Lo que comenzó como un intento de bloquear la compañía china TikTok en suelo estadounidense derivó en un complejo acuerdo a medias, donde la presión de Washington, el interés de las grandes tecnológicas y la necesidad de ByteDance de mantener a flote su negocio en Estados Unidos dieron forma a una historia marcada por la geopolítica, la seguridad de los datos y el poder de las plataformas digitales.
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Cómo fue el conflicto de TikTok
En septiembre de 2020 se anunció un acuerdo tentativo en el que Oracle no compraría TikTok directamente, sino que asumiría el papel de “socio tecnológico de confianza”, encargado de almacenar y supervisar los datos de usuarios estadounidenses a través de su infraestructura en la nube. Walmart participaría como socio minoritario y comercial.

La propuesta fue una forma de equilibrar intereses: ByteDance mantenía la propiedad, Estados Unidos obtenía garantías de seguridad y la aplicación seguía funcionando. Sin embargo, con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, la presión sobre ByteDance se suavizó y la orden ejecutiva de Trump se suspendió, dejando el acuerdo inicial sin concretarse en sus términos originales.
La resolución final de la aplicación en Estados Unidos
Recientemente, se avanzó hacia un acuerdo marco que incluiría tanto a inversores nuevos como Andreessen y Silver Lake como viejos en ByteDance. El acuerdo contempla que Oracle mantenga su contrato de servicios en la nube con TikTok.
Se estima que la inversión directa en la entidad estadounidense que supervisará la plataforma será relativamente pequeña, y no está previsto que la estructura vaya a salir a bolsa. Esto confirma que el enfoque no es una venta total de TikTok, sino un mecanismo para garantizar la supervisión de datos y cumplir con los estándares de seguridad impuestos por Washington.

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El rol de Oracle sigue siendo central: actúa como custodio de la información de los usuarios estadounidenses, asegurando que TikTok cumpla con las regulaciones locales y manteniendo la infraestructura tecnológica que permite a la plataforma operar bajo supervisión. Por su parte, ByteDance conserva la propiedad de la aplicación y mantiene el control global sobre su desarrollo y operaciones internacionales.