La reciente invitación de Donald Trump a una cena de gala para los principales poseedores de su memecoin $TRUMP generó un notable aumento en el valor de la criptomoneda y desató un debate sobre las implicancias éticas y políticas de esta estrategia.
Memecoin de Trump: cómo fue el abrupto aumento de la criptomoneda
El 22 de mayo de 2025, Donald Trump tiene previsto organizar una cena exclusiva en su Trump National Golf Club en Virginia. A este evento están invitados los 220 principales poseedores de la memecoin $TRUMP, seleccionados según el promedio de tokens mantenidos entre el 23 de abril y el 12 de mayo.
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Los 25 principales recibirán, además, acceso a una recepción VIP y una visita especial. En caso de que Trump no pueda asistir, los invitados recibirán un NFT conmemorativo.
Tras el anuncio de la cena, el valor de la memecoin $TRUMP experimentó un aumento significativo, superando el 60% en un solo día. Esta subida se tradujo en un incremento de más de 100 millones de dólares en el valor de las carteras relacionadas. La promesa de una experiencia exclusiva con el expresidente incentivó a los inversores a adquirir más tokens, elevando su precio y volumen de negociación.

Las polémicas detrás de la cena de Trump
La iniciativa fue objeto de críticas por parte de expertos en ética y legisladores, quienes la consideran un posible conflicto de intereses y una fusión inapropiada entre política y negocios personales. El hecho de que entidades vinculadas a Trump posean el 80% de los tokens y hayan generado ingresos significativos desde el lanzamiento de la memecoin ha intensificado las preocupaciones.
El primer punto es la falta de claridad en la regulación estadounidense sobre la financiación política con criptomonedas. Si bien la Federal Election Commission (FEC) permite donaciones en criptoactivos desde 2014, exige transparencia en la identidad del donante, algo difícil de garantizar en mercados descentralizados. Además, como advirtió el analista Paul Grewal, de CoinDesk, existe un “riesgo real de que se utilicen criptomonedas para evadir los límites tradicionales de contribuciones políticas”.

Otro elemento de controversia es la concentración de tokens en pocas manos. Informes de Lookonchain y Arkham Intelligence sugieren que más del 80% de $TRUMP está controlado por una pequeña cantidad de billeteras, algunas de las cuales se sospecha que están vinculadas a donantes, PACs y organizaciones pro-Trump. Esto no solo genera dudas sobre la estabilidad del mercado, sino también sobre la verdadera descentralización del proyecto.
La estrategia de Trump podría marcar un precedente en la utilización de criptomonedas como herramientas de campaña y fidelización política. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre la regulación de estas prácticas y su impacto en la integridad del proceso democrático. La combinación de incentivos financieros y acceso exclusivo a figuras políticas podría redefinir la forma en que se moviliza y monetiza el apoyo político en la era digital.