La Casa Blanca fue escenario de una de las cenas más comentadas en el último tiempo. Donald Trump y la primera dama Melania recibieron en el Salón Comedor a un selecto grupo de magnates de la tecnología, en una velada que buscó sellar un acercamiento político y económico entre la administración republicana y Silicon Valley.
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Los invitados de las grandes empresas tecnológicas a la cena de Trump
La lista de invitados incluyó nombres de peso: Bill Gates y Satya Nadella por Microsoft; Sundar Pichai y Sergey Brin por Google; Tim Cook por Apple; Mark Zuckerberg por Meta; Sam Altman y Greg Brockman por OpenAI; Safra Catz por Oracle; Sanjay Mehrotra por Micron; Shyam Sankar por Palantir; David Limp por Blue Origin; Alexandr Wang por Scale AI; Jared Isaacman de Shift4 Payments; además de otros ejecutivos y asesores cercanos al mundo de la inteligencia artificial y la innovación digital.
El gran ausente fue Elon Musk, quien afirmó haber recibido la invitación pero optó por no asistir, enviando en su lugar a un representante, algo que aclaró en un posteo en X. Aunque la cena parecía convocar a todos los grandes líderes tecnológicos, su ausencia deja entrever una posible tensión en la relación entre Musk y Trump.

Donald Trump con CEO’s tech: ¿cómo fue la cena?
La dinámica fue clara desde el principio: el presidente actuó como un conductor de subasta, lanzando una y otra vez la misma pregunta a los presentes: cuánto planeaban invertir sus compañías en Estados Unidos en los próximos años. La velada se transformó así en un despliegue de cifras astronómicas, cada una mayor a la anterior, que funcionaron como promesas de lealtad y compromiso con su gobierno.
El tono de los discursos acompañó ese despliegue. Sam Altman, de OpenAI, calificó al presidente como un líder “pro-negocios y pro-innovación, un cambio muy refrescante” en comparación con administraciones anteriores. Sergey Brin elogió el apoyo gubernamental en un momento crucial para el desarrollo de la inteligencia artificial, mientras que Safra Catz, de Oracle, agradeció lo que llamó “un despliegue de innovación y creatividad bajo este liderazgo”.
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Tim Cook y Satya Nadella coincidieron en destacar el clima de confianza que, según ellos, había permitido a sus empresas comprometer semejantes inversiones. Trump escuchaba, asentía y devolvía cumplidos, y, según analistas y expertos, esto podría reforzar la imagen de un presidente que logró tener a las grandes mentes de la tecnología a sus pies.

El hecho de que estos líderes quieran participar activamente junto al gobierno y mostrarse favorables frente al Presidente habla de una habilidad de persuasión por parte del mandatario estadounidense.
El clima de la velada fue cuidadosamente calculado, aunque no estuvo exento de momentos curiosos. A la salida, Zuckerberg fue captado por las cámaras en un breve instante incómodo, disculpándose con un “Sorry, I wasn’t ready…(disculpen, no estaba listo)”, refiriéndose al momento de dar una cifra de inversión, que se viralizó rápidamente como símbolo de la tensión que puede generar la cercanía con Trump.