincado. Es comรบn observar que reparticiones pรบblicas iranรญes den claras muestras de apoyo a la lucha del Hezbollah, lo que queda demostrado en el documental Letters to President, del cineasta checo Petr Lom (Cf. LETTERS, 2007). Por otra parte, la ideologรญa del grupo/partido formulada por el Sheikh Muhammad Husaun Fadlallah naciรณ bajo inspiraciรณn de los ayatolรกs Muhammad al Sadr y Ruhollah Khomeini (Cf. MARCIAL, 2007; HAMZEH, 1993; WIEWIORKA, 1988). Para Hamzeh (1993), la propia formaciรณn de Hezbollah fue capitaneada directamente por Teherรกn en 1982, a travรฉs de la Guarda Revolucionaria Iranรญ. En 1989 hubo un cambio en el rumbo de Hezbollah por orientaciรณn de Teherรกn. Segรบn Marcial (2007: 7): โ€œEse giro en la orientaciรณn de Hezbollah se debiรณ a la evoluciรณn del liderazgo de la burocracia de la Repรบblica Islรกmica de Irรกn, que se volviรณ mรกs pragmรกtico tras la muerte de Khomeini. De hecho, las disputas de poder entre los mรกximos lรญderes iranรญes se vieron reflejadas como en un espejo en la jerarquรญa de Hezbollah, tal como se puede observar a partir del cรณnclave de octubre de 1989 en Teherรกn. Allรญ se decidiรณ que la organizaciรณn mantuviera un diรกlogo polรญtico permanente con los sectores polรญticos maronitas, sobre la base de los valores compartidos entre musulmanes y cristianos, y que entrara en el debate pรบblico nacional con ideas y propuestas, como cualquier otro partido polรญticoโ€.

[9] Para una comparaciรณn de las diferentes ideologรญas en el campo de acciรณn de Amal y Hezbollah, ver Wiewiorka (1988: 269-284).

[10] Para mayores detalles sobre las diferentes visiones respecto de la historia de Hezbollah, ver Dรญaz & Newman (2005); Wieviorka (1988); Marcial (2007); Hamzeh (1993).

[11] Respecto de este punto, el trabajo de Marcial (2007: 9) es bastante esclarecedor. Segรบn la autora: โ€œHezbollah ofrece en la actualidad una amplia gama de servicios a la comunidad, desde bolsas de estudio hasta investigaciones para mejorar el uso de la tierra, que son realizadas por su propio comitรฉ de agricultura (algo inรฉdito en un partido polรญtico libanรฉs). En sus inicios, la organizaciรณn entendiรณ la urgencia de la situaciรณn y comenzรณ a repartir alimentos. Eso tuvo un alto impacto dentro de la comunidad musulmana, que no dudรณ en apoyar a los candidatos de Hezbollahโ€. Wiewiorka (1988: 284) tambiรฉn reconoce este trabajo desarrollado por Hezbollah, al que clasifica como un โ€œintento por establecer el orden moral y el conflicto contra Occidenteโ€.

[12] Tal como el gobierno brasileรฑo, uno de los mayores especialistas actuales en terrorismo, Alan Krueger (Universidad de Princeton) afirma que โ€œdurante el perรญodo que lo estudiรฉ [a Hezbollah], debo definirlo mรกs apropiadamente como una organizaciรณn de resistenciaโ€ (KRUEGER, 2007: 35).

[13] No solo provocaron esa percepciรณn, sino que incluso bautizaron esa regiรณn como โ€œTriple Fronteraโ€. Segรบn afirma Rabossi (2004: 24): โ€œAntes de los aรฑos 90, cuando aparecรญa alguna referencia que denominara a la regiรณn como un conjunto, se hablaba de zona, regiรณn o รกrea de las tres fronteras. Solo algunas veces aparece la fรณrmula โ€˜triple fronteraโ€™ para denominar esa regiรณn (por ejemplo, en los diarios locales a fines de los aรฑos 80), que tambiรฉn es utilizada como sustantivo genรฉrico, pero nunca como nombre propioโ€. Entonces, โ€œla transformaciรณn en el nombre propio โ€˜Triple Fronteraโ€™ surge a partir de las sospechas respecto de la presencia de terroristas islรกmicos en la regiรณn despuรฉs de los atentados contra la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y, particularmente, despuรฉs del atentado contra la sede de la Asociaciรณn Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994. En marzo de 1996, esa denominaciรณn serรญa adoptada oficialmente por los gobiernos de los tres paรญses en el โ€˜Acuerdo de los Ministerios del Interior de la Repรบblica Argentina, de la Repรบblica del Paraguay y de Justicia de la Repรบblica Federativa del Brasilโ€™, firmado en la ciudad de Buenos Aires. Asimismo, partiendo del interรฉs por โ€˜convenir medidas comunes, en la zona de la Triple Frontera, que une los paรญses participantes en las ciudades de Puerto Iguazรบ, Foz de Iguazรบ y Ciudad del Esteโ€™โ€ (RABOSSI, 2004: 24).

[14] La obra de Robinson (2000: 13) va incluso mรกs allรก de la denuncia sobre la presencia de fundamentalistas islรกmicos y utiliza un lenguaje grosero para referirse a la regiรณn de la Triple Frontera. En sus palabras, โ€œel ano de la Tierra estรก localizado en la selva del lado paraguayo del Rรญo Paranรก -un segundo lugar donde proliferan carteles sudamericanos, trรญadas chinas, Yakusa japonesa, gรกngsters italianos, gรกngsters rusos, gรกngsters nigerianos y terroristas de Hezbollah- y que es conocido como Ciudad del Este. Una ciudad con 200.000 prostitutas, putas, marginales, revolucionarios, capangas, traficantes de drogas, viciosos, asesinos, chantajistas, piratas, bandidos, extorsionadores, contrabandistas, asesinos a sueldo,ย  cafishos e impostores. Ella fue creada por el exdictador paraguayo Alfredo Stroessnerโ€. Para un anรกlisis crรญtico de este discurso de Robinson y diferentes versiones sobre la Triple Frontera, ver el estudio de Amaral (2010: 39-40).

[15] Sobre estas declaraciones de Taylor, ver tambiรฉn Lynn (2008: 68-69).

[16] Para profundizar en este debate, ver Amaral (2010: 206-208); Bandeira (2004: 328) y Barbosa & Stern (2004).

[17] Recipiente cilรญndrico utilizado en laboratorios para el estudio de cultivos de bacterias, virus y microbios.

[18] Es importante destacar que el Congreso de Paraguay acelerรณ la aprobaciรณn de esta ley debido al incremento de las acciones de la guerrilla izquierdista del Ejรฉrcito del Pueblo Paraguayo (EPP) en el norte del paรญs, grupo que contarรญa con el apoyo de las FARC. A pesar de ser pequeรฑo y carecer hasta el momento de una gran capacidad para realizar incursiones mรกs importantes, la existencia de este grupo tambiรฉn preocupaย  a las autoridades brasileรฑas.

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