La NASA atraviesa un momento de cambio profundo, marcado por decisiones políticas que impactan directamente en su rumbo científico y estratégico. En medio de recortes presupuestarios, tensiones con el sector privado y una redefinición de prioridades bajo la nueva administración, la agencia espacial más influyente del mundo acaba de incorporar una figura inesperada a su liderazgo.
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El nuevo director de la NASA y sus comienzos
Sean Duffy es el nuevo administrador interino de la NASA, nombrado por Donald Trump. Su elección sorprendió tanto dentro como fuera del ámbito científico, ya que Duffy no cuenta con experiencia en exploración espacial ni formación técnica en ciencia o ingeniería. Sin embargo, su designación responde a una lógica política clara: confianza personal, lealtad a la agenda “trumpista” y una postura firme frente a figuras como Elon Musk, con quien ha tenido múltiples enfrentamientos públicos.
Nacido en 1971 en Wisconsin, Sean Duffy es abogado de formación y ganó notoriedad pública en los años noventa como participante de programas de telerrealidad en MTV, incluyendo The Real World: Boston y Road Rules. Más adelante se volcó a la política, primero como fiscal de distrito en su estado y luego como congresista republicano por el 7.º distrito de Wisconsin entre 2011 y 2019.

Durante su paso por el Congreso, presidió subcomisiones clave como la de Vivienda y Seguros, y se alineó firmemente con las políticas económicas y comerciales de Trump, promoviendo incluso proyectos para ampliar los poderes arancelarios del presidente.
Duffy dejó su banca en 2019 por razones personales: su esposa, Rachel Campos-Duffy, con quien comparte una familia numerosa de nueve hijos, enfrentaba un embarazo con complicaciones de salud para el bebé. Luego de su salida del Congreso, mantuvo una fuerte presencia mediática como analista político en CNN y luego como figura de Fox News, donde co-condujo programas en Fox Business.
Las polémicas detrás del nombramiento de Duffy
En 2024, fue designado por Trump como Secretario de Transporte, cargo que asumió en enero de 2025 con apoyo bipartidista. Desde allí comenzó a influir en áreas vinculadas al transporte aéreo, la automatización y la infraestructura federal. También se destacó por eliminar políticas de diversidad e inclusión en su departamento y por ejercer un fuerte control sobre el gasto público, alineado con la visión de Trump.

Su llegada a la NASA se produjo luego de que Trump retirara la nominación de Jared Isaacman, empresario vinculado a SpaceX. La decisión podría ser una forma de cortar con cualquier dependencia o influencia de Elon Musk sobre las decisiones estratégicas de la agencia espacial. Duffy, que ya había expresado críticas hacia Musk, sobre todo en relación con la seguridad aérea y satelital, se convirtió en el reemplazo ideal desde una perspectiva política.
La designación de Duffy, sin embargo, generó preocupación entre expertos y exfuncionarios de la NASA. La agencia enfrenta un recorte presupuestario del 25 % previsto para 2026, lo que amenaza con frenar o incluso cancelar misiones clave como Artemis, el programa para llevar nuevamente astronautas a la Luna, y los preparativos para un eventual viaje tripulado a Marte. Además, más de 2000 funcionarios de alto rango ya abandonaron la agencia desde el regreso de Trump al poder, lo que acentúa la incertidumbre interna.
De momento, no se anunció un reemplazo para Duffy en la Secretaría de Transporte. Al ser un director interino, podría oficiar ambos roles al mismo tiempo hasta que se nombre al Director de la NASA definitivo.