La rivalidad entre Estados Unidos y China encontró en las criptomonedas un nuevo escenario de disputa estratégica. No se trata solo de una pelea tecnológica: detrás están el control financiero global, la seguridad nacional y la capacidad de cada potencia para influir en el sistema económico del futuro.
- Te puede interesar: Criptomonedas: Japón impulsa su primera stablecoin vinculada al yen
China y EE. UU.: del dólar y el yuan, a las criptomonedas
Mientras Estados Unidos avanza hacia la integración regulada de los activos digitales para convertirlos en una herramienta económica competitiva, China sigue apostando por la prohibición estricta, impulsando en paralelo su moneda digital estatal. Esta diferencia de estrategias refleja dos modelos opuestos de poder.
Estados Unidos, aun con debates internos, decidió que las cripto, en especial las que poseen respaldo o reservas estables, pueden fortalecer su rol en las finanzas globales si se las regula en vez de bloquearlas. El país impulsa marcos normativos para las stablecoins (monedas digitales con valor estable vinculadas a un activo tradicional, como el dólar o el petróleo), busca integrarlas al sistema bancario y permitir que empresas y fondos de inversión operen con ellas bajo supervisión federal.

La lógica es clara: si los dólares digitales privados se expanden, la influencia del dólar en el comercio mundial también lo hace. El plan estadounidense es transformar el ecosistema cripto en una extensión del poder financiero que ya posee, evitando perder terreno frente a monedas digitales de otras potencias.
China, en cambio, persigue la dirección opuesta. Desde 2021 mantiene una prohibición total al comercio y la minería de criptomonedas. Recientemente, durante la última semana de noviembre de 2025, el Banco Popular de China ratificó y reforzó esta medida. Su argumento oficial mezcla preocupación por la volatilidad, los riesgos financieros y el consumo energético, pero la razón profunda es política: las criptomonedas, descentralizadas y difíciles de controlar, amenazan la capacidad del Estado para monitorear el flujo de capitales.
- Te puede interesar: Rusia planea utilizar criptomonedas para comercializar, en respuesta a las sanciones internacionales
En vez de permitir un ecosistema privado, China creó el e-CNY, su moneda digital de banco central, completamente trazable y gestionada por el gobierno. Su objetivo es doble: disciplinar el mercado interno y, a la vez, proyectar el yuan digital hacia el comercio internacional, especialmente en países de la Franja y la Ruta.

Guerra comercial: cuál sería el impacto mundial de estas estrategias con criptomonedas
El choque de estrategias tiene un impacto directo en la guerra comercial y tecnológica entre ambas potencias. Para Estados Unidos, las cripto representan una oportunidad para consolidar la supremacía del dólar en un mundo que avanza hacia pagos digitales descentralizados.
Para China, permitir criptomonedas privadas sería regalarle a Washington una ventaja estratégica, ya que la mayoría de los activos digitales relevantes está dolarizada. Por eso la postura china no es solo prohibición: es sustitución. Su apuesta es que, a largo plazo, los países que dependen del comercio con China adopten sistemas de pago basados en el yuan digital, reduciendo la hegemonía del dólar.




