La Copa Mundial de Fútbol de 2026 marcará un salto importante en la incorporación de la inteligencia artificial (IA) al deporte más popular del planeta. Aunque ya en Qatar 2022 se usó el fuera de juego semiautomático, ahora se verá una versión más sofisticada, apoyada en algoritmos de visión computarizada y sensores que permiten rastrear el balón y a cada jugador con una precisión inédita.
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Las novedades de Inteligencia Artificial en el Mundial
Esto hará que las decisiones de offside sean casi instantáneas, reduciendo las largas pausas que generan discusiones y alteran el ritmo del juego. Los árbitros seguirán siendo quienes tomen la decisión final, pero contarán con un respaldo tecnológico mucho más ágil y confiable.
El VAR también recibirá una actualización profunda. FIFA inició un ciclo de certificación de cuatro años para garantizar que la calidad del video, la sincronización entre cámaras y la latencia de transmisión se mantengan estables en todos los estadios. Esto significa que cuando haya revisiones de jugadas polémicas, los tiempos de espera serán más cortos y la exactitud de las imágenes mucho mayor, lo que debería reducir el margen de error humano y aumentar la transparencia de las decisiones arbitrales.

Otro aspecto en el que la inteligencia artificial dejará huella es en el análisis táctico en tiempo real. Gracias a redes de cámaras distribuidas en los estadios y a sistemas de procesamiento de datos instantáneo, los entrenadores podrán acceder a información sobre recorridos, zonas del campo más utilizadas, niveles de presión ejercida o desgaste físico de los jugadores.
Esa información puede modificar el rumbo de un partido: detectar un espacio libre, notar que un rival está perdiendo intensidad o identificar qué futbolista propio necesita un cambio para evitar una lesión.
La experiencia de los aficionados también estará mediada por la IA. Aplicaciones móviles permitirán apuntar con la cámara del celular al campo de juego y ver datos superpuestos mediante realidad aumentada, como estadísticas individuales de un jugador o mapas de calor.
Las transmisiones televisivas y vía streaming ofrecerán repeticiones enriquecidas con gráficos, simulaciones en 3D y análisis predictivos que mostrarán la probabilidad de victoria o de gol en función de la evolución del juego. Incluso se desplegarán plataformas para medir en tiempo real el sentimiento de los hinchas a través de redes sociales, con el fin de comprender cómo vive el público cada momento del Mundial.

La experiencia del usuario y los partners que tendrá FIFA
Detrás de todo este despliegue hay una infraestructura tecnológica de primer nivel. FIFA firmó un acuerdo con Lenovo como socio tecnológico global, lo que asegura servidores potentes, dispositivos móviles optimizados y sistemas capaces de procesar grandes volúmenes de datos con muy baja latencia. Además, observatorios de innovación en el deporte, como el de la NASA y universidades de Estados Unidos, están colaborando para perfeccionar los sistemas de rastreo y análisis.
El impacto en el desarrollo de un partido será claro. Las decisiones arbitrales serán más rápidas y precisas, lo que mantendrá el ritmo del juego. Los entrenadores tendrán a mano información que hasta hace poco solo podía analizarse después del encuentro, y podrán reaccionar en el momento.
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Los aficionados, tanto en los estadios como frente a la pantalla, tendrán una experiencia mucho más inmersiva, con datos y visualizaciones que enriquecerán la comprensión de lo que ocurre en el campo.
Sin embargo, no todo está libre de desafíos. La precisión de los sistemas dependerá de una calibración perfecta, ya que un error de centímetros puede alterar el desenlace de una jugada clave. También será crucial garantizar que todos los estadios tengan la misma infraestructura, algo complejo en un torneo organizado por tres países distintos como México, Estados Unidos y Canadá.
A esto se suman los costos de instalación y el reto de lograr la aceptación plena de árbitros, jugadores y entrenadores, que deberán adaptarse a un fútbol cada vez más intervenido por la tecnología.