SpaceX avanza a toda velocidad con el desarrollo de Starship, su nave reutilizable diseñada para revolucionar el acceso al espacio. Los próximos vuelos 8 y 9 del programa Starship no solo representan pruebas más avanzadas, sino que buscan alcanzar hitos críticos en la reutilización de cohetes, la carga útil en órbita y la optimización de la infraestructura de lanzamiento.
El octavo vuelo de prueba de Starship está programado para el 28 de febrero de 2025, con la nave Ship 34 y el propulsor Booster 15 despegando desde Starbase, en Texas. Esta misión marca un punto de inflexión, ya que SpaceX buscará consolidar varias mejoras técnicas y operacionales clave. Starship incorpora actualizaciones en su escudo térmico, alerones delanteros y una mayor capacidad de almacenamiento de propelente, lo que facilitaría futuras misiones a mayor distancia.
También se probará por primera vez el despliegue de carga útil en órbita utilizando el sistema “Dispensador Pez”, con la liberación de cuatro simuladores de los satélites Starlink v2, más grandes y avanzados que los actuales.

Además, tanto el propulsor Super Heavy como Starship intentarán regresar de manera controlada, con el booster cayendo en el Golfo de México, o Golfo de América según lo nombra Donald Trump, y la nave impactando en el Océano Índico. Este vuelo es fundamental para validar el comportamiento del vehículo en órbita y probar la capacidad de Starship de funcionar como plataforma de despliegue de satélites.
Innovación en SpaceX: la reutilización del sistema de lanzamiento
El noveno vuelo de Starship, previsto entre marzo y junio de 2025, representa la gran apuesta de SpaceX por la reutilización total del sistema de lanzamiento. Por primera vez, la compañía intentará atrapar tanto el propulsor Super Heavy como la nave Starship utilizando los brazos de la torre de lanzamiento. Si este procedimiento resulta exitoso, eliminaría la necesidad de amerizajes en el océano y aceleraría los tiempos de reutilización.
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Además, este vuelo servirá para probar mejoras en la estabilidad estructural, aerodinámica y control de reentrada. SpaceX tiene como objetivo aumentar la frecuencia de lanzamientos y alcanzar un ritmo en el que cada dos semanas se pueda realizar un vuelo de Starship, acercándose a su ambiciosa meta de múltiples lanzamientos diarios en el futuro.

Estos dos lanzamientos forman parte de una estrategia agresiva de SpaceX para lograr la reutilización completa de Starship lo antes posible. Con esto, la empresa busca reducir drásticamente los costos de lanzamiento, demostrar la capacidad de Starship como vehículo de carga útil y tripulación y preparar la tecnología para futuras misiones interplanetarias.
Por otro lado, SpaceX también tiene estos meses cargados al encargarse de lanzar la cápsula Dragon y rescatar a los astronautas varados en la Estación Espacial Internacional. Si tiene éxito en todas estas pruebas, podría ser no solo una racha exitosa, sino una pisada fuerte en el mercado espacial.
Si estos vuelos resultan exitosos, la visión de Elon Musk de un sistema de transporte espacial 100% reutilizable estará más cerca de convertirse en realidad. Esto no solo cambiaría la industria aeroespacial, sino que abriría las puertas a una nueva era de exploración en la que viajar a la Luna, Marte y más allá podría volverse una rutina.