Gemini 3 llega como el modelo más ambicioso de Google y marca un cambio de etapa en la IA generativa. Su principal novedad es la capacidad de razonamiento profundo: no solo responde preguntas, sino que interpreta matices, intenciones ocultas y señales contextuales que antes pasaban desapercibidas.
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Las nuevas funciones de Gemini 3 de Google
Las nuevas funcionalidades se combinan con una multimodalidad mucho más avanzada, capaz de procesar texto, imágenes, audio, video y código dentro de un mismo flujo de trabajo. La integración entre modos no es un accesorio, sino parte central de su manera de “entender” el mundo, lo que le permite analizar, por ejemplo, un video largo, cruzarlo con documentos escritos y producir conclusiones más completas.
Uno de los mayores saltos de Gemini 3 es su ventana de contexto de un millón de tokens. Esta cifra le permite trabajar con volúmenes gigantescos de información de manera coherente: desde libros enteros y repositorios de código completos hasta largas cadenas de mails corporativos o grabaciones extensas de clases.

Para Google, esto lo vuelve ideal tanto para usuarios comunes que quieren explicaciones detalladas como para empresas que necesitan analizar documentación masiva sin dividirla en partes.
Otro eje fuerte es su capacidad “agentic”. Con la plataforma Antigravity, Google propone que Gemini 3 no sea solo un asistente que conversa, sino un agente que actúa: puede escribir código, ejecutarlo, probarlo, depurarlo y manejar herramientas como la terminal o el navegador.
Los cambios y desafíos de Gemini 3
Todo apunta a un cambio profundo en cómo se desarrollará software y cómo se automatizarán tareas complejas, ya que la IA puede planificar procesos de largo horizonte, mantener un objetivo durante varias etapas y completar trabajos que antes requerían intervención humana permanente.
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A nivel ecosistema, la integración con Google es inmediata. Gemini 3 ya está disponible en Search, en la app Gemini, en Google Workspace, en AI Studio y en Vertex AI, lo que agiliza su adopción tanto por usuarios casuales como por desarrolladores y empresas.
Para educación también promete cambios: gracias a su multimodalidad, puede transformar clases grabadas, textos manuscritos o PDFs en explicaciones interactivas, resúmenes visuales o materiales didácticos adaptados a cada estudiante.

Sin embargo, Gemini 3 no está exento de desventajas. Su complejidad técnica implica costos computacionales más altos, lo que puede afectar a quienes dependan de la API para productos comerciales. Los modos más profundos de razonamiento, como “Deep Think”, pueden generar mayor latencia, lo cual no siempre es ideal para tareas rápidas.
La autonomía de los agentes, aunque poderosa, abre nuevos desafíos de seguridad: cualquier sistema capaz de ejecutar código, navegar y tomar decisiones necesita controles estrictos para evitar errores o abusos. También existe la posibilidad de que muchas de sus funciones avanzadas queden restringidas a suscriptores o planes empresariales, limitando el acceso general.




