La NASA y la Agencia Espacial Italiana lograron un hito histórico al utilizar por primera vez señales GPS en la superficie lunar. Este logro se llevó a cabo mediante el Experimento del Receptor GNSS Lunar, una colaboración entre ambas agencias que permitió adquirir y rastrear señales de navegación terrestre en la Luna.
La misión se desarrolló en el marco del Programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar de la NASA, que busca asociarse con empresas privadas para facilitar la entrega de cargas útiles científicas y tecnológicas a la Luna. En este contexto, el módulo de aterrizaje lunar Blue Ghost, desarrollado por Firefly Aerospace, fue seleccionado para transportar el receptor GNSS junto con otros nueve experimentos científicos.
NASA: cómo fue la misión que utilizó el GPS en la Luna
El lanzamiento se llevó a cabo el 15 de enero de 2025 desde Florida y tras un viaje de seis semanas, Blue Ghost alunizó exitosamente el 2 de marzo de 2025. LuGRE, diseñado para operar en las condiciones extremas de la Luna, demostró que las señales del Sistema Global de Navegación por Satélite, que incluye GPS y Galileo, pueden recibirse y rastrearse en la superficie lunar.
Durante las primeras operaciones científicas, LuGRE logró adquirir y rastrear señales GNSS determinando una posición de navegación a aproximadamente 362 mil kilómetros de la Tierra.

La utilización de señales GNSS en la Luna no se había logrado antes debido a varios desafíos técnicos. En primer lugar, los sistemas GNSS fueron diseñados para proporcionar cobertura en la Tierra con antenas orientadas hacia nuestro planeta. Las señales que se extienden más allá de la Tierra son débiles y provienen de los lóbulos laterales de las antenas, lo que dificulta su recepción en el espacio profundo.
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Otro factor clave es la distancia entre la Tierra y la Luna que se encuentra en promedio a 384 mil kilómetros, lo que hace que las señales GNSS sean extremadamente débiles y requieran receptores altamente sensibles y algoritmos avanzados para su detección y procesamiento.
Además, hasta hace poco la tecnología de recepción y procesamiento de señales GNSS no era lo suficientemente avanzada para captar y utilizar estas señales en la Luna. El desarrollo de receptores de radio definidos por software y otros avances han sido cruciales para superar estas limitaciones.

La exitosa recepción de señales GNSS en la Luna representa un avance significativo para la navegación espacial. Las futuras misiones Artemis de la NASA y otras iniciativas de exploración podrán beneficiarse de esta capacidad, permitiendo a las naves espaciales determinar de forma precisa y autónoma su posición, velocidad y tiempo en la Luna.
Este avance es fundamental para el establecimiento de una presencia humana sostenible en la Luna y eventualmente en Marte. En resumen, la colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Italiana en el experimento LuGRE abrió nuevas posibilidades para la navegación y exploración lunar, superando desafíos técnicos que anteriormente impedían el uso de señales GNSS en la superficie de nuestro satélite natural.