La Casa Blanca lanzó oficialmente una cuenta en TikTok (@WhiteHouse), publicando un clip de 27 segundos protagonizado por el expresidente Trump, con el mensaje: “America we are BACK! What’s up TikTok?”. Este movimiento representa un giro notable: quien intentó prohibir la app, ahora la usa como vehículo de comunicación oficial.
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La prohibición de TikTok en Estados Unidos
TikTok sigue en entredicho en EE.UU. desde la aprobación de la ley PAFACA (Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act) firmada por el expresidente Biden el 24 de abril de 2024. Esta normativa obliga a ByteDance, empresa china propietaria de TikTok, a vender sus activos en EE.UU. antes del 19 de enero de 2025 o enfrentar el veto total en tiendas de apps, avance de red y uso.
Sin embargo, la administración Trump, luego de asumir el 20 de enero de 2025, emitió una serie de órdenes ejecutivas que aplazaron sucesivamente la aplicación de la ley. Así, concedió tres extensiones de 75 días cada una, situando el plazo límite en el 17 de septiembre de 2025.

Durante este período, TikTok experimentó cierres breves y estuvo ausente de las tiendas de apps, aunque se restableció rápidamente con el aval tácito de la administración Trump gracias al compromiso de no hacer cumplir la prohibición.
Qué pasa ahora con la nueva cuenta de TikTok
La creación de una cuenta oficial en TikTok por parte de la Casa Blanca, un espacio de propaganda política y comunicación pública, sugiere que la plataforma está “a salvo”, en el corto plazo, de una prohibición definitiva. También subraya que el gobierno, a pesar del marco legal que aún declara una amenaza potencial, encuentra aún valor estratégico en la red social para llegar a públicos jóvenes.
La administración republicana parece haber entendido que TikTok es demasiado influyente como para prescindir de él. Con más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos, una cifra que creció incluso en medio de la amenaza de prohibición, la aplicación se consolidó como el principal canal de comunicación con jóvenes y adolescentes. Para un gobierno que busca legitimarse entre votantes de nuevas generaciones, estar presente en esta red social resulta más estratégico que nunca.

No obstante, el entorno sigue volátil. El plazo del 17 de septiembre sigue en pie, y el gobierno podría conceder otra extensión si se logra un acuerdo de venta o desinversión factible. Además, se mantiene la presión política y judicial; el tema continúa generando debate sobre seguridad nacional, concentración tecnológica y derechos digitales.




