En unos días atravesados por tensión política, la renuncia de Elon Musk a la administración de Donald Trump no fue tan tranquila como parecía. Luego de oponerse a la ley fiscal propuesta por el presidente de Estados Unidos, el dueño de SpaceX y Tesla enfureció y publicó serias acusaciones en su red social, X. Por ello, Trump le respondió en su propia plataforma, Truth.
En el medio de los fuertes cruces, el republicano hizo mención de las empresas del magnate sudafricano, particularmente SpaceX y Tesla. ¿Cómo impactará la pelea en el futuro a estas empresas?
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Las consecuencias de la pelea entre Elon Musk y Trump para Tesla y SpaceX
Elon Musk criticó duramente el “big beautiful bill”, un ambicioso plan de gasto y recorte de impuestos impulsado por Trump, calificándolo de “abominación repugnante” por incrementar excesivamente la deuda fiscal. El presidente respondió con fuertes amenazas: eliminar subsidios y rescindir contratos federales con SpaceX y Tesla.
A esto, Musk respondió públicamente con llamados a la destitución de Trump y cuestionó su gestión en X. Como parte de su respuesta, Musk mencionó momentáneamente retirar la cápsula Dragon de operación, lo que levantó alarmas en la NASA y el Pentágono.

A partir de esto, se calcula que SpaceX podría perder 22 millones de dólares en contratos federales, incluyendo misiones espaciales con la NASA, lanzamientos para el Pentágono y la ISS, si Trump cumple con su amenaza.
Además de la amenaza verbal, Musk consideró desactivar temporalmente la cápsula Dragon. Si SpaceX no prestara su servicio a la ISS, los lanzamientos tripulados estarían en standby y la cadena de despliegue de satélites podría sufrir retrasos. Este golpe político podría abrir posibilidades para otras empresas como Blue Origin, ULA, Northrop y Grumman.
Más allá de los contratos de su empresa espacial, Tesla podría perder el acceso a incentivos y plantas de subsidios, como el crédito fiscal para vehículos eléctricos, que suman decenas de miles de millones de dólares.
Como está estipulado en la ley fiscal propuesta por Trump, el gobierno consideraba la transición a una energía más limpia un gasto demasiado costoso. Tras estas declaraciones arrojadas, las acciones de Tesla cayeron un 17%, lo que representó de 150 a 152 millones de dólares en pérdida de capitalización.

Las otras empresas que se ven envueltas en el conflicto
El impacto de esta escalada no solo afecta a SpaceX y Tesla: también podría afectar a otras empresas de Elon Musk. Los acuerdos relacionados con Starlink, xAI, Neuralink también podrían verse perjudicados por esto.
Además, todo el trabajo hecho por Elon Musk como asesor del gobierno en el departamento de DOGE para poder hacer recortes de gastos fiscales quedaría en la nada. El magnate sudafricano también impulsó nombramientos que podrían facilitarle distintas acciones en distintas áreas.
Por ejemplo, en el rubro espacial, se esperaba que Trump designe a Jared Isaacman, un empresario y allegado de Musk, como el próximo director de la NASA. Sin embargo, eso ahora no sucederá. De hecho, esto podría afectar directamente en el programa espacial, Polaris Dawn, que es gran parte de la actividad espacial de SpaceX.