En febrero, SpaceX lanzó una prueba de su famoso cohete Falcon 9. Todo parecía ir bien, hasta el descenso a la Tierra del vehículo espacial. ¿Qué pasó? Tuvo un vuelo poco controlado y varias de sus piezas terminaron al norte de Europa.
Usualmente, los ingenieros trabajan contrarreloj para que estas piezas caigan sobre el océano, ya que allí no hay riesgos de que se generen daños al medioambiente (los restos son localizados y recuperados) o a personas o estructuras material. mientras que los restos en ciudades o regiones pueden afectar al ecosistema o a las mismas personas que se encuentren a su alrededor.
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El 19 de febrero la segunda etapa de un cohete Falcon 9 de SpaceX reentró en la atmósfera terrestre de manera incontrolada. Este segmento del cohete, de 13.8 metros de longitud y 3.66 metros de diámetro, había sido lanzado el 1 de febrero desde la base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, con la misión de desplegar 22 satélites Starlink (Grupo 11-4).

Cómo cayeron restos del cohete de SpaceX
Tras completar su tarea, la etapa debía reencender su motor Merlin para desorbitar de forma controlada, pero una fuga de oxígeno líquido impidió esta maniobra, dejando al cohete en una órbita que decayó hasta su reentrada natural.
Numerosos testigos en países como Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Polonia observaron destellos en el cielo nocturno, producto de la desintegración del cohete al ingresar en la atmósfera. Sin embargo, algunos fragmentos resistieron el calor de la reentrada y cayeron en territorio polaco.
Uno de estos restos, un depósito de helio revestido de fibra de carbono de aproximadamente 1.5 metros de longitud, fue encontrado en una planta industrial cerca de la ciudad de Poznań. El hallazgo fue reportado a la policía por un empleado de la instalación.

La Agencia Espacial Polaca (POLSA) afirmó haber informado oportunamente a diversas instituciones gubernamentales sobre el incidente. No obstante, el Ministro de Desarrollo y Tecnología de Polonia, Krzysztof Paszyk, contradijo esta versión, alegando que no se había recibido tal comunicación y solicitando explicaciones al presidente de POLSA, Grzegorz Wrochna.
Posteriormente, se descubrió que POLSA había enviado la información al Ministerio de Defensa Nacional, pero a direcciones de correo electrónico incorrectas. Además, en esos días, POLSA sufrió un ciberataque que la obligó a desconectar sus sistemas de internet hasta el 5 de marzo.
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Ahora el Ministerio de Desarrollo y Tecnología de Polonia destituyó oficialmente a Grzegorz Wrochna de su cargo como presidente de POLSA, citando una gestión inadecuada del incidente. Por su parte, SpaceX aseguró estar colaborando con el gobierno polaco en las tareas de recuperación y limpieza de los restos, aclarando que no contenían materiales tóxicos. La empresa también proporcionó canales de contacto para informar sobre el hallazgo de fragmentos de sus cohetes.