Pakistán enfrenta un repunte de poliomielitis salvaje, con 29 casos confirmados hasta la fecha, lo que refleja que aún no hay mejoras en cuanto a su erradicación.
En otras partes del mundo, gracias a las campañas de vacunación fomentadas por organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad fue erradicada, aunque siempre existe la posibilidad de que vuelva a propagarse.
- Te puede interesar: Lanzan un sistema de IA que promete ser más efectivo que los médicos en diagnosticar enfermedades
DEF conversó con la doctora Elena Obieta, médica infectóloga (MN 76.451) jefa del servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), quien explicó las implicancias de esta enfermedad endémica, sus principales fuentes de contagio y cómo prevenirla en menores de 5 años.
Pakistán: el epicentro de la poliomielitis donde los casos solo van en aumento
En 2024, el país cerró el año con 99 casos de poliovirus, una cifra muy superior a la actual, pero que demuestra la persistencia del virus. En lo que va de 2025, la mayoría de los contagios se concentran en Jaiber Pastunjuá, aunque también se reportaron en Sind, Punyab y Gilgit-Baltistán.
Si bien existen diversas iniciativas internacionales para la erradicación, como las campañas de la OMS y UNICEF, algunas familias pakistaníes se niegan a vacunar a sus hijos, mientras que otras viven en áreas de difícil acceso. Asimismo, Pakistán incumplió en reiteradas ocasiones los plazos de erradicación.

El próximo 13 de octubre se realizará una nueva campaña nacional, en la que profesionales de la salud se acercarán casa por casa con el objetivo de vacunar, en el plazo de una semana, a más de 45 millones de niños.
Poliomielitis: todo sobre la enfermedad infantil que aún no tiene cura
Según la infectóloga Elena Obieta, la polio es una enfermedad que afecta principalmente a los niños y cuyos orígenes se remontan al 1500 a.C. En áreas endémicas, donde aún no fue erradicada y se presentan algunos casos esporádicos, el 100% de los afectados son menores de cinco años.
Las principales formas de contagio son por vía fecal-oral: al ingerir agua contaminada o por un mal lavado de manos, producto de un deficiente manejo de residuos cloacales y la falta de acceso a agua potable.
Es por ello que Pakistán, Afganistán, algunas regiones de India y zonas con grandes crisis humanitarias, como la Franja de Gaza o Nigeria, mantienen el estatus de alerta epidemiológica de polio por carecer de medidas sanitarias adecuadas.

La especialista detalló a DEF los principales síntomas de esta enfermedad. El período normal de incubación es de siete a catorce días, durante el cual el niño puede presentar fiebre de 48 a 72 horas continuas, cansancio, dolores musculares, dolor de cabeza, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Luego puede desarrollarse lo que se conoce como “enfermedad mayor”, caracterizada por la parálisis.
En esta etapa aparecen dolores musculares, temblores en las piernas o hiperestesia, es decir, una sensibilidad exagerada al tacto.
Tras un tiempo, esos síntomas desaparecen para dar lugar a la parálisis súbita, que consiste en la pérdida abrupta de la capacidad de mover una o varias partes del cuerpo, aunque se conserva la sensibilidad de la piel. Lo más común es que los miembros inferiores sean los más afectados, aunque existen casos de parálisis cuadriplégica, que incluso alcanza a los músculos respiratorios.

A lo largo de los años se llevaron adelante diversas campañas de erradicación de la polio. En Argentina, por ejemplo, durante décadas se utilizó la vacuna Sabin, administrada por vía oral, con virus vivos inactivos. Si bien resultó efectiva, se descubrió que las personas vacunadas podían eliminar el virus por las heces, y otros podían infectarse y hasta desarrollar cuadros de parálisis flácida asociada a la vacuna.
Tras este hallazgo, la OMS impulsó la campaña “Chau Sabin” y promovió la vacuna Salk o IPV, aplicada mediante inyección, que reemplazó al viejo método oral.
- Te puede interesar: Todo sobre la viruela del mono, la enfermedad que tiene en vilo al mundo
Obieta concluye que la única solución para erradicar esta enfermedad es mantener de manera continua la vacunación con la IPV, ya que es la forma más segura de proteger a los niños, incluso a aquellos con inmunodeficiencias, evitando que puedan contraer polio.
Además, advirtió sobre la posibilidad de que el virus reaparezca en otras regiones fuera de Oriente Próximo. Por eso es fundamental no solo continuar con las iniciativas internacionales de inmunización infantil, sino también garantizar un manejo adecuado de los excretos y el acceso universal al agua potable, dado que la principal vía de contagio sigue siendo la fecal-oral.