En enero de 2025, un grupo de inversores, entre ellos Google y otras grandes firmas, inyectaron 230 millones de dólares en proyectos de computación cuántica basados en cúbits de átomos neutros. Esta inversión en QuEra, una startup con sede en Boston, busca acelerar la escalabilidad y estabilidad de esta tecnología, que promete superar a los enfoques tradicionales en eficiencia y robustez.
En particular, se espera que la computación cuántica basada en átomos neutros sea crucial para aplicaciones en inteligencia artificial y simulaciones avanzadas, áreas donde el hardware cuántico convencional enfrenta limitaciones.
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La colaboración de Google a empresas de computación cuántica
La colaboración entre Google y QuEra no solo se limita a la inversión financiera. Ambas compañías comparten la visión de desarrollar computadoras cuánticas útiles, escalables y tolerantes a fallos.

QuEra, fundada a partir de investigaciones pioneras de la Universidad de Harvard y el MIT, gestionó el ordenador cuántico más grande del mundo accesible públicamente, conocido como Aquila, que cuenta con 256 qubits de átomos neutros. Este dispositivo fue utilizado para intentar darle solución a problemas complejos en áreas como materiales, química y ciencias de la vida.
De hecho, esta no es la primera aparición de Google en la computación cuántica. En diciembre de 2024, Google presentó su chip cuántico de última generación, Willow. Este dispositivo es capaz de resolver en cinco minutos problemas matemáticos que a las supercomputadoras clásicas les tomarían más tiempo que la edad del universo. Willow está compuesto por 105 qubits en un área de un centímetro cuadrado y demostró ser aproximadamente el doble de eficiente que su predecesor, Sycamore.
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Uno de sus mayores avances es la reducción de tasas de error a medida que aumenta el número de qubits, abordando así un desafío clave en la computación cuántica: la corrección de errores. Este logro posiciona a Google a la vanguardia en la carrera por desarrollar computadoras cuánticas, prácticas y escalables.

Con estos esfuerzos combinados, Google busca posicionarse a la vanguardia de la revolución cuántica, explorando múltiples enfoques tecnológicos para superar los desafíos inherentes a esta disciplina.
La inversión en QuEra y el desarrollo de Willow son testamentos del compromiso de Google con la innovación y la búsqueda de soluciones que puedan transformar industrias enteras, desde la medicina hasta la inteligencia artificial, mediante el poder de la computación cuántica.