En los alrededores de la central nuclear de Chernóbil, un grupo de voluntarios encontró recientemente varios perros con un pelaje azul brillante, un hecho que se volvió viral y colocó a la zona de exclusión en el centro de la atención mundial. El hallazgo despertó tanto fascinación como preocupación.
- Te puede interesar: China construye una base submarina para proyectos de energía
La asociación de perros azules con el accidente nuclear en Chernóbil
Para entender el fenómeno hay que remontarse a 1986, cuando la explosión del reactor número 4 de la planta nuclear de Chernóbil, en Ucrania, obligó a evacuar a más de cien mil personas. En medio del caos, muchos habitantes de Prípiat se vieron forzados a abandonar sus hogares y también a sus mascotas.
Los perros que quedaron atrás sobrevivieron como pudieron en un territorio que se transformó en uno de los lugares más contaminados del planeta. Décadas más tarde, sus descendientes forman parte de una población semisalvaje que logró adaptarse a un entorno donde la radiación, los residuos industriales y la falta de presencia humana definen las reglas de supervivencia.

Estos animales son atendidos desde 2017 por la organización Dogs of Chernobyl, que proporciona alimento, cuidados veterinarios y campañas de esterilización. Gracias a este seguimiento, los investigadores pudieron estudiar la genética de los perros y descubrir que las poblaciones que habitan dentro del perímetro de exclusión son diferentes a las que viven fuera de él.
Las variaciones genéticas encontradas podrían estar asociadas a la exposición prolongada a metales pesados y contaminación, lo que sugiere una lenta adaptación biológica al entorno extremo.
El origen del color azul de los perros en Chernóbil
Sin embargo, el misterioso color azul que algunos de estos animales comenzaron a mostrar no parece estar vinculado a la radiación ni a mutaciones genéticas. Los voluntarios aseguran que los perros habían sido vistos con pelaje normal apenas una semana antes, lo que descarta un cambio biológico profundo.

Las primeras investigaciones apuntan a que habrían estado en contacto con alguna sustancia química o pigmento de desecho industrial que tiñó temporalmente su pelaje. En esa región todavía se encuentran materiales abandonados desde los años ochenta, y la degradación del tiempo ha dispersado restos de compuestos que pueden alterar el color del entorno e incluso de los animales que se mueven entre ellos.
Te puede interesar: Rusia atacó la central nuclear de Chernobyl y encendió las alarmas en Europa
No obstante, la comunidad científica se muestra cauta: si bien la presencia de radiación dejó huellas visibles en la flora y fauna de Chernóbil, ningún estudio serio demostró hasta ahora que pueda provocar un cambio de color tan abrupto y localizado. De hecho, los expertos sostienen que un fenómeno genético de esa magnitud sería imposible en tan poco tiempo. Más probable, explican, es que el contacto con productos químicos o metales, como sulfatos de cobre o pigmentos industriales, haya generado esa coloración superficial.



 
                                    

 


